—Entonces quedamos así; ¡debo actuar bien hoy y seguramente satisfaré al presidente! —dijo Lin Zhijie con una sonrisa.
Esta era la primera vez que Yun Hanrui había invitado a Lin Zhijie a venir a casa con ella, ¡lo cual era una señal muy positiva para Lin Zhijie! Al menos mostraba que su estatus en el corazón de Yun Hanrui había mejorado un poco.
Lin Zhijie se fue feliz, pero Yun Hanrui estaba mirando fijamente los documentos frente a ella.
—¿Por qué invité al Hermano Lin? —Yun Hanrui estaba algo preocupada porque sabía muy bien que a su papá siempre le había disgustado Lin Zhijie y lo había mencionado más de una vez en su presencia.