"Otro día aburrido…" Fue el pensamiento que recorrió la cabeza de un joven de unos 20 años, mientras miraba a su profesor con una mirada vacía, mientras este daba su clase de historia.
El joven tenía piel morena clara, ojos de color avellana, cabello corto negro, y rasgos serios. Con una altura de 1,76 metros, y 88 kilogramos de peso, podía considerarse robusto.
Estaba vestido con jeans azules, zapatillas blancas sin marca, una camisa blanca de manga corta, y arriba de esta tenía una sudadera con capucha, de color gris con las palabras "Nike" en medio de su pecho.
No era algo original, solo una mera imitación barata.
Su nombre es Jason, su apellido Gutiérrez, y en este momento, no sabía que era peor, si el hecho de estar asando debido a que el aire acondicionado del salón estaba dañado, o tener que escuchar a un hombre de más de 50 años, hablar con total seriedad de lo importante que fue una persona muerta en la historia.
Miró a su alrededor con total aburrimiento, las mesas de su salón estaban dividas en 7 filas, y 5 columnas, pero solo la mitad del salón estaba lleno.
A su lado estaba la que era considerada por mucho en universidad, como una de las chicas más hermosas, y si, solo como una de las más hermosas, porque hay un montón de chicas en la universidad.
Su nombre… Jason no lo recordaba, de hecho, nunca se lo ha preguntado, ya que solo tiende a desconectarse cuando esta en esta clase, después de todo, estaba repitiendo esta materia, debido a que la ha reprobado en los últimos 2 años.
Estos no son sus compañeros regulares, son solo otros que también han reprobado.
Se supone que en la materia debería hablarse acerca de los orígenes del universo y muchas cosas más de la historia universal, pero este profesor solo daba clases hablando de la vida de gente muerta, que ni siquiera contribuyeron a la humanidad con sus logros…
Decidió mirar bien a la chica, para ver si podía entender que le veían los demás hombres.
Cabello largo negro planchado para que este liso, piel morena, pero con una capa de maquillaje para verse más blanca y tapar sus imperfecciones en la piel, pestañas postizas, labios pintados de rojo intenso, ojos negros con delineador en los contornos, rasgos un poco delicados, probablemente de unos 1,58 metros de altura, y unos 59 kilogramos de peso, muy buenas curvas, busto común, una cintura delgada, y un enorme trasero, todo envuelto en jeans ajustados, converse, y una camisa ajustada con las palabras "Reina" escritas en el pecho.
Estaba en su teléfono, viendo tik tok…
Ni siquiera le prestaba atención al profesor, pero ahora que Jason los recuerda, ella ha estado aquí, incluso desde antes que él.
Iba a ver que hacían sus otros compañeros, cuando de la nada sonó un relámpago, junto con un destello que cegó a todos.
Duró unos pocos segundos, y todos en el salón de clases fueron sorprendidos.
"¿Qué mierda fue eso?" Con los ojos entrecerrados, Jason trató de mirar por la ventana hacia fuera, estaban en un tercer piso después de todo, y no había señales de lluvia en ningún lado.
"¡AH!"
"¿Pero que carajos?"
"¡Chicos, todos mantengan la calma!"
Esa última fue la voz del profesor que se asomó por la ventana, pero que de inmediato se quedó mudo, incapaz de hacer ningún sonido.
Lo que vio, lo dejó aterrado…
Un ojo gigante, parecido al de un reptil, los estaba mirando desde el cielo, bueno no a ellos en específico, más bien como a toda la ciudad… tal vez el país… mejor digamos que el mundo entero…
"Santa mierda" Jason no evito que las malas palabras salieran su boca.
Inmediatamente, una voz sonó en las cabezas de todos.
"Hola, pequeños insectos" La voz era grave, tanto que hacía que las cabezas de todos retumbaran como tambores, la burla y el disfrute no se hacían pasar por desapercibidos.
"Me presento, soy el rey demonio, que maneja la capa numero 1, de las 1000 capaz del infierno, y a partir de hoy, todos en este mundo, son la nueva fuente de entretenimiento… para todos los seres superiores y deidades…" *Risa burlona*
"Ustedes, así como muchos otros están destinados a entretener…" Con una ultima risa burlona, el ojo sobre el cielo desapareció, pero de todas maneras el cielo que antes era azul, quedó de color rojo.
*Chasquido*
Con este ruido todos miraron al frente, solo para ver al profesor, que tenía a su lado, a una pequeña hada.
