—Por cierto, ¿para qué querías verme? —preguntó Hao Jian a Yuan Shanshan.
—Oh, eso es porque me diste la sugerencia de diseñar un anillo para madres, ¿no es así? Quería mostrarte mi boceto.
Después de decir esto, Yuan Shanshan le entregó la carpeta que llevaba a Hao Jian.
Cuando Hao Jian echó un vistazo, sus ojos se iluminaron de inmediato:
— ¿Clavel?
—Sí, el clavel simboliza la elegancia y el amor de madre. Eso es todo lo que se me ocurrió por ahora, ¿qué piensas? ¿Está bien?
Yuan Shanshan miró a Hao Jian algo nerviosa, temiendo que él rechazara su propuesta.
—Bien, por supuesto que está bien —Hao Jian asintió con energía—. Tu idea es bastante buena. Cualquiera que vea este anillo pensará inmediatamente en las madres; no hay nada más apropiado que esto.
—¿De verdad? —Yuan Shanshan se sonrojó de emoción, sintiendo que obtener la aprobación de Hao Jian le complacía más que la aprobación de la empresa.