Al cruzar la puerta del gremio de aventureros, me invade un ambiente sombrío y cargado. El aire está denso, mezcla de humo, sudor y un leve olor a metal oxidado. Las paredes son de piedra sin pulir, frías al tacto, cubiertas de carteles de misiones escritos en papel gastado y amarillento; algunos están tan rotos que apenas se leen.
Miro a mi alrededor y veo mesas de madera áspera, llenas de marcas y grietas, donde algunos Cenizales se agrupan en silencio, revisando sus equipos o murmurando entre ellos. Son miradas cansadas, de ojos grises y vacíos, rostros duros que hablan de una vida acostumbrada a la pelea y la precariedad.
Hacia el fondo del salón, veo un mostrador robusto y oscuro, y detrás de él, un anciano Cenizal con la piel aún más gris que la del resto. Sus manos están cubiertas de cicatrices, y su expresión, impasible, me observa mientras me acerco. Parece medir cada paso que doy, como si pudiera ver de inmediato si estoy listo para esto o no.
Me paro frente a él y, antes de que pueda hablar, sus ojos se clavan en los míos, evaluándome. En el mostrador, hay un libro grueso y descolorido, seguramente el registro donde inscriben a los nuevos miembros, con tinta corrida por las páginas de tanto uso.
Mientras espero para inscribirme, siento el peso de las miradas de los demás aventureros a mis espaldas.
-Buenas tardes, vengo a inscribirme para ser aventurero…
-Mmh, dime tu nombre chico.
Con una voz tosca y ronca me pregunta el viejo Cenizal.
-Ceniza
Al responderle, el asiente levemente y comienza a escribir con su pluma en el viejo libro gigante.
Mientras el escribe me volteo para mirar a mi alrededor, el gremio de aventureros es bastante grande, lleno de mesas y muchos Cenizals, algunos de ellos están discutiendo sobre encargos, otros parecen que están descansando. En total habrán unos 40 Cenizals, aunque al lugar aun le queda bastante espacio para utilizar, eso sin contar que hay unas escaleras que dirigen a el siguiente piso.
Algo en lo que me puedo fijar en estos aventureros, es que la mayoría de ellos tienen una condición física bastante decente, y están vestidos en su mayoría por armaduras de cuero portando armas hechas de algo parecido al metal, algunos llevan espadas, otros lanzas, arcos incluso hachas y espadones gigantes.
Algo que tienen todos en común, es que todos llevan un colgante con una pequeña placa del tamaño de un pulgar en el cuello, que supongo que será su identificación como aventureros, la mayoría lleva una placa de un color gris pálido , mientras que unos pocos de ellos llevan una placa de color bronce.
No me acuerdo de los rangos, pero los de la placa de color bronce sin duda son los mas fuertes al menos eso parecen, pues son los que mejor van equipados, con armaduras de placas y armas en buenas condiciones, hay uno de ellos incluso tiene una espadón gigante casi tan grande como yo, con una armadura de placas con el logo un garra en el pecho, esta armadura no oculta sus increíbles músculos, desde que llegue aquí, este Cenizal es el mas grande que he visto sin duda, medirá casi dos metros , junto con su condición robusta, parece un pequeño gigante, aunque lo mas destacable de el, es una cicatriz que empieza desde el cráneo y baja por su cuello hasta su espalda, sinceramente no se como esta vivo luego de recibir ese golpe…
Bueno, recobrando mis sentidos me hago la pregunta de los rangos, no me acuerdo bien de los rangos, pero si se que el rango se subía completando encargos del gremio, y mientras mas subías de rango, se te proporcionaba mejores misiones mas información y un trato preferencial, como uso de instalaciones para entrenamiento , alojamiento, tener tutores privados o incluso comprar Sutras .
Dependiendo el rango , la velocidad al subir de rango y la edad, incluso grandes gremios dentro de el Gremio de Aventureros podrían intentar reclutarte, y con eso tendrías prácticamente la vida solucionada, eso es algo a lo que yo quería llegar.
Incluso si fuera reclutado por un pequeño Gremio estaría bien , son como las empresas en el mundo moderno mas o menos.
Mi meta era mostrar mi valor y que alguno de los miembros de me acerquen, con eso al menos podría tener algún tutor y un sueldo, ademas de algo mas de información del mundo actual.
-Chico toma tu placa
El Cenizal mayor me llama, mientras coloca una pequeña placa como la del resto de los aventureros en el mostrador, la diferencia es que esta placa es de un color marrón oscuro.
-¿Sabes leer?
Mientras me voy acercando el Cenizal me pregunta.
-No…
-Era de esperar…
Suspirando , continua.
-Bien, básicamente, al hacer encargos en el panel de anuncios, que es aquel lleno de folios puedes ir cobrando comisiones y escalando de rango, pero claro... No sabes leer y mira tu condición...
El anciano me dice mientras levanta el brazo y me señala.
-Aun eres demasiado joven chico, puede que este no sea tu trabajo... De todas formas, si quieres tomar alguna misión dímelo, te recomendare algunas, estoy cansado de que mas jóvenes pierdan su vida inútilmente .
-Si… Yo entiendo, pero no tengo otra opción…
-Eso… Esa es nuestra triste realidad si… Mi nombre es Jack chico.
-Encantado de conocerte Jack.
Mientras Jack me dice su nombre , suspira y me miraba con ojos tristes.