RamGam y Busorres se quedaron en silencio al escuchar las palabras del hombre mayor. La sala estaba impregnada de un aire de misterio y anticipación. Maximum, al lado de ellos, miraba con curiosidad, su cola esponjándose de emoción.
—Bienvenidos a los Juegos de Exit Amulet —dijo el hombre con una voz profunda—. Han llegado justo a tiempo. Todos los que están aquí participan automáticamente.
—¿Juegos? ¿De qué estás hablando? —preguntó Busorres, sintiendo una mezcla de intriga y temor.
El hombre sonrió, como si estuviera esperando esa pregunta.
—Cada uno de ustedes tomará una poción que les otorgará poderes especiales. Estos poderes serán esenciales para los cuatro juegos que disputarán en equipos de tres. El ganador de los juegos no solo regresará a su hogar, sino que también podrá quedarse con los poderes que le otorgue su poción.
—¿Y qué pasa con los que no ganan? —inquirió RamGam, frunciendo el ceño.
—Los que no ganen permanecerán aquí hasta que completen los cuatro juegos. No hay otra salida —respondió el hombre, con un tono que sugería que había más en juego de lo que parecía.
Los hermanos se miraron, procesando la información. La idea de competir en unos juegos tan extraños y peligrosos era aterradora, pero también excitante.
—¿Qué tipo de poderes podemos obtener? —preguntó RamGam.
—Cada poción es única —respondió el hombre—. Algunas pueden mejorar su fuerza, otras su velocidad o incluso les darán habilidades mágicas. Todo dependerá de su elección.
Con un gesto de su mano, el hombre hizo que un estante en la pared se iluminara, revelando una serie de frascos de pociones de colores brillantes. Cada uno brillaba con una luz diferente, emitiendo un leve resplandor.
—Ahora, elijan su poción. Recuerden, sus decisiones pueden cambiar el curso de los juegos y su destino —dijo el hombre, con un tono que indicaba la importancia del momento.
RamGam, Busorres y Maximum se acercaron al estante, sus corazones latiendo con fuerza mientras examinaban las pociones. El ambiente se llenaba de una tensión palpable; todos los demás participantes en la sala los observaban con la misma mezcla de esperanza y nerviosismo.
—¿Listos? —preguntó RamGam, mirando a su hermano y a Maximum.
—¡Vamos a hacerlo! —respondió Busorres, decidido.
Después de un momento de reflexión, cada uno eligió su poción, sintiendo que una nueva aventura estaba a punto de comenzar. La sala se llenó de murmullos y expectación, y el hombre sonrió con aprobación.
—Muy bien, ¡que comiencen los Juegos de Exit Amulet! —anunció, mientras el ambiente se cargaba de energía y emoción.