—Lin Zhijie, ustedes los jóvenes de hoy en día no pueden encerrarse en el laboratorio todo el tiempo. ¡Su salud es muy importante! —Yun Yang dijo esto ligeramente—. ¡Ser demasiado frágil no es bueno para nada!
—Yun Hanrui también intervino de manera algo reprobatoria—. Ling Feng, ¿no sabes cómo ser suave? ¡Esas manos son el activo más preciado de nuestra empresa!
—Lin Zhijie asintió incómodo—. El tío Yun tiene razón. Realmente necesito empezar a hacer más ejercicio. ¡Quiero contribuir más a la empresa por unos años más y trabajar para Xiao Rui muchos más años!
Lin Zhijie también percibió el descontento de Yun Yang y aprovechó la oportunidad para afirmar sutilmente su propio estatus, y luego sonrió como si nada hubiera pasado.
Siendo un graduado talentoso de Stanford, Lin Zhijie también poseía una alta inteligencia emocional. Su discurso no era ni servil ni prepotente, neutralizando efectivamente la "provocación" de Ling Feng.