Volumen 1 - Capítulo 11: Pesadillas - Parte 1.
6:20 Am - Capital del reino - viernes 4 de marzo del Año 3093.
— Fein me alegro de que al fin llegarás. — la voz de Josh interrumpió en la sala de los aventureros donde la paladina miró al líder del grupo de ambas chicas, este se encontraba feliz de verla por alguna razón.
Junto a él se encontraba el maestro del gremio y algunos grupos de aventureros rango oro y superior, incluso entre ellos se podía ver un grupo de rango platino y uno rango diamante, eran la elite entre los aventureros, pero, aun así, lucían bastante confiados para la misión que estaban a punto de hacer, Fein no sabía si el maestro del gremio había explicado la situación en la que se encontraban, pero ella no se metería en esos asuntos.
Después de todo, si quieres llegar a esos niveles, tener miedo de seres como dragones y monstruos de alto nivel es algo que no deberías sentir.
— ¿Qué haces aquí Josh? — comentó Fein con duda mientras el joven se rio por lo dicho por la chica.
— Te lo había dicho antes, le debo una a Ikal y no quiero deberle nada a nadie, para serte honesto también quiero pagar lo cometido por mis compañeros de equipo, por lo que iré a ayudarlos, hable con el maestro del gremio y al menos sabe que soy alguien de confianza y si muero fue mi culpa jaja... Así que no te preocupes... Prometo ayudar con mi habilidad "Defensa perfecta" para protegerlos a todos. — dijo riendo mientras Fein sonrió.
El resto de aventureros los miró con un rostro confundido, sin embargo Fein usó su habilidad en Josh.
— "Defensa Perfecta" Una habilidad sanguínea que permite crear escudos de magia que protejan al usuario, de manera pasiva aumenta la resistencia y la defensa, útil para un luchador cuerpo a cuerpo y apoyo. — mencionó Fein en su mente mientras Josh le miraba confundido por los ojos brillantes de la chica.
— Muchas gracias Josh, se agradece tu ayuda. — dijo Fein sonriendo, gracias a esto opinaba diferente de él, si bien era un buen tipo y la culpa la tenía su excompañero, sabía lo fuerte que era Josh y ahora realmente lo respetaba como para ir de nuevo a ese lugar.
Fein miro como la puerta del gremio se abrió viendo a los que entraban era el grupo de mercenarios contratado por Fein, Yuei Urnish saludó a la chica mientras presentaba a los que aceptaron la misión.
Era un grupo de mercenarios todos ellos de rango alto, por sus placas color doradas, para Fein que ella no conocía nada acerca de los rangos de los mercenarios decidió preguntarle a Yuei cuando lo vio y explicó acerca de los niveles de mercenarios y sus distinciones.
— Verás, los mercenarios también tienen rangos similares a lo de los aventureros, la única diferencia es en la cantidad de estos niveles, los mercenarios tienen un total de 4 niveles principales y cada uno dividido en otros tres, comenzando con Inicial de nivel 1 donde tenemos una placa de color Celeste, Intermedio Donde esta se vuelve violeta, Avanzado donde nuestra placas se vuelven doradas y en la clase Expertos donde nuestra placas se vuelven negras, aunque también esta el Nivel Maestro pero son muy pocos los Mercenarios que han llegado a ese nivel en 300 años... Si bien es diferente no necesitamos tantas clasificaciones, pero no te preocupes todos ellos son de alto nivel, califican para la misión de ahora. — dijo Yuei mostrando su placa de rango Avanzado de nivel I.
— Bien entonces estoy a su cuidado chicos, tienen la responsabilidad de ayudarme a rescatar a mis compañeros. — dijo Fein mientras estos solo la miraron no parecían tan sociables como lo era Yuei, pero bueno ella no necesitaba eso, solo necesitaba la fuerza para ayudar a sus compañeros incluso si uno de ellos moría...
Fein rápidamente miró sus manos, ella nunca pensó pensar algo como eso... Parecía que lo ocurrido le había afectado pero decidió ignorarlo de momento pues ya casi era hora de partir.
Una vez la hora llegó, todos partieron rumbo a la ubicación en el bosque Saerg, gracias a los contactos del gremio irían en carruajes por lo que los caballos corrían a toda velocidad soltando aquella aura blanca referente a la magia, eran mucho más veloces que los caballos que podrías encontrar en la tierra, gracias a la magia su velocidad aumentaba tres veces, mientras cada aventurero se preguntaba la clases de peligros que encontrarán pues llevaban aventureros avanzados y un grupo de mercenarios Expertos, esto hacia que todos tuvieran una duda, que era lo que encontraron en ese lugar que necesitaban tantas manos poderosas.
Por lo que esperando en el caminó Fein esperaba llegar a tiempo antes de que algo malo pasara.
Con Ikal y Hilda.
— Parece que estás en problemas Hermano. — comentó la voz de una mujer en la cabeza del joven hombre el cual saltaba sosteniendo a la chica en sus brazos.
La mujer de gran busto y piel morena que portaba el nombre de Kali miraba a su contraparte con un rostro serio, Ikal por su cuenta la miraba de reojo mientras esquivaba los ataques de las hormigas que intentaban acercarse.
— Así que no has hablado conmigo en días y decides aparecer apenas ahora... Si que eres una desgraciada Hermana. — comentó Ikal esquivando un ataque mientras con su pierna derecha dio una patada al suelo haciendo que las rocas empezaran a salir contra las hormigas.
— Vaya buena idea esa de castear magia mientras usas tus piernas se nota que fuiste un luchador de cuerpo a cuerpo hermanito. — comentó la morena haciendo que Ikal solo riera por sus palabras.
— ¿Dime que quieres? — comentó mentalmente Ikal a lo que la chica morena rio.
— Me preguntaba cual era la razón por la que escapabas de esas cosas, ahora que poco a poco nos estamos funcionando pensé que alguna de mis memorias te llegaría a la cabeza y con tu técnica de sombras lograrás obtener un gran poder ahora. — comentó Kali.
— Que no es obvio estoy cansado de... — comentó Ikal pero fue callado por Kali.
— Tienes miedo de ver morir a la pequeña mujer que se parece a tu esposa. — comentó Kali mientras su mirada se enfocó en Hilda.
— Está bien lo entiendo, yo también estaría como tu en tu caso... Sin embargo tengo asuntos pendientes que tratar con todas estas basuras, así que date prisa y llévala a un lugar seguro para que te puedas encargar de esos malditos insectos. — comentó con un tono cansado la chica a lo que Ikal asintió.
Ikal y Hilda corrían por los túneles mientras las hormigas los buscaban, ya habían escalado bastante del camino, incluso algunas que habían perdido partes de su cuerpo por las rocas que Ikal lanzó estaban poniéndose al día, desde este lugar se podían ver las zonas afectadas por el derrumbe, entrando por un túnel Ikal miró una de las salidas, pero era bastante pequeña como para que el pudiera salir y aunque pudiera él no quería salir, no ahora que sabía que había una forma para ganar más poder de fuego quería conseguirlo todo.
— Bien Hilda escucha el plan, usare mi magia de tierra para agrandar el túnel lo suficiente para que pases y no llames la atención, al salir busca a los aventureros que vendrán con Fein yo los voy a distraer para que no te sigan ¿Vale? — dijo Ikal rápidamente mientras Hilda le miró.