Se veía muy linda, muy parecida a Tinkerbell, pero esta tenía cabello negro, ojos rojos, y ropa se veía gótica.
"¡Hola humanos!" La expresión del hada, era enloquecida, sacó la lengua y guiñó uno de sus ojos, muy parecido a lo que suele a hacer Jinx.
Nadie podía hablar, unos por miedo, otros por estar en shock, y Jason era el único que estaba interesado en ver algo que jamás había visto.
"¡Soy la nueva streamer infernal, Rocita, desde ahora, mi trabajo es seguirlos, ¡y ver que hagan cosas interesantes, que tengan un feliz juego!" Luego de hacer otra expresión igual a la de antes, desapareció en frente de todos con chasquido de sus dedos.
"Esto tiene que ser una broma…" Uno de los chicos que estaba sentado en la parte de atrás tenía una mirada aterrorizada, mientras tenía sus manos en la cabeza, parecía que iba a romper a llorar en cualquier momento.
De la nada, extraños portales fueron abiertos en el piso, y muchas manos esqueléticas, comenzaron a salir del suelo.
Una pantalla negra con palabras en blanco apareció en frente de las caras de todos.
[Tarea: Sobrevive.]
[Recompensa: Entregada al final, según la evaluación de la misión]
[Tiempo: 3 horas]
De repente, armas simples comenzaron a flotar en frente del salón, había bates, escudos, palos de metal, entre otras cosas, pero algo llamó la atención de Jason, solo había una espada…
Antes de que todos en el salón reaccionaran, rápidamente se acercó y tomó la espada, una espada de doble filo, de estilo romana.
Y rápidamente salió del salón, incluso cuando el se fue, nadie había reaccionado a su partida.
"He leído muchas novelas para saber como acaba esto" Jasón que ahora se encontraba armado, con una espada, y con su mochila en la espalda, corrió rápidamente por los pasillos para subir a la azotea.
Sacó su teléfono inteligente, y rápidamente marcó un número, pero lo único que sonó del otro lado fue un tono intermitente de que no estaba disponible.
*Chasquido*
Jason miró a su lado, para ver que la hada ahora lo miraba con curiosidad, y volaba su lado.
"¿A dónde vas?" Preguntó el hada con su voz de chica kawai, un poco enloquecida.
"Azotea" Jason dijo con simpleza, y luego preguntó al hada "¿Qué pasó con aquellas personas que están discapacitadas?"
"Fueron eliminadas, a nadie le interesaría ver a alguien que no puede jugar" El hada dijo como si fuera lo más normal del mundo.
"…" Jason no respondió.
Su mirada se puso muy fría, y en poco tiempo llegó a la azotea de la universidad, no había ni un alma a la vista, era un lugar prohibido después de todo.
Pero los portales no se hicieron esperar, y comenzaron a salir manos esqueléticas también, y luego se revelaron los cuerpos completos de los esqueletos, eran todos de color negro, como si estuvieran quedamos, y en sus ojos brillaba un fuego verde neón.
Jason ni siquiera esperó, y con una sola estocada, atravesó el cráneo de un esqueleto, a través de la cuenca del ojo, el fuego verde que antes brillaba, se extinguió de inmediato, y el esqueleto cayó inerte al suelo, donde se convirtió en polvo.
[Has matado un esqueleto corrupto.]
[Has sido el primero en matar a un objetivo, tus asesinatos ahora contaran x2]
"¡Vaya! ¡Este chico es bueno!" Rocita exclamó mientras detrás de ella, algo parecido a una cámara enfocaba a Jason peleando, contra los esqueletos.
No estaba usando ninguna clase de técnica, era rabia pura, lanzó espadazos en todas direcciones, así como golpes y patadas, incluso ya tenía algunas heridas, cortes superficiales que sangraban un poco.
Pero esto no lo estaba deteniendo, parecía estar muy enojado.
Mientras tanto en otros lugares, nadie parecía llevarlo tan bien como Jason.
"¡Profesor!" Un grito agudo sonó en el salón de clases donde antes estaba Jason, una escena horrible tenía lugar, mientras que el profesor estaba siendo desgarrado por manos esqueléticas, el sonido de la carne desgarrándose podía oírse claramente.
Mientras que las entrañas del profesor se caían en el piso, acompañado de mierda y otras cosas.
El miedo inundó el rostro de los estudiantes.
Las armas en sus manos temblaban, estos esqueletos parecían tener la cabeza dura, porque solo para matar a uno, se requerían 10 golpes con un bate en el cráneo.
