[Soldados vestidos completamente de negro y con cascos entran por la fuerza a la casa.
Tracey se levanta y corre hacia la ventana más cercana para después brincar por ella rompiendo el vidrio en el proceso y comenzando a caer en caída libre.
Desciende varios metros hasta que se estampa en un puente de metal.
Se levanta, todas las personas de bajos recursos a su alrededor la miran con confusión.
Ella comienza a correr en ese laberinto de metal mientras continúa descendiendo.
Sin embargo, tras unos minutos, se topa a un soldado frente a frente.
Él levanta su ametralladora rápidamente y dispara. Tracey se cubre el rostro con sus brazos mientras es fusilada por balas.
Sin embargo, estas no le hacen ningún daño, las balas rebotan al entrar en contacto con su cuerpo.]
Soldado: ¡¿Pero qué?!.
[Tracey se percata de esto, lo piensa unos segundos y brinca hacia el vacío.
Por suerte no choca con nada hasta que aterriza en el suelo. Al hacerlo se crea un pequeño cráter.
Ella mira al cielo y hay varios helicópteros futuristas buscando en la zona.
Sale de los callejones y observa de primera mano la ciudad. Es futurista pero llena de contaminación.
Hay pequeños robots haciendo tareas sencillas como limpiar los cristales de las tiendas, o ofrecer pequeñas recompensas de créditos para las personas que entraran a los establecimientos etc.
Los autos flotan levemente por las carreteras. Las personas llevan gafas discretas de realidad aumentada.
Todos los humanos caminan como zombies por la calle y no se percatan de la presencia de Tracey.
En estos visores son bombardeados por información de su ubicación, sus cuentas bancarias, anuncios y demás basura.
El ver como los humanos ignoran por completo el ambiente en el que viven, hace que a Tracey se le rompa un poco el corazón.]
Tracey: No… no… esto no está bien..
[A la distancia observa un camión blindado deteniéndose de golpe. De él se bajan un montón de soldados más y comienzan a interrogar violentamente a la gente.
Sin embargo, de una alcantarilla cercana se asoma la cabeza de una chica con gafas.
Tiene el cabello corto hasta los hombros de color naranja.]
Chica: ¡Hey!, ¡pss!.
[Tracey la ve.]
Tracey: ¿Eh?, ¿quién eres tú?.
Chica: ¡Eso no importa ahora!, ¡ven conmigo si quieres vivir!.
[Sin más opción, Tracey corre hacia ella y se desliza por el agujero de la alcantarilla.
La misteriosa chica coloca de nuevo la tapa y ambas descienden por las escaleras. Después se disponen a caminar por el drenaje.]
Tracey: ¿Quien eres?.
[La chica extiende de manera amigable su mano.]
Moriko: ¡Me llamo Moriko!, ¡mucho gusto!, ¿tú debes ser la androide de Naoki cierto?.
Tracey: ¡¿Lo conoces?!.
Moriko: Sip, fuimos compañeros de laboratorio en algún punto.
[Tracey se detiene de golpe.]
Tracey: Lo asesinaron… fue acribillado…
[Moriko mira el suelo.]
Moriko: Ya veo, eso explica todo el gran escándalo que ocurrió allá fuera.
Tracey: ¿A dónde vamos?.
Moriko: Por el momento las calles no son seguras. Tengo entendido que eres una androide de inteligencia grado 10.
Y por si no lo sabes, están estrictamente prohibidos los androides de esa categoría.
Tracey: ¿Cómo lo sabes?, ¿Naoki te lo dijo?.
Moriko: Hmm.. no exactamente.. ¡ya te lo explicaré después!, ¡lo primero es ponernos a salvo!
¡Iremos al cuartel general!, ¡ahí estaremos a salvo!.
Tracey: ¿Tienes un cuartel general?.
Moriko: Ehh, bueno, así me gusta llamarlo.
Tras caminar media hora por las alcantarillas. Finalmente llegan a una puerta con una gran cerradura digital.]
Moriko: ¡Dame un segundo!.
[Moriko abre una pequeña tapa de su antebrazo y saca un cable que conecta a la cerradura.
Después con sus ojos materializa un teclado holográfico y comienza a teclear en él.]
Tracey: ¡No puede ser!, ¡¿también eres una androide?!.
[Moriko sonríe levemente y abre la puerta. Esta guía a un par de habitaciones interconectadas.
Ahí Tracey puede ver a un niño rubio jugando con un cubo Rubik, una chica de cabello negro y ojos azules ordenando el lugar y una anciana en silla de ruedas.]
Moriko: ¡Bienvenida al escondite de la rebelión androide!.