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Chapter 2 - II. Primer día en este nuevo mundo

Alex y yo nos dimos cuenta de que el inventario elimina el peso de las cosas, lo cuál tiene sentido por el límite de peso, no perdimos el tiempo en guardar lo que teníamos encima en el inventario, para luego aparecer frente a mi cara:

»"Capacidad de inventario: [6.5kg/500kg]

Alex no tenía muchas cosas debido a que estaba en su casa, pero yo llevaba bastantes cosas ya que estaba en la escuela, cómo el cuaderno en el que estoy escribiendo esto.

Nos dirigimos a la casa mas cercana que teníamos, »567« era el número que tenía en la puerta, parecía estar oxidado, cómo si tuviera mucho tiempo ahí. Entramos de inmediato en búsqueda de encontrar a alguien, por adentro, esta casa tenía de todo, una pequeña cocina, una sala con televisión y un comedor. De alguna forma todo parecía estar hecho para 2 personas y estaba bastante bien acomodado para ser un lugar tan pequeño. Buscamos en los muebles pero no encontramos más que una linterna y más cosas que no nos servirían para nada.

»"Capacidad de inventario: [6.55kg/500kg]

El piso de arriba parecía un cuarto para dos personas, tenía una cama matrimonial, que se nos ocurrió meter al inventario para ver cómo funcionaba. Nos dimos cuenta de varias cosas. Primero que no hacía falta hacer nada más que tocar el objeto que queríamos guardar con la bolsa y que sin importar el tamaño, desaparecería en un instante y un ícono con su imágen aparecería cada que trataramos de abrir el inventario, tras lo cuál apareció un mensaje.

»"Capacidad de inventario: [78.55kg/500kg]

—En la madre, ¿en serio pesa tanto una cama? — dije yo confundido

—El colchón no pesa tanto, yo diría que entre 15 y 20 kg, pero creo que también metiste la base, así que por eso pesa tanto. — me respondió tras darle un vistazo a mi inventario.

No encontré la forma de separar la base de la cama del colchón, pero no supuse que sería un gran problema.

Al lado de la cama, se encontraban dos mesas de noche, una en cada extremo, así como un clóset incrustado en la pared de cada lado, decidimos ver qué había ahí, puesto que nuestra ropa quedo un poco sucia por atravesar el suelo. Tras ver los closets, nos dimos cuenta de que había mucha ropa que nos gustaba, yo me puse una playera con un diseño de rayas blancas con negras y un pants negro, así como los tenis más cómodos que encontré. Mi amigo se puso una playera de la selección de fútbol junto con un pants azul y otros tenis deportivos. Procedimos a inspeccionar las mesas de noche y, convenientemente encontré un set de ajedrez, mi cosa favorita en todo el mundo, y mi amigo encontró un balón de fútbol con el diseño del mundial pasado. Los dos estuvimos felices por un momento, y tras seguir buscando en los muebles, vimos 2 pistolas, cada uno agarró una que solo contaban con un par de cartuchos y esperábamos nunca tener que usarlas, aunque de alguna forma sabíamos que lo haríamos.

Se empezaba a hacer de noche así que decidimos pasarla ahí. No podíamos dormir así que Alex y yo jugamos un poco de ajedrez juntos. La luna estaba saliendo y estaba en su punto más alto, cuando voltee a la ventana, para encontrarme con una cara desfigurada, como si estuviera derritiéndose ese hombre, mientras su ojo derecho parecía normal, su ojo izquierdo se caía hasta su mejilla y su nariz estaba cortada, cómo si no tuviera el cartílago que la formaba, y la mitad izquierda de su boca también parecía estar derramándose. Tenía una cara como de horror, completamente fija, le dije a Alex:

—Alex, mira... — dije con una voz temblorosa señalando a la cara que se asomaba por la ventana.

En cuánto Alex volteó, la cara empezó a bajar lentamente y al desaparecer la cara de nuestras vistas, escuchamos cómo se abría la puerta del piso de abajo. Por lo que nos asomamos para investigar. Alex bajó primero que yo pero mientras íbamos en las escaleras un brazo lo agarró de las piernas y se lo llevó arrastrando. Alex dejó salir un grito despavorido y me dijo.

—¡¡¡AYUDAME DIEGO!!!

Me apresuré a sacar la pistola de mi inventario y, antes de que ese personaje sacará a mi amigo de la casa, le disparé en la cabeza, dejandosela aún más desfigurada. De inmediato cerré la puerta con seguro y le dí otros tres disparos a esa cosa tan vomitiva.

—¿QUE MIERDA FUE ESO? — dijo Alex tras ese suceso tan traumático.

—Ni la más mínima idea, pero está horrible ésta cosa — dije yo tras ver de nuevo al monstruo aquel.

Y no lo llamo monstruo en vano, contaba con una figura humanoide, pero tenía una complexión extremadamente flaca y estaba tan alto como un árbol cualquiera. Tras eso, volteamos a ver fuera de la ventana para encontrar una infinidad de monstruos iguales, todos jorobados y viendo al suelo, cómo si estuvieran buscando algo a sus pies. Temerosos, volvimos al piso de arriba para pasar la noche, nos metimos en la cama y aunque tratamos de fingirlo, ninguno pudo dormir esa noche.