—Deberías saber de antemano que no eres rival para mí, ¿entonces por qué te quedaste? —observaba Wu Rilin a Ling Feng con gran interés.
—¿Que no soy tu oponente? ¡Realmente te estás sobrestimando! ¡Tu capacidad para mantener tu estado actual no es más que depender de la vitalidad que tomaste de Wu Rike! ¿Cuánto tiempo podrás sostenerlo si se agota la vitalidad de Wu Rike? —Ling Feng extendió su mano en un gesto provocador y dijo.
—Parece que durante nuestra última pelea, descubriste mi debilidad. En efecto, puedo mantener mi estado máximo gracias a la vitalidad de Wu Rike, ¿pero qué más da? ¡Aún así no habrá problema en encargarme de ti! —La sonrisa en el rostro de Wu Rilin desapareció, y dijo con una expresión sombría.
Con esas palabras, el cuerpo de Wu Rilin se difuminó mientras se lanzaba hacia Ling Feng.