En la región de Ulew, al este de la gran fortaleza, existe un valle rodeado enteramente por grandes montañas que se alzan hasta el cielo desapareciendo entre las nubes. Los tres puntos cardinales del valle están rodeados por altas montañas a excepción del este, el cual está cubierto por una espesa niebla color púrpura de la cual se han creado muchas leyendas a través del tiempo. La única salida del valle es un pequeño estrecho al oeste cuya longitud es suficiente para pasar un carruaje cargado sin dificultad. Un estrecho que atraviesa la montaña entera como si hubiese sido cortado por alguna espada divina caída desde el mismísimo cielo hace eones. Todo esto ha dado un nombre especial a este pequeño valle, Bur cuyo nombre en el lenguaje antiguo significa embudo.
Al estar fortificado por barreras naturales y un estrecho punto de entrada Bur podría considerarse como un excelente punto estratégico; pero existe un gran problema, la niebla púrpura. La niebla espesa que cubre todo el este de Bur hasta donde la vista ha de perderse es altamente tóxica para la mayor parte del mundo, unos minutos estando cerca de la niebla, sin la necesidad de tener contacto directo con ella, puede causar síntomas como mareo, vómitos, ceguera y en casos de contacto prolongado la muerte; esto también es aplicable a la fauna y flora local impidiendo que en esta zona crezca vegetación más allá que unos árboles grises desprovistos de vida. A lo largo de la historia solo una tribu ha desarrollado una semi-resistencia contra la niebla a cambio de tres desventajas, una fuerza física reducida, una tiempo de vida máximo de cuarenta años y el hecho de que uno de cada cien niños cae gravemente enfermo viviendo hasta los quince años de edad en el mejor de los caso. A esta tribu se le conoce localmente como Moox.
Los Moox son conocidos como una tribu débil y sosegada siendo la única tribu que ha logrado vivir en Bur durante casi cien años. A pesar de las desventajas que conlleva la exposición continua con la niebla y la falta de alimento dentro del valle, todos ellos han logrado establecerse en paz debido a que son los únicos que pueden extraer de forma constante un recurso único de la región, la madera gris.
A pesar de que toda la vegetación muere dentro de Bur, existe un tipo de árbol especial que ha mutado para poder sobrevivir ante la niebla tomándola como fuente de alimento, el árbol gris. El árbol gris es fácilmente reconocible debido a su gris opaco, su imponente tamaño y su tronco del grosor de un brazo de un soldado fornido. Esto es lo único que caracteriza al árbol gris dado que luego de ser cortado cualquiera lo confundiría con un trozo de madera pintado, pero el árbol gris tiene un secreto. Hace muchos siglos, uno de los más grandes investigadores que ha pisado el mundo descubrió que al sumergir la madera gris en sangre de bestia durante el tiempo suficiente esta adquiere una gran dureza y resistencia sin perder su flexibilidad y ligereza haciéndola un gran candidato para armas como arcos o lanzas, debido a todo esto algunos incluso la han llegado a llamar hierro de nube gris.
Debido a esto, hace muchas décadas el gobernante del reino cercano le propuso un trato al anciano de los Moox. Los Moox proveerán al reino de una cierta cantidad determinada de madera gris cada mes y a cambio el reino les proveería de alimento, medicina y seguridad para transportar los bienes al reino y de regreso a 'ur y cualquiera que osase con dañar las caravanas de los Moox o a su gente se enfrentaría con todo el poderío del reino en represalia. Con el paso de los años las caravanas provenientes de Bur fueron consideradas como un tabú al punto que actualmente estas no necesitan guardias que los escolten y disfrutan de cierto estatus en el reino.
Esta sinergia entre los habitantes de Bur y el reino se ha mantenido estable durante años permitiendo una vida pacífica para los Moox asegurando comida, protección y un hogar, algo por lo que cualquiera daría su vida por obtener.