Esto fue comprobado gracias a que uno de los estudiantes trató de salvar a el profesor, y pudo matar a uno de los esqueletos, solo luego de que le golpeo la cabeza de 10 veces.
El chico ya todo cansado, y jadeante, miró impotente la muerte de su profesor, pero nadie tuvo tiempo de lamentar, los esqueletos de inmediato dirigieron su atención hacía ellos, lo que provoco que un escalofrío les recorriera la columna desde abajo, subiendo hacia sus nucas, haciendo que los pelos de su cuerpo se erizaran, este estado se le conoce comúnmente como piel de gallina.
"¡Ayuda por favor!" Una chica con lentes, y ropa sencilla, salió corriendo por la puerta del salón, solo para tropezarse con sus propios pies, y caer, golpeándose la cabeza, contra la esquina de una mesa, quedando inconsciente, con un poco de sangre comenzando a bajar por su frente.
Esto fue como el detonador, y todos comenzaron a tratar de correr, tal vez, así podrían escapar.
En un completo alboroto, las mesas comenzaron a volar, y casi todas cayeron sobre la chica, no la mataron, pero la cubrieron por completo.
"¡Quítate perra!" Gruñó furioso, un chico un poco tonificado, mientras agarraba a la chica mas hermosa de la clase por su cabello con una mano, he inmediatamente la arrojó hacia un lado con toda su fuerza.
"¡Duele!" Ella sollozó.
El chico pesaba aproximadamente unos 70 kilos, lanzarla no fue mucho problema, su cabeza golpeo de frente contra un estante, haciendo un ruido sordo, el estante comenzó a tambalearse de un lado a otro muy lentamente, y sin previo aviso, le cayó encima...
Ella no parecía moverse…
Esta chica no había cometido ningún pecado, su único error, fue ponerse en frente de la persona equivocada tratando de salir, pero, aun así, a pesar de esto que sucedió, nadie se detuvo a ayudarla y todos salieron despavoridos del salón de clases, buscando una salvación en alguna parte.
El salón quedó por completo en un silencio sepulcral, los esqueletos también se habían ido, buscando a los "vivos".
"¡Que divertido!" Rocita se río casi con excitación mientras miraba todo esto, y lo transmitía por su cámara: "¡Los seres humanos sacan lo peor de sí mismos en las situaciones difíciles!" Ella no podía evitar reírse como loca, mientras miraba como su audiencia aumentaba, todos adoran un buen drama después de todo.
Con un sonido de chasquido, ella desapareció, y al reaparecer estaba de nuevo con el grupo de chicos que acababa de salir del salón.
Pero estas escenas, no solo estaban ocurriendo aquí, pasaban simultáneamente alrededor del mundo.
En el futuro, este día sería conocido, como el día en que Dios abandonó el mundo.
-Tiempo después-
[Tarea completada]
[Asesinatos: 1320]
[Calificación: SSSSSS]
[Recompensas entregadas]
-Habilidad especial: Poder de Dios.
Descripción: Todas las estadísticas bases se multiplican x20, al mismo tiempo se obtiene una regeneración sobre humana y se despierta en el cuerpo poder divino.
-30 puntos de estadística libre.
-Subes 5 niveles.
Un montón de notificaciones parpadeaban constantemente en frente de los ojos de Jason, pero a él no parecían importarle.
Se dejó caer sobre su trasero, la espada cayó a su lado, en algún momento se había roto…
Las 3 horas pasaron, y Jason parecía más muerto que vivo, estaba cubierto de su propia sangre, heridas horribles en todo su cuerpo, y algunas grietas negras como una red se extendían desde las heridas, esto se le conocía como corrupción del infierno.
El cuerpo de Jason parecía estar descomponiéndose lentamente, pero cuando todas las notificaciones se acabaron, una luz blanca envolvió su cuerpo, y sus heridas comenzaron a sanar a un ritmo alarmante, al final, no quedaron ni siquiera las cicatrices.
La única prueba que quedaba de haber pasado por una pelea, era su ropa hecha harapos, bañada en su propia sangre.
Pero, aun así, Jason no pareció reaccionar, se quedó mirando el vacío, muy metido en sus pensamientos.
Metió su mano en su bolsillo, y sacó su teléfono celular, y rápidamente entró en sus contactos y llamó al que se llamaba "Mamá".
Sorprendentemente, a pesar de la situación, todavía había cobertura y las torres de telecomunicación funcionaban bien, y el tono comenzó a sonar.
El esperó, y esperó, pasaron 5 segundos, 20 y al final llegó al minuto completo.
