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—¡Mierda! He estado preguntándome por qué lograste esquivar mis movimientos, resulta que ya tienes a un amorcito! —Liang Fei todavía estaba deleitándose en el momento amoroso de hace un rato, pero Lin Zhiyong no le dio la oportunidad. Apuntando a Liang Fei, maldijo en voz alta:
— Bien, primero mataré a este niñato guapo, y luego te voy a joder a ti, puta apestosa.
Mientras Lin Zhiyong hablaba, se tambaleaba inestablemente y lanzó un puñetazo hacia Liang Fei.
—En el momento en que este chico irrumpió maldiciendo a Han Xueying, Liang Fei sintió ganas de darle una paliza. Pero al ver toda la seguridad alrededor, no pensó que valiera la pena mover un dedo.
Poco esperaba que este tipo tuviera respaldo y los guardias de seguridad no se atrevieran a tocarlo, así que Liang Fei decidió a regañadientes enseñarle una dolorosa lección.
Lin Zhiyong había bebido bastante; ¡estaba tambaleándose, ni hablar de lanzar puñetazos!
