—En la mesa del comedor, Shu Ya bromeaba con Tongtong mientras charlaba sobre asuntos domésticos con Hao Jian.
—A propósito, ¿la cotización del Grupo en América sigue yendo bien? —preguntó de repente Hao Jian, recordando el asunto de la cotización del Grupo Shu Ya.
Al escuchar esto, la sonrisa en el rostro de Shu Ya se desvaneció bastante, y dijo, —La cotización fue bastante fluida, pero hubo algunos problemas al intentar entrar en el mercado francés.
Hao Jian frunció el ceño y preguntó, —¿Qué problemas?
—Quería que las joyas del Grupo Shu Ya se exhibieran en los Campos Elíseos, pero el gobierno local parece pensar que aún me faltan las calificaciones necesarias —dijo Shu Ya con una expresión preocupada. Los Campos Elíseos eran un paraíso para los bienes de lujo, con todas las marcas de lujo de clase mundial aspirando a ser presentadas allí. Naturalmente, Shu Ya no era la excepción.