— ¡Olvídalo! Son muchos y aún no has descansado por completó... Aparte me he vuelto más fuerte puedo sentirlo yo podría ayudarte y aún está aquella mujer hormiga que es muy poderosa, incluso con aquella técnica tu no... Si te atrapa podrá vencerte, aún no tienes la fuerza suficiente para... — intentó seguir diciendo la rubia en pánico pero Ikal la tranquilizó con un pequeño golpe con su dedo en la frente de la rubia.
— Sabes, cuando ella me decía que era un tonto y que siempre pensaba negativamente creía que ella era una pesada conmigo pero en este momento creo que puedo entenderla... Así que confía en mí yo ganaré, solo apúrate en traer a los demás para derrotar a todas estas basuras. — con eso dicho Ikal colocó la mano en la pared y la fractura del túnel se abrió hasta que se volvió más grande.
La luz del sol se filtró iluminando esa parte de la cueva, con una sonrisa miró a Hilda, y allí el mismo noto el cambio que presentó, aquel mechón blanco brillaba intensamente y sus ojos rojos tenían un brillo peculiar.
Hilda solo podía ver a Ikal y ante su vista diferentes imágenes pasaron, podía verlo luchar contra las hormigas, podría verlo golpeado en el suelo, podía ver a Fein y Josh junto a Yuei peleando contra la mujer hormiga, podía ver al Maestro del gremio peleando de igual forma contra las hormigas, en solo unos segundos ella había visto todo y antes de que pudiera decir algo la loba apareció.
Greed tomó a Hilda de su ropa llevándola por el túnel rápidamente, haciendo que Ikal sonriera. Las hormigas de todo el hormiguero que los buscaban sintieron la magia y mientras Hilda salía por aquella entrada Ikal suspiró cerrando la grieta haciendo que la luz del sol se fuera, moviendo su mano y generando una pequeña sombra paso a través de esta, varias entidades amenazaban con salir de su sombra, el moreno suspiro y miro a enfrente.
— Kali, cuanto tiempo me queda antes de entrar al géminis. — comentó Ikal calmadamente mientras su contraparte le miraba.
— 1 día, después de hoy tu y yo estaremos unidos por completo, dejaré de ser una entidad independiente y mis memorias y lo que soy se juntaran, tu cuerpo cambiara a tu forma "femenina" y tendrás que adaptarte hasta que logres dominar tu cuerpo en esa forma, ya que bueno no será nuestra verdadera forma. — comentó Kali.
— Supongo que es porque solo eres un fragmento... No importa al menos tengo un día más como hombre antes de ser una chica... con razón me sentía extraño... Puedo sentir la energía de mi cuerpo alterarse... ¿Debería tener sexo con una mujer antes de transformarme en una? — comentó Ikal en tono burlón mientras Kali rio.
— Tus gustos no cambiaran, podrías tener sexo igual con una chica con tu cuerpo femenino. — comentó Kali a lo que el moreno rio.
Escuchando los pasos de las hormigas que se acercaban, el suelo tembló por aquellos veloces pasos.
Ikal rio mientras ajustaban sus guantes y su rostro se volvió muy serio, su aura era tenebrosa mientras el verdadero rostro de Ikal Hedeon se mostraba.
— Ahora que ya no estas puedo mostrar este rostro, eres aun muy chica para verme así Hilda.. Demonios porque eres tan parecida a ella... — comentó Ikal, en el fondo de todo, aquella hormiga humanoide sintió un pequeño escalofrío, miró hacia arriba y por alguna razón su cuerpo le decía que había algo peligroso en este lugar.
Ikal miró como las hormigas llegaron a la habitación y antes de que siquiera las dejara reaccionar corrió contra ellas mientras estrelló un puñetazo cargado de su propia energía en contra de una de estas criaturas.
Un golpe bestial fue dado en el cráneo de la hormiga mientras ésta estalló en una explosión asquerosa.
Las demás solo pudieron ver como una segunda y una tercera sufrían el mismo destino, mientras el moreno miraba fijamente a su siguiente objetivo.
— Adaptando un estilo de pelea único y combinándolo con tu energía para hacer todo el daño posible sin gastar apenas magia, eres peligroso Hermanito. — comentó Kali viendo como las hormigas explotaban una en una.
En el boxeo había un movimiento clásico, los tres golpes continuos o también conocido como el izquierda, derecha e izquierda, una serie de movimiento tan sencillo que incluso las personas normales no entendían la efectividad del ataque al realizarlo correctamente.
Ikal dio un movimiento con sus pies para moverse con velocidad, dio otro golpe abriéndose paso entre todas las hormigas las cuales intentaban atacar, pero era en vano, este esquivaba en una posición de boxeador perfecta haciendo mucho daño.
Cada ataque de las hormigas eran tres puñetazos de Ikal que acaban con una de estas criaturas... La energía en su cuerpo aumentó mientras los golpes que daba eran bestiales, izquierda derecha e izquierda, derecha izquierda y derecha, golpes continuos que daban en el blanco de las hormigas obreras que simplemente no tenían nada que hacer en contra del poder en bruto del moreno.
Las hormigas soldado se alejaron mientras lanzaban un ataque de magia contra Ikal, el moreno volteo y moviéndose hacia ellos, logró esquivarlo gracias a sus reflejos se posicionó para atacar nuevamente.
Una hormiga cercana lo tomó con sus colmillos e intentó cortarlo , pero un sonido como si un metal fuera golpeado fue lo único que se escuchó al realizar su ataque.
Ikal recordó aquello que Hugo le había mostrado hace tiempo, aquella técnica que los monjes del Imperio de Liuzen usaban a la hora de luchar, el poder de su energía en los músculos y la piel, el reforzamiento del Qi, una técnica diferente a la protección mágica pasiva que manejaba normalmente.
Actualmente el cuerpo de Ikal no solo era protegido por su poder mágico, su energía física protege cada parte de su cuerpo creando una armadura aún más poderosa e incluso su energía espiritual lo hace con su respectiva utilidad.
Durante su entrenamiento con Hugo aprendió no solo lo básico de cada energía si no también el reforzamiento del cuerpo, el alma y la magia, las tres defensas corporales que existían en este mundo y que eran pocos los que podían usarlo cómo el .
Si la gente pensara que era un tanque que destruía todo a su paso, no se equivocarían, ahora mismo eso era lo que Ikal era.
Su cuerpo que estaba reforzado como una armadura sostenía el brazo que paró su ataque sin embargo la energía estalló de golpe partiéndola a la mitad.
Las almas de las hormigas obreras rápidamente se transformaron en invocaciones para él, y cuando parecía estar distraído una de las hormigas intentó atacar de frente con una embestida pero de la sombra del moreno unas enormes garras sombrías salieron de ella, destrozando por completo el cuerpo de esta.
La segunda hormiga fue tomada de los colmillos, mientras los restos de la hormiga anterior salpicaba en todas direcciones, tomando su daga la clavó en el cráneo haciendo que cayera muerta al suelo, se movió con rapidez hacia atrás mirando a las restantes.
Creando viento en su mano, un impulso lanzó a todas las hormigas mientras eran tiradas por el barranco de los pisos inferiores, para chocar contra el suelo con rapidez.
