```
—¡Ah! —Yun Hanrui de repente se despertó, pero se encontró acostada en su propia habitación, la luz del sol entraba en la habitación, dando una sensación muy brillante.
—¿Eh? ¿No debería estar camino a la reunión de licitación? ¿Por qué estoy acostada en casa? —Yun Hanrui sacudió la cabeza, se sentía llena de energía, el cansancio anterior por el exceso de trabajo había desaparecido por completo.
La puerta se abrió y la tía Yun entró. Al ver a Yun Hanrui, las lágrimas comenzaron a fluir de inmediato—. ¡Hija mía, cómo te sientes ahora!
—Mamá, ¿qué te pasa? —dijo Yun Hanrui con una sonrisa—. Me siento genial y ahora tengo mucha hambre, ¡quiero desayunar!
—Está bien, iré a buscarlo para ti —asintió la tía Yun—. Tú ve a lavarte primero.