[El mismo auto negro se encuentra llegando a la preparatoria Aino.
Nuevamente, el lugar está acordonado y rodeado de policías.
Sanae se baja del vehículo y es recibido por Toshinori.]
Sanae: Detective…
Toshinori: Sucedió otra vez… una maestra de educación física se suicidó en el almacén de la escuela…
[Sanae permanece callado hasta que ambos llegan al dicho almacén.
Ahí puede observar a la profesora colgada del techo mientras médicos forenses cortan la soga y la bajan.
Sanae inspecciona nuevamente el cuerpo de cerca.]
Toshinori: ¿Tambien piensas que fue un asesinato?.
Sanae: Si.
Toshinori: ¿Por qué?, no hay ningún indicio de resistencia o pelea en su cuerpo.
Simplemente se colgó de la soga, ¿como puede eso ser un asesinato?.
Sanae: No necesariamente tuvo que haber un forcejeo… Alguien la obligó de una u otra manera a hacerlo…
Dígame una cosa detective Onoe….. ¿usted se considera un buen detective?.
Toshinori: ¿Eh?.
Sanae: Un buen detective analiza todas las posibilidades por más pequeñas que sean.
Un mal detective simplemente rellena el formulario y cierra el caso para irse a casa temprano.
¿Usted se considera uno de los buenos?.
Toshinori: C-Claro…
Sanae: Entonces nos llevaremos bien..
[Sanae y Toshinori entran a la oficina del director. Ahí están Eri y Asuka abrazadas mientras esta última no deja de llorar.
Al verlo, Asuke corre hacia él a toda velocidad.]
Asuka: ¡¡PAPÁ!!.
[Ella lo abraza con todas sus fuerzas.]
Asuka: L-La m-maestra… e-ella..
Sanae: Tranquila, tranquila, papá se encargará de todo….
[Sanae voltea a ver a Eri. Cuando sus miradas se encuentran, el tiempo se detiene.
Ese fue el momento que selló sus destinos. Si las almas brillaran con colores, las de estos dos serían muy diferentes.
Sus almas brillarían con colores enemigos, rivales, opuestos, reversos, uno del otro.
El alma de Eri brillaría de color rojo por toda la sangre en la que se ha empapado.
Sanae por su parte brillaria de color azul debido a sus ideales de justicia.]
Sanae: ¿Tu eres….. Eri?.
Eri: Si…
Sanae: Soy Sanae, el padre de Asuka. Normalmente estoy fuera de casa todo el tiempo trabajando, por eso no habíamos coincidido antes.
Ojalá hubiera sido en una mejor situación.
[Eri asiente levemente.]
Sanae: ¿Vieron a alguien extraño en la escuela?.
Asuka: ¿P-Por qué preguntas eso papá?...
Sanae: Porque creo que no fue un suicidio…. sino un asesinato.
[Sanae y Eri se miran nuevamente. Se puede sentir una tensión palpable en el aire.]
Asuka: ¿U-Un a-sesinato?... ¿a-alguien la mató?....
Toshinori: Esa es la teoria de tu padre. ¿Saben quien fue la última persona en ver a la profesora?.
Asuka: F-Fue Eri..
[Sanae continúa observando fijamente a E ri. Está analizando su expresión facial como si fuera un libro.
Ella se percata de eso, cierra los ojos y cruza los brazos.]
Eri: Si, fuí a preguntarle sobre los partidos del próximo semestre del club de tennis.
Personalmente no creo que fue un asesinato, estaba llorando desconsoladamente cuando hablé con ella.
Yo creo que simplemente tuvo suficiente y se suicidó cuando me fuí.
Sanae: No había ningún rastro de lágrimas en su rostro..
[Eri abre los ojos y mira de nuevo a Sanae.]
Eri: Las secó con su camisa mientras conversabamos…
Sanae: Probablemente…
[Sanae mira a Asuka.]
Sanae: Asuka, te llevaré a casa ¿de acuerdo?.
Asuka: S-Si…
Toshinori: Vamos a acordonar la escuela entera. Las clases se suspenderán por dos semanas.
¿Necesitas que te llevé a tu casa niña?.
Eri: Nah, tengo cosas pendientes que hacer en otros lugares.
Toshinori: Como quieras, pero no te quedes hasta tarde en la calle. Y vigila bien tus alrededores.
Eri: Claro..
Sanae: Andando Asuka..
Asuka: S-Si..
Eri: Adiós Asuka… hablamos por teléfono más tarde.
Asuka: Si… adios Eri…
[Sanae sale de la habitación junto con Asuka y Toshinori.]
Toshinori: ¿Y bien?..
Sanae: Lo tenemos…
Toshinori: ¿A que te refieres?.
Sanae: El asesino reveló su ubicación él mismo. Asesinando a la profesora reveló que es un estudiante de esta institución.
Y no solo eso, también que es un estudiante que debía estar bajo la tutela de esa profesora en específico.
Generalmente los profesores tienen asignadas siete clases. Solo tenemos que analizar a cada uno de los alumnos de las clases de la profesora y podremos encontrar al culpable.
Toshinori: ¡E-Eso es una locura!, ¡¿de verdad crees que un estudiante le haría eso a su profesora?!, ¡son solo niños!.
Sanae: Detective Onoe, si piensa que los niños de ahora son seres inocentes está muy equivocado.
Los jóvenes son el futuro de la sociedad… pero también pueden ser su perdición.
[Toshinori se quedó sin palabras. Esa última oración quedó grabada en la mente de Asuka.