Una hormiga soldado fue vista por Ikal mientras lanzó su daga directo al ojo de esta que la hizo gritar, Ikal se movió con rapidez y dando un salto azotó su pie contra la hormiga enterrándola contra la pared.
Tomó la daga y esquivó la mordida de la otra hormiga que partió la cabeza de su compañera, Ikal comenzó a caer mientras usando sus alas se mantuvo y creando varias flechas mágicas las cuales las disparó, la hormiga soldado moviéndose por la pared logró esquivarlo. En el aire Ikal creó múltiples balas de roca y comenzó a bombardearla mientras las piedras hicieron caer a la hormiga encontrando su final en el suelo.
Ikal volvió al suelo mientras miraba su daga llena del líquido similar a sangre violeta de las hormigas y lo limpió con su magia de agua haciéndola escurrir.
— A veces el mundo es injusto, cuando tienes la capacidad de luchar te pone en mierdas como está... — se decía para sí mismo mientras levantaba su mando absorbiendo el alma de estas criaturas.
— Se han agregado las almas de las hormigas derrotadas, actualmente se ha agregado más 10 sirvientes de clase Hormiga Obrera, y 3 de la clase hormiga soldado. — comentó la voz de Vex haciendo que Ikal mirara a las criaturas desde su "Visión del sistema".
Aunque tenía un montón de hormigas sabía que necesitaba aumentar aún más su fuerza, pensó que tal vez aquella hormiga femenina podría ser de utilidad, por lo que si quería aumentar su fuerza tenía que ganarle.
Rápidamente se enfocó en la visión delante de él, miraba la llegada de varias hormigas humanoides, sus pensamientos eran simples, esas cosas serían buenas para su ejército, formaría un ejército capaz de pelear contra los dioses y necesitaba conseguir todos los sirvientes posibles.
Con un suspiró guardo su daga mientras saco aquel sable negro que parecía liberar la energía roja de Ikal sin embargo eso no era todo lo que estaba pasando, como si de un efecto se tratase algo ocurrió en un lugar muy lejano...
Castillo Real del Imperio de Iure - Territorio de los Semi-humanos - Casa de entrenamiento de las hermanas de la guerra.
— ¡Vamos Señoritas! Tienen que moverse más rápido, sean más ágiles, más letales, los rumores de una guerra en el futuro se viene y como las representantes de nuestra gran hermana y señora de Iure tenemos que demostrar de lo que somos capaces, tal vez no ha aparecido aún nuestra campeona, pero aun así tenemos que movernos y prepararnos para su llegada. — comentó una mujer con rasgos a los de un semi-humano de tipo tiburón.
El resto de mujeres que de la misma forma mostraban diferentes variantes semi-humanas entrenaban sin parar asintiendo a las palabras de su superior en voz alta.
Cerca de allí un hombre de gran tamaño que portaba los rasgos de un lobo acompañada de una joven mujer se encontraban observando lo que parecían ser varias soldadas que estaban entrenando.
— Las hermanas parecen estar entrenando más duramente... — comentó la chica lobo a lo que su padre asintió.
— Han pasado mas de cuatro meses desde la llegada de los campeones de otras razas... Y no hay rastros de nuestra campeona... Todos en Iure y Zaike estamos nerviosos de que una guerra se avecine... Seguramente ellas mas que todos nosotros... Después de todo ellas son la representación de nuestra campeona Kali, pues las hermanas de la guerra fue uno de los grupos que originalmente fue entrenado por ella y al que le pasó sus habilidades y enseñanzas, son sus hijas. — comentó el hombre con aspecto de Rey mientras su hija lo miraba.
— Han pasado más de 3000 años papá... De verdad crees que ella volverá de la muerte, eso es imposible... Nadie puede volver, no importa si son campeones o no, los que llegaron no son los mismos, no tienen sus recuerdos... Hay que aceptar que nuestra señora se fue... — comentó la chica algo enfadada mientras su padre le miraba con algo de enojo.
— Cuida tus palabras hija... Nuestra señora jamás nos dejaría, ella formó no solo nuestro imperio, formo el de los dragones y el de los humanos, aunque los humanos la olviden, ella formo nuestros territorios con su poder y conocimiento, sus muestras de amor fueron tantas que este mundo sobrevivió solo por ella, aunque los demás la quieran enterrar por lo que paso en verdad hace 3000 años, ella volverá... Estoy seguro de eso y cuando lo haga ese gran fragmento de arma brillara, esa será la señal de que ha vuelto — comentó el hombre lobo hacia una estructura de metal enterrada en medio del castillo, su tamaño era enorme y parecía ser una especie de bastón gigante roto.
— Lo siento padre pero han pasado dos meses desde la llegada del ultimo campeón, si ella no se ha aparecido es porque nos ha dejado... — comentó la chica lobo pero rápidamente se quedó quieta mirando aquella estructura en shock, pues una tenue aura anaranjada y rojiza se mostro envolviendo el fragmento sin que nadie se diera cuenta...
En segundos una corriente de energía mágica empezó hacer visible aterrando a todos.
Aquella estructura hecha de una especie de material metálico negro estaba brillando en rojo y el suelo empezó a temblar.
En Zaike - En el Imperio Dragon.
Lo mismo estaba ocurriendo en el territorio de Zaike, el fragmento que ellos cuidaban se encontraba lleno de una extraña energía roja que empezaba a temblar toda la zona donde se encontraba.
El ruido era aterrador. mientras el extraño fragmento negro perteneciente al arma de su maestra se encontraba intentando salir, los Dragones observaron con emoción este acontecimiento.
En Urie.
Las cosas no eran diferentes, en una de las iglesias de un pueblo cercano a la capital humana, una mujer de piel morena que portaba una túnica negra observaba una pequeña estatua, en ella podía ver la imagen de una hermosa mujer sosteniendo un arma, esta brillo en un color rojo atrayendo la atención de la mujer.
Su rostro se mostro dejando una apariencia triste y con visibles lagrimas en ella.
— A si que tus sueños eran ciertos al final del todo... Hija... — comento la mujer sonriendo mientras notaba aquella energía a la distancia.
Devuelta en Zaike - Con las hermanas de la guerra.
Las hermanas de la guerra de Zaike miraban con emoción aquel brillo rojizo, esto trajo la duda de aquellos con mayor poder político... Algo que los puso nerviosos al ver lo que paso, el arma de la leyenda, aquella que era apodada como la bestia anaranjada por su aura del mismo color estaba brillando en ¿Rojo?...
Nadie sabia que estaba pasando, sin embargo aquellas hermanas que eran entrenadas por la campeona del pasado se acercaron a la gran arma brillante.
— ¡El arma de la campeona esta brillando! ¡Ha vuelto, la campeona ha vuelto! — y sin que nadie pudiera decir nada aquella arma se elevo en el cielo liberando un aura de dos colores una imponente aura roja acompañada de una pequeña aura naranja estaba allí flotando solamente siendo vista por todos, de golpe aquella arma redujo su tamaño tomando una forma liquida.
Devuelta en Iure - Con las hermanas de la guerra.
— Prepárense para el viaje, tenemos que ir con el rey dragón, el caos pronto azotara este mundo. — comentó el hombre lobo mientras sus súbditos lo seguían.
