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—¡Maldita sea, he estado allí abajo casi media hora, congelándome hasta la muerte! —Feng Tianyi se dio la vuelta al entrar y miró de reojo a Bai Jinping— Mira que aspecto tienes, ¿no sabes que se debe apreciar a las mujeres? Apuesto a que las chicas te han dejado bastantes veces, eso debe haber retorcido tu mente, ¿no es así?
—El aspecto de Feng Tianyi era realmente demasiado extraño, lo que hizo que Bai Jinping sospechara. Pero al escuchar la especulación maliciosa de Feng Tianyi, la ira brotó involuntariamente en su rostro— No me importa quién seas, chaval, lárgate de mi vista ahora mismo, y dejaré lo pasado en el pasado. ¡Si no, no me culpes por ser descortés!
