Después de superar La Prueba de las Profundidades, RamGam, Busorres y Maximum se sintieron más fuertes y confiados. Justo antes de comenzar el siguiente desafío, el ambiente cambió, y se encontraron frente a una imponente fortaleza.
—Bienvenidos a La Carrera del Sigilo —anunció una voz resonante. Era el hombre mayor, que ahora actuaba como comentarista—. Hoy, los participantes deberán infiltrarse en esta fortaleza y recuperar una reliquia sin ser detectados. ¡Que comience el desafío!
Con una señal, los competidores se alinearon en la entrada de la fortaleza. RamGam se transformó en lobo ninja, listo para el reto.
—Recuerden, debemos trabajar en equipo y mantenernos en silencio —dijo RamGam, mientras se preparaban para entrar.
El grupo se deslizó en la oscuridad de la fortaleza, evitando las luces de los guardias, que eran otros competidores en el juego. Al principio, RamGam se movió ágilmente, guiando a sus amigos a través de los pasillos.
Al llegar a un amplio vestíbulo, se encontraron con varios grupos de participantes que discutían estrategias.
—Tenemos que ser astutos —dijo Maximum—. Si nos ven, estaremos en problemas.
—Voy a distraer a uno de ellos —dijo RamGam. Con movimientos silenciosos, se acercó a un grupo que estaba hablando sobre el medallón que debían recuperar.
Mientras tanto, Busorres y Maximum se ocultaron detrás de una columna, observando. RamGam hizo un ruido que atrajo la atención de uno de los competidores.
—¿Qué fue eso? —preguntó uno de ellos, girándose hacia donde estaba RamGam.
Aprovechando la distracción, Busorres y Maximum se movieron rápidamente, evitando ser vistos. RamGam, en su forma de lobo, se deslizó hacia el siguiente pasillo.
—Vamos, sigan mi ritmo —susurró RamGam, guiándolos hacia una puerta secreta.
Cuando llegaron a una sala repleta de trampas, el grupo se detuvo. RamGam se transformó nuevamente, utilizando su agilidad para desactivar las trampas mientras sus amigos lo seguían con cuidado.
De repente, un competidor entró a la sala, mirando a su alrededor.
—¡Rápido, escóndanse! —susurró Maximum.
Busorres, usando su control del agua, creó una pequeña cortina de agua que ocultó a sus amigos justo a tiempo. El competidor pasó sin notar nada.
—Gracias, Busorres —dijo RamGam, aliviado.
Finalmente, llegaron a una gran cámara donde brillaba la reliquia, un antiguo medallón rodeado de energía mágica. Sin embargo, varios competidores estaban también allí, intentando llegar a él.
—No podemos dejar que lo consigan primero —dijo Maximum, observando la escena.
—Voy a hacer una distracción —dijo RamGam. Con un salto ágil, se lanzó hacia el grupo de competidores, emitiendo un sonido que llamó su atención.
—¿Qué fue eso? —gritó uno de los competidores, mientras todos se volvían hacia RamGam.
Aprovechando la confusión, Busorres y Maximum se deslizaron hacia el pedestal donde estaba el medallón. Maximum, con su agilidad, llegó primero y se detuvo ante un enigma que aparecía en el aire: "Soy ligero como una pluma, pero ni la persona más fuerte puede sostenerme. ¿Qué soy?"
—¡El aliento! —gritó Busorres.
El medallón brilló intensamente y se desmaterializó en las manos de Maximum.
—¡Lo tenemos! —gritó, mientras los competidores se daban cuenta de lo que sucedía y comenzaban a acercarse.
—¡Rápido, hay que salir! —gritó RamGam, volviendo a unirse a ellos.
Juntos, los tres amigos corrieron de regreso a la entrada de la fortaleza, usando su agilidad y trabajo en equipo para evadir a los competidores que intentaban interceptarlos.
—¡Cuidado! —gritó Busorres, mientras un competidor se acercaba. RamGam transformado en lobo se lanzó a bloquearlo, evitando que los alcanzaran.
Finalmente, lograron salir de la fortaleza y se encontraron de nuevo en el claro.
—Felicidades a todos los participantes —anunció el hombre mayor a través de un altavoz—.
Los tres amigos se miraron, satisfechos y felices de haber enfrentado el desafío juntos, más unidos que nunca.