Sin embargo antes de que pudieran partir, el arma de la campeona se elevo en el cielo y salió disparada hacia otro lugar.
La pequeña chica lobo que miraba esto en shock estaba enamorada de la vista que todo esto le estaba dando, era un espectáculo para todos aquí, aquella hermosa aura que liberaba el arma de la antigua campeona era increíble.
Como si ella misma la conociera de toda la vida miro en el cielo como el objeto gigante redujo su tamaño mientras volaba a una dirección.
Era como en los cuentos que su pueblo había escrito en el pasado, pidió perdón de todo corazón por ser tan idiota... Por no confiar en su regreso...
Todo era verdad, el regreso de la heroína más poderosa, el regreso de la campeona de las cuatro razas...
De vuelta con Ikal.
El moreno se encontraba viendo a las hormigas con odio, su aura estaba brillando fuertemente mientras los insectos parecían moverse por todos los muros.
— ¡Estúpidas criaturas! ¡No sobreviví a una estúpida guerra Atómica acompañada de máquinas que podrían destruirlas como si nada! Si creen que moriré tan fácil bastardos están muy equivocados. — comentó en voz alta Ikal mientras el aura se intensifica, por alguna razón podía ver la imagen de aquellas criaturas en el pasado, mientras detrás de todas ellas había una entidad similar a una mujer monstruo que se reía de todo el caos que había causado.
Respiro profundamente calmando su cuerpo, ahora no era tan fuerte como la gente podía creer, él no era un superhéroe de la ficción, seguía siendo un humano, aún teniendo el talento de los campeones el no estaba en su mejor momento, pero se volvería más fuerte mucho más fuerte que su hermana lo fue y más fuerte de lo que el fue.
Más hormigas llegaban por las paredes de toda la mazmorra, sin embargo de la sombra aquellas garras que lo habían protegido se mostraban de nueva cuenta, un enorme ser sombrío, de color negro y ojos de color rojo se mostraba imponente, aquel ser que era conocido como una "Garra Plateada" estaba de pie detrás de Ikal, su apariencia era diferente a una garra plateada, pero era muy similar a la apariencia de aquellas hormigas cuando "Dominio del Mictlán" les había hecho efecto, La Reina Lust estaba presente.
A sí mismo diferentes hormigas salieron de la sombra al igual que un Slime y una Goblin acompañada de un ser de energía oscura que se encontraba visiblemente molesta.
— "Dominio del Mictlán, liberación" — fueron las palabras que sonaron en la cabeza de Ikal.
— ¡Si quieren cazarme entonces déjenme mostrarles los colmillos y las garras basuras! — comentó Ikal mientras el rugido de aquel enorme oso pardo combinado con un tigre de enormes garras rugía y se ponía de pie mostrando su poder.
Las hormigas retrocedieron mientras la imponente osa se colocaba delante del campeón de las cuatro razas y su rugido las hizo atemorizarse.
— ¡Es hora de divertirnos! ¡Pueden devorar todas las almas que quieran! — comentó Ikal con una sonrisa presumida mientras los sirvientes del Mictlán empezaban a atacar.
Con Hilda.
La chica salió de la grieta sintiendo como detrás de ella la energía de Ikal se había disparado, de golpe miro a Greed moviendo su cola mientras miraba al pozo, sin embargo moviendo su cabeza hablo.
— Tenemos que ir a completar el encargo de mi maestro. — dijo aquella loba mientras Hilda sin decir nada se subió al lobo mientras éste corría siendo guiado por la elfa la cual solo podía desearle suerte en la batalla que estaba llevando su amigo.
— ¿Qué tan fuerte puedes llegar a ser Ikal?... — con sus pensamientos un poco más tranquilos ella sabía que Ikal podía soportar esta amenaza, por alguna razón lo sabía.
Con Fein.
El grupo viajaba a través del bosque, no habían visto ni siquiera movimiento de las hormigas o incluso otras criaturas, debido a lo ocurrido anteriormente se podía sentir un aura que presionaba a todos aquí.
Las cosas habían sido complicadas, los aventureros de alto nivel sintieron que algo no estaba bien, contra qué cosa estaban enfrentándose.
Fein usando su don miro como una presencia que ella conocía llegaba rápidamente, el aventurero que tenía su arco también lo sintió y apuntó, se movía muy rápido y el poder mágico que sentía era extraño, por lo que intentando disparar fue detenido por el maestro del gremio.
— ¡Hilda! — el carruaje se detuvo al ver saltar a la pelinegra mientras todos miraron ese gran lobo en el que venia, era extraño, su pelaje era negro pero podías ver que no era un lobo común, su aura y apariencia era como el de un monstro de alto nivel.
— ¡Maldición me alegro que estés bien!... Pensé que habías muerto, demonios Hilda... — las lágrimas de Fein salieron mientras abrazaba a su amiga y esta hizo lo mismo.
— Estoy bien Fein... Ikal me salvó cuando estaba cayendo, por eso estoy aquí, las cosas allí dentro son más grandes y necesitamos toda la ayuda que podamos, hay un monstruo muy fuerte allí dentro necesitamos volver rápido. — comentó Hilda mientras Fein le miraba secándose las lágrimas.
Había visto algo raro en ella, el aura de la chica había cambiado, su poder mágico se aumentó, su aura era diferente algo similar a la mostrada en aquella ocasión y uno de sus mechones de pelo se había vuelto blanco.
Hilda había cambiado y ella misma no se había dado cuenta de su cambio...
El maestro del gremio usando su don observó a aquel lobo y estaba impactado de lo que sus ojos eran capaces de ver.
— ¿Maldición qué demonios eres Ikal Hedeon? — comentó el elfo oscuro, mientras la interfaz mostraba los datos del lobo con el nombre.
— "Sirviente del Mictlán - Clase: Reina - Nombre: Greed - Maestro: Ikal Hedeon" — cuando intento ver las estadísticas y clasificación sus ojos no podían leerlos, la mayoría de los símbolos de las estadísticas de su potencial estaban ilegibles, incluso Fein que uso la misma habilidad que el maestro del gremio le paso lo mismo, pero al ver el nombre del maestro de la bestia se emociono.
— Así que tu nombre es Greed... Gracias por traer a mi amiga de vuelta... — comentó Fein a lo que la loba le contestó.
— Lo que sea por la joven maestra, mi maestro me ordenó traerla a este lugar y volver, por favor sígueme. — comentó Greed, pero rápidamente se colocó frente al dúo de chicas para defenderlas de algo que se acercaba.
Sin embargo Hilda se movió sin siquiera pensar, como si su cuerpo estuviera en gran libertad, sus ojos brillaron y mostraron diversas escenas de las hormigas atacando por sorpresa a los aventureros, por lo que levantando su varita y diversas espadas de agua salieron disparadas a alta velocidad cortando los árboles y creando un ruido de explosión.
De los árboles y arbustos diversas hormigas soldado aparecían dañadas incluso algunas muertas.
— No pueden escapar de mi mente de dios y ojo divino estúpidas plagas. — la voz de Hilda se había vuelto fría mientras sus ojos brillantes hizo temblar al maestro del gremio y a la misma Fein pues la forma de atacar de Hilda no era la misma que antes.
