—¿Estoy discutiendo mis problemas contigo ahora? No pongas las cosas al revés —casi rugió Shu Ya.
—Hao Jian se tensó al oír esto, luego puso una expresión muy agraviada —De hecho, solo fui a ayudar a Shuishui a cruzar la calle.
—¡Vete a la mierda!
—Incapaz de contenerse, Shu Ya estalló en insultos, como si su último nervio se hubiera roto, este bastardo estaba desafiando los límites de su paciencia.
—Justo ahora ibas a tomar unas copas, ahora dices que estabas ayudando a la anciana Shuishui a cruzar la calle, ¿podrías ser más falso?
—Y el olor a alcohol estaba por todo Hao Jian, definitivamente parecía que había ido a beber, ¿vale?
—Shu Ya, ¿por qué estás insultando? —dijo Hao Jian sorprendido, ya que era la primera vez que la escuchaba insultar.
—No lo hice.
—Shu Ya se volvió, también en inmensa sorpresa dentro de sí misma, ¿cómo terminó insultando? Nunca solía hacer esto.