Eri sonríe levemente, se coloca una chaqueta gris y sale de la escuela.
Mientras va caminando saca una cajetilla de cigarros y prende uno. Lo comienza a fumar mientras poco a poco se va alejando de la escena del crímen.
Ya por la noche, ella se encuentra recargada en una pared en el centro de Tokyo.
Continúa fumando.]
Eri: Asi que de verdad puedo hacer que la gente se suicide con tan solo mirarla a los ojos.
Pero para que funcione tengo que tener "esa" mirada. Necesito alrededor de cinco segundos para activarla.
Mis pupilas cambian de forma a un numero 6 de color rojo mientras que la parte blanca de mis ojos se vuelve negra.
Al parecer cuando el número se refleja en los ojos de la víctima ya es demasiado tarde.
La desventaja es que solo dura cinco segundos activado… por lo que si no logro que la persona en cuestión me mire en ese lapso de tiempo voy a necesitar esperar otra vez para activar el poder nuevamente.
[Eri recuerda a Agnar, aquel demonio que le otorgó los poderes y devoró el alma de Yumiko.]
Eri: Aunque aquella cosa dijo que si quería eliminar las limitaciones del poder solamente tenía que invocarlo de nuevo.
Es un fastidio, pero de momento no las necesito..
[Tras caminar por unos minutos, un hombre sale de un bar acompañado por dos mujeres.
Ambas tienen cara de asco pero son las típicas mujeres de compañía. Su objetivo es hacer que los clientes de los bares gasten el máximo dinero posible.]
Borracho: ¡LO DIGO EN SERIO!, ¡CASARME FUE EL PEOR ERROR QUE PUDE HABER COMETIDO!.
¡¡Y AHORA CON EL ESTUPIDO HIJO QUE TUVE HACE UNOS MESES ESTOY COMPLETAMENTE ENCADENADO!!.
¡¡SOLO PUEDO SALIR A DIVERTIRME UN DIA A LA SEMANA!!, ¡¿PUEDEN CREERLO?!.
[Las mujeres se ríen incomodamente.]
*En la mente de Eri*
--Realmente el mundo está repleto de personas asquerosas y despreciables.
Si los cuatro jinetes del apocalipsis bajarán esta misma noche para llevar a la humanidad a su fin, no podría importarme menos.
Todos los humanos son repulsivos al final de cuentas.
La única persona que merece ser salvada es Asuka. Ella es el único rayo de luz en esta penetrante oscuridad…--
Borracho: ¡Nos vemos!, ¡vendré la próxima semana!.
[El borracho comienza a caminar. Eri acelera su paso y lo rebasa empujándolo levemente con su hombro izquierdo.]
Borracho: ¡Oye!, ¡estuwpida!, ¡mira por donde caminas!.
[Eri voltea a verlo lentamente. En sus pupilas esta el numero 6 de color rojo.]
Eri: Lo siento mucho…
[El número se refleja en la mirada del sujeto. Esté queda paralizado unos segundos con la mirada perdida y después comienza a caminar hacia el cruce peatonal.]
Eri: Oye, ten cuidado, cruzar la calle por la noche es más peligroso….
Borracho: Si…
Eri: ¿Quieres que te ayude?.
Borracho: No…
[El borracho permanece quieto al borde de la acera. Tras unos segundos un auto pasa a toda velocidad y sin ningún aviso brinca sobre él.
El auto lo atropella destruyéndole el rostro y pasando encima de él. Después se descontrola y se estrella contra un edificio.
Las mujeres del bar comienzan a gritar aterrorizadas. El cuerpo del sujeto ha sido torcido como una botella de plástico.
Eri mira el cuerpo junto con el charco de sangre sin demostrar ninguna expresión.
Como si estuviera muerta por dentro.
Tras unos segundos continúa con su camino. Después de tomar un taxi unas cuadras más adelante, Eri llega a un complejo de apartamentos.
Sube las escaleras y abre la puerta de uno de ellos. En el sofá hay una mujer parecida a ella pero mucho más vieja.
Esa mujer está sujetada del brazo de un hombre fachoso. Al parecer es su madre y su padrastro.]
Mujer: ¿Cuanto, cuanto, cuanto me quieres?.
Hombre: ¡Mucho, mucho mucho!, ¡JAJA!.
Mujer: ¡¿Del 1 al 10 cuánto me quieres?!.
Hombre: ¡10 MILLONES!, ¡JAJA!.
[Eri pasa delante de ellos sin decir ni una palabra.]
Hombre: ¡OYE!, ¡NIÑA!, ¡¿QUÉ HORAS DE LLEGAR SON ESTAS?!.
[Eri lo ignora y se encierra en su habitación.]
Hombre: ¡HMPH!, ¡LAS ESTÚPIDAS ADOLESCENTES DE AHORA SON DEMASIADO EGOCÉNTRICAS!.
¡SE CREEN QUE SON LO MEJOR DEL MUNDO!, ¡CUANDO EN REALIDAD SOLO SON UNAS PERRAS ESCANDALOSAS!.
Mujer: Si, si, olvídate de ella, oye, oye, de aquí al infinito, ¿cuánto me quieres?.
Hombre: ¡AL INFINITO Y MAS ALLÁ!, ¡KJAJA!.
[Eri avienta su mochila a un lado y abre la ventana. Ahí observa la zona residencial de Tokyo bañada por la luz de la luna.
Nuevamente, en sus pupilas aparece el numero 6 de color rojo…]