— ¡¿Acaso estaban esperando a que no prestáramos atención para atacar?!... ¡Malditas hormigas como son tan inteligentes! — comentó uno de los aventureros mientras Fein y el maestro del gremio hablaron al mismo tiempo.
— No son hormigas de mana...— ambos se miraron, sus ojos habían visto las mismas cosas.
— ¡Atención! ¡Estas son las criaturas a los que nos enfrentaremos! ¡Por favor tengan cuidado estas cosas fácilmente podrían dejar paralítico a un hombre de solo un golpe! — dijo el elfo oscuro mientras su mente estaba analizándolas por completo a estos monstruos.
— Estas criaturas son pesadillas, estoy seguro de esto... Hay leyendas y escritos de la época del cataclismo de hace 3000 años que azotó a nuestro mundo donde había historias de varias razas de monstruos que se "Corrompieron" y fueron llamadas pesadillas, estas debieron ser una de estas razas pero porque... Si es una maldición debieron controlar a las hormigas de mana y diferentes clases de hormigas para llamar la atención mientras ellas aumentaban sus números con las hormigas de clase princesa o con aquellas de clase reina de cada especie de esos lugares...— comentó el maestro del gremio en voz baja.
Mas hormigas llegaban de todas direcciones, algunas eran corrompidas y otras parecían estar en ese proceso.
— Entonces no ganaremos nada quedándonos quietos ¿Verdad? — comentó Yuei sacando ambas espadas y sin esperar nada se lanzó con rapidez cortando a varias hormigas en un solo movimiento.
Y antes de que el resto de mercenarios hicieran lo mismo que él, Hilda levanto su varita y pronunciando unas palabras extrañas que no eran capaces de entender la extendió.
— Magia de agua: Tromba. — una corriente de agua similar a un gran tornado de agua golpeó de lleno a las hormigas, cada una de estas fueron aplastadas por la presión del agua, todos se cubrieron sintiendo miedo por unos segundos por el poderoso hechizo de agua que lanzó.
El terreno había quedado destrozado y Yuei el cual miraba esto con impresión la observó fijamente...
— ¿Es imposible que sea la misma niña de la última vez? Su poder... No... Su presencia y magia aumento demasiado en solo una noche que demonios es ella. — dijo para sí mismo.
Fein miró a los aventureros que estaban algo asustados, no había bajas de su lado, pero estaban lastimados algunos por la corriente de agua que golpeó en todas direcciones, estas criaturas eran fuertes, aunque los mercenarios y los aventureros de rango platino y diamante estaban bien, los de más bajo rango estaban algo golpeados.
— Hilda tú... — comentó Fein pero antes de decir algo las palabras dichas por Hilda le impactaron demasiado.
— Parece que aun no me acostumbro a este cuerpo mortal, mi nueva mente sigue siendo algo inmadura y aun no es capaz de tener mis memorias por completo... Reencarnar una segunda vez siempre es complicado... Me pregunto si es lo mismo para él. — comentó la mujer riendo en voz baja pero se detuvo al sentir como Fein le miraba esta hablo.
— Lo siento Fein ¿Querías decirme algo?. — comento con una sonrisa habitual, pero Fein sabía que algo había pasado allá abajo, su amiga era diferente, antes de que pudiera hablar Ouyen le interrumpió.
— Estamos cerca de la ruina, deberíamos ser capaces de encontrar más enemigos adelante pero hay que tener cuidado porque no sabemos que más de esas cosas pueden estar allí. — dijo Ouyen.
De golpe todos aquellos capaces de sentir la magia del entorno sintieron escalofríos, sin embargo tanto Hilda como Fein no fueron afectadas pero Josh y Yuei sintieron la gran presión que se encontraba dentro de aquella ruina.
Los caballos se alteraron mientras el conductor intentaba tranquilizarlos pero querían salir de este lugar lo más rápido que podían.
— Mierda... Yo entiendo a esos caballos, si no fuera por mi deuda nunca me acercaría aquí. — dijo Josh nervioso.
— Esa fue la energía de Ikal... El sigue luchando — comentó Hilda felizmente sorprendiendo a todos como ella podía moverse sin problemas.
— ¡¿Esa mocosa puede mantenerse calmada con todo esto?! — dijo impactado uno de los aventureros, Hilda por su parte les miró con indiferencia.
— Sabía que seguiría con vida... — dijo Yuei tragando saliva por la presión del ambiente.
De golpe una de las magas que estaba en el grupo de aventureros de rango oro, pego un pequeño grito de terror sorprendiendo a todos allí.
Fein usando su don miro aquella aventurera y noto como un "efecto" de miedo y también un efecto de presión, estaba en ella, parecía que su salud mental había sido destruida por la gran lucha.
No sabía porque esto era así, pero todos parecían sentir este mismo efecto, viendo como los demás empezaban a mostrar los mismos síntomas pero de menor manera, todos menos ellas, en cambio cuando vio a Hilda, Fein palideció.
Detrás de su amiga, la figura de una mujer de cabellos blancos tan hermosa pero con rostro frío estaba flotando allí mientras su aura era tan bestial que ella misma quería gritar y tomo su boca para no dar un grito pero rápidamente esta figura al ver que podía ser vista desapareció.
Fein miro a la chica, pues al parpadear ya no estaba la entidad, pero el registro de sus ojos no mentían, ese extraño ser era muy peligroso pero... La palabra "Deidad" estaba escrita en sus categoría de rango, su mente intentó recapacitar lo que estaba pasando y cuando Hilda se acercó Fein le miró con duda.
— ¿Fein estas bien? Parece que has visto algo malo. — comentó la elfa preocupada mientras Fein se alejaba un poco.
— Estoy bien, solo que han pasado muchas cosas recientemente... —comentó Fein sonriente, Hilda le miró con dudas pero no dijo nada en cambio su mente estaba doliendo un poco.
— Así que esos ojos pueden verme... Interesante pero parece que tiene algo de miedo, pero no es como si yo le hiciera algo, ella es mi amiga después de todo... — comentó mentalmente la media elfa para hablar con ella.
— No tengas miedo Fein en algún momento podré explicarte todo lo que me esta pasando, la Hilda que tu conoces y yo somos algo diferentes pero somos el mismo ser, solo puedo decirte que soy tu amiga. — comentó Hilda sonriendo mientras Fein le miró en shock y sin saber que decir fueron interrumpidas por Ouyen.
— Andando chicas tenemos que acabar con esto. — comentó Ouyen mientras se subía al carruaje y todos hicieron lo mismo.
La loba puso marcha rumbo a la dirección donde provenía aquella energía por lo que la entrada y la ubicación de Ikal debería estar allí.
Hilda usaba su magia de curación, sanando a los aventureros y aquellos que estaban lastimados, Fein solo podía ver como aun a pesar de todo esto ella estaba bien, por lo que esperaba que Ikal de igual forma estuviera bien, sin embargo lo que le dijo Hilda le hizo cuestionarse, quién era en realidad su mejor amiga.
Con Ikal.
