El suelo alrededor ya estaba cubierto de cadáveres de serpientes venenosas, y el aire estaba impregnado con un hedor a sangre. A pesar de que los miembros del Cuerpo de Mercenarios Entre Cielo y Tierra estaban siendo forzados a retroceder paso a paso, no entraron en pánico en absoluto, continuamente suprimiendo con fuego.
Los mercenarios eran realmente muy fuertes; después de un breve momento de pánico, ¡lograron organizar una defensa efectiva!
Pero el comandante sabía muy bien en su corazón que esto era solo temporal. ¡Porque simplemente había demasiadas serpientes—si se quedaban sin balas, lo que seguiría serían los momentos verdaderamente crueles!
Y efectivamente, ¡las preocupaciones del comandante se convirtieron en realidad! En un esfuerzo por suprimir a las serpientes, todos rápidamente usaron sus balas. ¡Sin armas de fuego, los mercenarios eran en el mejor de los casos humanos un poco más fuertes!