"El numero al que marcas no está disponible, intente más tarde" La voz mecanizada de la contestadora del sistema sonó, pero él lo volvió a intentar y marcó.
Volvió a esperar que la llamada se conectara, pero nada ocurría…
Lo intento una y otra vez…
Mientras tanto, en un pequeño apartamento, se encontraba sonando un teléfono, el tono era una canción vieja que fue popular en sus tiempos, probablemente en los 80.
El teléfono estaba dentro de un bolsillo en un pantalón de mujer vacío, que se encontraba en el sofá, como si el pantalón estuviera sentado en este, lo raro, es que también hay una camisa, así como unas sandalias en el piso, y un par de lentes cayeron al suelo, quebrandose.
El conjunto de ropa estaba colocado de tal manera, que parecía una persona, solo le faltaba la persona que lo usará, pero en su lugar, había un montón de polvo negro…
De regreso con Jason, quién seguía intentado llamar, sin obtener ningún resultado, solo dejó caer el teléfono, y se dejó caer de espaldas al piso de la azotea.
Miró el cielo rojo con nubes negras, tal cual como en un mundo de pesadillas, giró la cabeza a su lado y observó la espada con la que había matado a todos los esqueletos.
La tomó por el mango, le dio un corto vistazo a la hoja, y sin vacilar, se la enterró en el pecho, justo en su corazón, el sonido de carne desgarrada fue lo último que escuchó Jason mientras poco a poco, su vista se oscurecía.
"Jason…"
"Jason…"
"¡Jason!"
Jason abrió los ojos de golpe, y se encontraba en un espacio en blanco, miró a su alrededor alarmado ya que había reconocido esa voz, y con un enorme anhelo, buscó la fuente, casi con desesperación.
Y ahí la encontró.
Una mujer de unos 60 años, bastante mayor y de piel morena oscura, estaba vestida con ropa blanca, y esta miró a Jason con sus ojos avellana llenos de amor.
"¡Mamá!" En un movimiento desesperado, Jason corrió y cayendo de rodillas, abrazo a la mujer por la cintura, por miedo a que esta desapareciera.
Hace muchos años que no escuchaba que ella lo llamara por su nombre, después de todo, su madre era una paciente de alzheimer. Y hace mucho que ella no lo recordaba.
En los últimos 3 años, Jason estaba por su cuenta cuidándola, al mismo tiempo que trataba de obtener una carrera universitaria en un instituto público, para al menos calificar para poder optar por un trabajo, decente, que le diera lo suficiente para vivir.
"Mama… yo…" El estaba intentando hablar, pero cada vez que lo hacía, su voz se quebraba más y más, junto con sus ojos que no pudieron evitar ponerse rojos y comenzar a lagrimear.
"Shhh…" Su madre lo silenció mientras le acariciaba la cabeza, como si fuera un niño pequeño, bueno, de hecho, a los ojos de una madre, sus hijos siempre son sus pequeños.
"Estoy bien ahora Jason, estoy en un lugar mejor, me dieron esta oportunidad para hablar contigo, una última vez"
"…" Él no podía hablar, pero su madre siguió hablando.
"Debes ganar ese juego demoniaco Jason, debes alzarte sobre todos los demás y volverte el más fuerte" Su madre sostuvo el rostro de Jason con ambas manos, y le dio una mirada muy seria "No debes preocuparte por mí, yo ya era una carga que no te dejaba vivir tu vida, y bueno, ahora si tienes que vivir tu vida al máximo"
"¡No digas que eres una carga mamá!" Jason replicó, en un tono muy serio.
"Mi niño, ya se acabó mi tiempo, y tu ya estas por despertar, te estaré esperando aquí, junto con el resto de la familia, pero espero, que sea en un muy largo tiempo, prométeme eso" Ella le dio una mirada llena de amor a Jason, quien tenía una mirada muy seria en su rostro.
"¡Lo prometo!"
Con esas últimas palabras, Jason despertó.
Estaba de nuevo en la misma azotea, en el mismo lugar, y aun tenía la espada atravesada en su pecho…
Con una mirada incomoda, Jason la tomó con sus manos por el mango, y se le arrancó de un solo tirón, haciendo que la sangre salpicara nuevamente, un gruñido doloroso se atoró en su garganta, y escalofrío lo recorrió por la espalda, luego de ver como una espada salía de su corazón, y seguía muy vivo.
Lo cual no tenía ninguna clase de lógica.
En pocos segundos, la carne abierta por la espada, comenzó a cerrarse, hasta que no quedo ni una sola cicatriz.