Los cadáveres de varias hormigas estaban en el suelo de los pisos inferiores, el número había sido reducido mientras aquella bestia y su amo estaban delante de aquel ser que parecía ser una hormiga humanoide de cuerpo femenino, rostro humano bastante lindo con algunas partes de armadura biológica en ella, su cuerpo era bastante trabajado y aunque su apariencia era algo similar a los insectos podría parecerle atractiva, tenía un busto visible que era recubierto por una coraza de tamaño considerablemente normal, con dos piernas anchas, un trasero grande que era lo más llamativo de ese ser, sus dos brazos eran completamente recubiertos de la coraza al igual que el abdomen marcado recubierto por el mismo material, encima de su trasero se mostraba la parte trasera de las hormigas y la coraza también estaba presente parecía que aquel material estaba presente en todo su cuerpo, incluso lo que parecía ser cabello era en realidad extensiones del mismo material aunque de color rojo sangre que combinaba con aquella coraza negra similares a las de una hormiga bala de la tierra.
A simple vista era una belleza alienígena para ojos humanos, como aquellas alienígenas eróticas de la ficción, era tan diferente a las hormigas humanoides que había derrotado que eran más como una especie de zombie parásito y a cualquier otra hormiga de este lugar, por lo que sabía ella era diferente, diferente de todos esos monstruos que se encontraban aquí.
La hormiga que parecía ser la jefa de este lugar estaba junto a un montón de hormigas más a su alrededor, mientras miraba con intriga a aquel hombre que tenía su espada cubierta con la sangre de sus hermanos.
A sí mismo diversas criaturas sombrías estaban a su alrededor, cada una de los sirvientes que fue obteniendo durante las batallas y sus misiones anteriores.
Miro hacia arriba de sí mismo, parecía ser que Greed llegaría pronto, una de sus reinas y también una de las invocaciones más fuertes por lo que la ayuda estaba a nada de llegar y sin decir nada movió su mano apuntando una advertencia a la hormiga líder.
La cabeza de uno de las hormigas guardias cayó al suelo rodando hasta los pies de la aparente líder, mientras Ikal se miraba con parte de su equipo roto, aunque este intentaba regenerarse debido al hechizo que tenía para repararlo pero en este momento no era su objetivo, no podía mandar su magia al hechizo de aquella ropa.
Varias marcas de cortes estaban en su abdomen descubierto y parte del rostro, mientras aquellos cortes se cerraban mostrando una especie de calor saliendo de sus heridas, como si llamas vivieran dentro de él.
— Será mejor que te prepares Ikal, esa criatura se ve fuerte. — comentó Vex mientras la hada se colocaba sobre el hombro de Ikal.
El moreno solo suspiro mientras su aura se desplegó aún más fuerte que antes, la corriente de viento y energía envolvió a todas las criaturas que se pusieron incómodas con la excepción de la líder y como en aquella ocasión en sus primeros entrenamientos, aquella aura de muerte era más fácil de sentir.
— Tendré que darlo todo entonces. — dijo Ikal.
Ese tipo había matado a muchos de sus hermanos y ahora él estaba frente a ella, aunque rodeados seguía siendo un peligro.
— ¿Quién demonios eres tú? ¿Cómo es posible que un humano pueda seguir luchando después de tanta paliza? — comentó la mujer hormiga mientras este la miraba, el moreno notaba que la mujer estaba impaciente por alejarlo de aquella cueva al igual que aquellas hormigas.
Ikal le miró y sonrió, sin responder simplemente caminó hacia ella mientras las hormigas impacientes atacaron pues se sentían intimidadas por el aura del moreno.
Aquel oso tan negro como el carbón levantó sus garras y dio diversos cortes mejorados con magia de rayo destrozándolos por el ataque.
La slime aumento su tamaño protegiendo a su amo mientras consumía cada uno de los ataques y disparaba chispazos negros que mataron en el acto a los monstruos.
La Goblina cargó una magia explosiva que destrozó a varias de estas hormigas justo como pensó.
Y la mujer de sombras cargo una gran cuchilla sombría que destrozó a varias de las hormigas restantes.
Fue un ataque sincronizado casi perfecto que sorprendió a la mujer hormiga con impresión, Ikal por su lado sabía lo que sus invocaciones harían, podía sentirlo debido a su conexión directa con él por lo que no era tan difícil.
— Eres una hormiga interesante... De primera vista viendo que sigues el patrón de las hormigas diría que eres la reina, la razón... Eres la única en tu especie, diferente a todas incluso a aquellas hormigas humanoides sin embargo aún no puedes controlar a todas de sus actos y eso es debido a que aun eres una princesa, tu no eres la Reina de este lugar y lo que debes cuidar es la reina o me equivoco. — dijo Ikal sonriendo.
Mientras su aura seguía tan fuerte como en el inicio, aunque él mismo sabía que debía terminar esto ahora. antes de que la reina real apareciera.
Una risa hizo eco en todo el hormiguero, el cuerpo de la mujer brilló, el aura terrorífica y llena de ira se mostraba creando una presión que hizo a Ikal mirarla fijamente, un aura de muerte intensa estaba siendo liberada y se escapaba incluso de la ruina.
Sus alas se extendieron mientras sus colmillos y las partes de su cuerpo se expandieron volviéndose más grande.
— Eres un peligro, te mataré. — dijo aquella hormiga mientras Ikal sonrió.
Las diversas hormigas se acercaron mientras de golpe sintieron como varias "presas" entraron a su zona, y la sonrisa de Ikal fue entendida por aquella hormiga.
La princesa le miró enojada, si ellos bajaban, los tomarían por sorpresa por lo que con una orden cada una de las hormigas que se encontraba se fueron con la excepción de una de ellas.
Una gran hormiga gigante se encontraba detrás de su princesa, la criatura rápidamente sigo la orden de su princesa esta se abalanzó en contra del moreno.
Cada una de las criaturas se pusieron en alerta pero la garra plateada que portaba el nombre de Lust detuvo su avance mientras la Osa y la criatura fueron arrastrados a otro lugar.
— Vayan todos a ayudar a los demás, encuentren a Hilda y Fein, Yuei el Hobgoblin debería estar con ellos, así que necesito que traigan a ellos tres acá y recuerden devoren todas las almas restantes. — comentó Ikal mentalmente a su pequeño ejército los cuales asintieron y en un instantes todos empezaron a correr.
—Tenías ventaja numérica humano... ¿Por qué decides mandarlos lejos de nuestra "pelea" acaso crees ganarme solo? — comentó burlonamente la hormiga.
— ¿Por qué será? Supongo que quiero que se vuelvan más fuertes devorando a tus hermanos, si supongo que tal vez sea eso... — dijo Ikal sin importancia.
La hormiga se mostró enfadada por la provocación y comento.
— ¡Te mataré bastardo arrogante! — dijo la princesa hormiga.
Levantó su mano y una gran hacha hecha de un extraño material similar a la armadura que cubría su cuerpo era visto, la princesa la tomó mientras su rostro lleno de ira solo podía decirle que "él estaba muerto".
Ikal levantó su sable y colocándose en una pose de defensa con su espada miraba fijamente a su adversario debía tener cuidado ahora que había visto que esa cosa usaba armas.
Ninguno de los dos se tenían nada que decir, la primera solo podía sentir odio e ira contra ese humano que estaba intentando detenerlos a todos, por lo que su objetivo era claro, matarlo, el segundo sólo tenía un deseo bastante simple el cual era salir de este lugar y volver con sus amigos, comer algo en la taberna y en un futuro cumplir su misión por la que estaba en esté mundo.
La princesa hormiga se lanzó con ayuda de sus alas en contra del moreno, su velocidad era aterradora y de un movimiento de su hacha con rapidez dio un poderoso golpe de manera ascendente.
Ikal reaccionó esquivando el ataque, tenía que admitir que era muy fuerte, podía verlo con solo ese primer ataque.
El moreno usando su sable dio un tajo respondiendo al segundo movimiento de la mujer.
Ambas armas chocaron, con un movimiento de pies intentó dar un segundo tajo que fue detenido por un bloqueo con el hacha haciendo retroceder a la criatura.
El estilo de "Rey de la espada" era un estilo aprendido de Boris, uno de los estilos de espada más difíciles de utilizar por su gran capacidad de ataqué con varios tipos de espada y dagas.
Sin embargo los movimientos de Ikal estaban lejos de ser perfectos a los de alguien como Boris en lo que experiencia a con este estilo se referían, era fuerte, veloz y un gran peleador pero no era el mejor espadachín de momento, pero tenía un buen nivel, sin embargo eran aún débiles en contra de los movimientos violentos de la princesa hormiga que eran tan bestiales que apenas Ikal era capaz de reaccionar.
Sus contraataques eran efectivos pero ninguno de los dos daba un solo ataqué, usando un cambio de posición cambió a la forma del corte recto del Kendo Japonés que aprendió de su compañero del ejército.
La espada chocó contra el hacha, pero no había funcionado al 100%, Ikal dio un salto hacía atrás, ni siquiera un cambio de posición era suficiente para engañar a la princesa de las hormigas, era obvió que ella había peleado contra guerreros poderosos anteriormente.
Usando los recuerdos que estaban llegando a su mente pudo ver lo que su contraparte había luchado, ese estilo violento y poderoso que las princesas hormigas usaron, 8 de las 9 hormigas princesas habían caído en contra de su contraparte aquella noche.
Sin embargo ahora, una sola era lo suficientemente poderosa para hacerle frente en su estado actual.
Chasqueando la lengua, Ikal se lanzó con sus alas de fuego mientras la hormiga hizo lo mismo.
La energía roja se vertió en la espada mientras los choques ahora eran mucho más intensos y rápidos.
Sin embargo su inexperiencia aún le pasaba facturas pues los cortes que lanzaba no eran lo suficiente habilidosos para pasar la defensa de la hormiga y esta se daba cuenta de ello.
— ¿Sabes humano? Hace tiempo había una humana que nos daba muchos problemas, ella fue la asesina de mis hermanas en el pasado y la responsable de lo que le pasó a mi madre... Sin embargo tu eres solo un novato en comparación a ella. — comentó la hormiga con veneno en sus palabras.
Desviando el corte la hormiga realizó un movimiento de media luna con su hacha pero de golpe una barrera de roca salió del suelo desviando el movimiento de la princesa.
La hormiga miró con rabia lo sucedido pero fue enviada de una patada directo al abdomen a estrellarse contra la pared.
Sorprendida, la princesa hormiga miro su cuerpo golpeado por aquella potente patada mientras observo la diferencia en la postura, el podría ser un inexperto con la espada pero esa patada había sido la de un maestro del combate.
— Ese golpe... Ella solo usaba un bastón y magia ¿Verdad?... Pero ese humano aunque se parezca a ella usa armas diferentes. — comentó la hormiga en su mente mientras se levantaba del suelo.
Ikal sintió lo resistente que era su cuerpo, por lo que estaba seguro que apenas había hecho algo de daño sin embargo la hormiga parecía estar más alerta.
Usando su capacidad para sentir la energía noto como una corriente mágica salió del suelo y diversos colmillos hechos de magia intentaron morderlo en solo segundos.
Ikal movió su espada envuelta en su energía física y espiritual a la vez logrando parar el ataque mientras uno de los colmillos casi acierta en su cabeza rozando del cachete.
— Usar dos energías a la vez en un corte es complicado... Pero cada vez me adapto más rápido, pero es diferente... Es como si todo fuera uno mismo... — pensó Ikal para sí mismo.
Ikal miró como de la nube de polvo producto del ataque anterior su enemiga salió corriendo en contra de él, mientras el hacha brillaba con intensidad de un color violeta, aquella energía que utilizaba género repulsión en su cuerpo por lo que rápidamente se preparó para defenderse.
Diversas barreras de roca se elevaron haciendo que la hormiga se detuviera por unos segundos sin embargo la princesa pateó una de las barreras reventándola y aprovechó el impulso de una de estas para atacar de nuevo.
La hormiga usando su brazo izquierdo rompió una de las barreras tomando a Ikal de su ropa, sorprendiéndolo, sin embargo con rapidez lo lanzó hacia arriba para atacar en el aire.
Ikal había perdido su espada debido a esto, pero esto no lo detendría, usando un movimiento de su hacha, la hormiga empezó a girar formando un giro intentando cortar a Ikal, pero fue esquivado dando una maniobra en el aire gracias a sus alas rojas.
La hormiga paró viéndolo pero este se colocaba detrás de la hormiga y usando su daga cortó la parte superior de la hormiga, la coraza se rompió por el corte pero rápidamente se regeneraba en un instante haciéndolo chasquear.
— Si que eres una molestia... — mencionó Ikal antes de atacar nuevamente con una patada aprovechando el movimiento en el aire.
Dio una patada enviándola contra el suelo a lo que ésta reaccionó luego del golpe observando como varias bolas de fuego estaban cayendo contra ella.
Usando una barrera de magia se protegió del ataque, Ikal aterrizó en el suelo, mientras se reposicionaba tomó su espada y corrió contra su enemiga otra vez.
La princesa dejó su barrera y podía sentir con ayuda de sus antenas por donde se movía el moreno.
Dio un tajo directo cortando lo que tenía enfrente mientras aquella silueta desaparecía en sombras dándose cuenta que había sido un clon.
Por la espalda un tajo fue dado, siendo este bloqueado por el brazo cubierto con la coraza.
La hormiga saltó hacia atrás viendo como su brazo había sido dañado, si no hubiera usado su magia para reforzarlo era probable que lo hubiera perdido en ese instante.
Ikal dejó la espada clavada en la tierra para en un movimiento veloz, diversas esferas de energía del tamaño de una pelota de básquetbol fueron disparadas de manera continua.
Los disparos mágicos hicieron a la hormiga moverse mientras estos creaban diversas explosiones.
Varias rocas caían desde lo alto mientras el moreno, seguía lanzando este bombardeo de ataques mágicos que no parecía acabar.
La cantidad de energía que tenía era demasiada que parecía inagotable a simple vista, pero Ikal sabía que no debía alargar esto, aunque estaba aprendiendo de la princesa y sus movimientos, sabía lo peligrosa que era.
La hormiga paro de golpe parando los ataques con su hacha mientras las explosiones eran desviadas a diversos lugares de la zona, creando temblores y derrumbes que eran escuchados en lo más alto de la ruina.
Ikal bajó sus dos manos mientras miraba su cuerpo, estaba cansado aun y su cuerpo debido a aquella habilidad que su contraparte mencionó le estaba afectando.
La hormiga pareció sonreír mientras un zumbido llegó a los oídos de Ikal, levantando su arma reforzándola de su energía detuvo el ataque mientras este era lanzado contra varias rocas del lugar.
— ¡¿Qué fuerza?! Su velocidad ya no es como antes... Ahora está peleando en serio ¡Maldición es un monstruo muy fuerte! — La barrera de energía que cubría Ikal se rompió por el impacto de la fuerza recibida pero sin dar oportunidad que la hormiga le volviera atacar salió de las rocas donde estaba clavado.
La energía y presencia de Ikal aumentó mientras su energía volvió a cubrirlo.
— Ahora que está peleando enserio no puedo seguir aprendiendo de ella... Si sigo usando mi espada perderé. — comentó el moreno de manera mental.
La princesa dio una serie de golpes con su hacha de manera continúa, la velocidad de Ikal intentaba competir contra ella, podía bloquear y esquivar la mayoría de los golpes, sin embargo un corte corto la playera y una marca cubierta de sangre se mostraba en el pectoral y abdomen del moreno.
Usando magia de viento una enorme corriente lanzó hacia atrás a la mujer la cual noto como dos clones hechos de sombras, tenían sus armas sombrías apuntando a su cuello.
Sus antenas reaccionaron y soltando su hacha dio dos golpes con su mano extendida golpeando a los clones con la punta de sus dedos destrozándolos en sombras en instantes.
Los recuerdos del clon llegaron a la mente de Ikal mostrándole la técnica que había usado.
El moreno tomó su abdomen mientras la sangre que escurría por él, rápidamente la herida cerró mientras aquel vapor salía de su cuerpo, sin embargo sabia que la sangre perdida no volvería.
— Esos golpes fueron como dos piquetes de hormiga... Lanzan un veneno y dispersa la magia, esa técnica es peligrosa, sus antenas le permiten sentir los movimientos y reaccionar mucho más rápido, si no pienso en algo.... Puede que pierda... ¡Maldición! Se supone que soy el protagonista de esta historia... ¡No se supone que los protagonistas de los Isekai están mucho más rotos que sus enemigos! — pensó Ikal.
La hormiga tomó su hacha de nuevo viendo al moreno el cual le miraba fijamente de la misma forma.
— Eres fuerte, más que cualquier otro humano normal que llegue a enfrentar, eres como ella de alguna forma eres similar ¿Quién eres?... — dijo en voz alta la hormiga mientras sujetaba su hacha y sus alas se movían con rapidez.
Ikal escuchó la pregunta de la mujer y decidió contestar.
— Soy Ikal Hedeon, un aventurero inicial de rango roca y ¿Tú eres? — dijo Ikal.
— Mi nombre es Xia, la Novena Princesa hormiga, hija del señor de la corrupción Signus. — comentó la mujer mientras esta sonrió y su aura aumentó.
Ikal noto esto y rio para sí mismo.
— Xia la princesa de las hormigas, bien entonces me lo tomaré completamente serio, basta de juegos. — dijo Ikal con un tono serio mientras guardaba su espada y la arrojó a un lado.
Xia miró hacia el humano y sintió cómo de golpe una presión la gobernó cuando la pose de artes de marciales de Ikal se mostró.
— Ya que estas dando el 100% de ti, es una falta hacia ti no luchar con mi fuerza máxima actual, así que creo que yo también debería usar mi 100%... Es cierto que mis habilidades con la espada están muy lejos de ser las del maestro Boris, así que te mostraré lo que he practicado toda mi vida y en lo que realmente soy bueno. — con un rostro serio y un movimiento de pies el moreno no estaba frente a la hormiga.
Esta reaccionó sintiendo como una presencia se dirigía hacia ella, una patada alta fue esquivada por Xia la cual miraba la potencia del ataque con un rostro aterrado incluso para una hormiga esa patada fue peligrosa.
Una segunda patada fue lanzada directamente al rostro saliendo disparada varios metros hacia arriba, Xia sintió la fuerza del golpe mientras el moreno usando ambas alas se lanzó rompiendo el suelo bajo él.
— Este mundo me dio la capacidad de aprender muchas cosas, de adaptarme en un corto periodo de tiempo a como tengo que actuar en este lugar. — dijo Ikal para luego dar un puñetazo que dio de lleno en la mujer enviándola contra el suelo.
A su vez Ikal se proyectó contra el suelo azotando otro golpe que creó un cráter de rocas por la fuerza utilizada.
El rostro de la hormiga y su cuerpo estaban dañados, escupió mucha sangre de golpe, su rostro estaba lleno de ira e incredulidad, que había cambiado en él para que fuera tan fuerte, la princesa hormiga se levanto mientras miro al hombre el cual le miraba seriamente.
— ¡¿Cómo es que puede golpearme?! ¡¿No se supone que los humanos ya no tienen esa fuerza?!... Su mirada es peor que la que ella hizo en aquella ocasión, él es un monstruo... — Xia miro como una ráfaga de puñetazos era lanzada contra ella.
Apenas podía esquivarlos pero cada vez más su velocidad de puñetazos aumentaba, los golpes azotaban el cuerpo de la princesa hormiga mientras su coraza era dañada por los golpes del moreno.
Xia aprovechando una abertura intentó clavar su mano en el cuerpo del aventurero pero su ataque fue desviado por un movimiento con su antebrazo, una técnica común en el karate, la princesa de golpe sintió sus sentidos se activaron y sintiendo un extraño sentimiento de preocupación bajo su mirada notando como la palma del joven golpeaba su estómago.
— Magia de Luz - Palmada Lunar. — de golpe la energía reunida se convertía en una gran luz, aquella luz podía ser visto desde lo alto de este lugar, aquel resplandor tomaba la forma de la silueta de una mujer de energía blanquecina con una serpiente rodeando, la diosa de la luna y el agua, la Diosa Metztli, estaba se encontraba detrás del moreno, aquella silueta era vista por Xia la cual sus instintos le advirtieron de lo peligrosa de la técnica.
La energía de Ikal atravesó la coraza de la mujer mientras la corriente de energía lumínica reventaba toda la coraza abdominal, Xia salió disparada mientras se estrellaba contra el muro de roca perforando varios metros.
— No puede ser... — intento pronunciar la princesa hormiga mientras a duras penas logró salir del fondo del cráter en la pared.
La princesa hormiga reaccionaba con ira hacia el moreno el cual seguía en posición de combate mientras desvió su mirada arriba de ellos y sonrió, parecía que lo estaban haciendo bien sus compañeros.
— Entonces... Xia ¿Qué me dices si comenzamos el tercer asalto?... — la mirada de odio e ira de Xia se colocó sobre Ikal, la princesa hormiga arrojó su hacha mientras su cuerpo regenera la coraza perdida, sus colmillos se mostraban más filosos y sus dedos se afilaron como si de sus colmillos se tratasen.
— ¡Te mataré maldito humano! — dijo enfadada Xia, mientras Ikal sonrió.
— Inténtalo si puedes. — con eso dicho ambos se lanzaron mientras la presencia de ambos luchaba por ganar terreno sobre la otra.
Fin del Volumen 1 - Capitulo 11 - Parte 1.