Después de un largo día de recolección de plantas medicinales, Jotaro y Kira llegaron al gremio de aventureros, con sacos llenos hasta el borde. Azumi, que atendía el mostrador, los recibió con una expresión de asombro por la cantidad que habían recolectado.
-Aquí tienes-dijo Jotaro mientras colocaba los sacos frente a ella.
Azumi se inclinó para inspeccionarlos, incapaz de ocultar su sorpresa.
-¿De dónde sacaron tantas plantas medicinales? -preguntó mirándolas.
-Del bosque, obviamente-respondió Jotaro con indiferencia.
Azumi frunció el ceño, tratando de obtener una respuesta más detallada.
-No me refiero al lugar, sino a cómo lograron reunir esa cantidad.
Jotaro se rascó la cabeza antes de explicar:
-Primero fuimos hacia el norte, pero después de una hora de búsqueda no encontramos nada. Luego nos dirigimos hacia el oeste y, tras varias horas, encontramos un campo enorme lleno de estas plantas.
Azumi miró con interés.
- Entonces, en el oeste es donde más crecen. Qué información tan útil. Te atreveré a tu recompensa.
Azumi tomó los sacos y los guardó detrás del mostrador antes de entregarles 50 monedas de bronce.
-Aquí tienes. Te lo ha ganado.
Jotaro tomó las monedas y le agradeció. Kira, mirando las monedas, sonriendo.
-¡Hay tantas monedas! Por fin podemos pagarle a la dueña de la posada.
Jotaro se golpeó la frente.
-¡Así es! Lo había olvidado por completo.
-¿De verdad lo olvidaste?-preguntó Kira cruzándose de brazos con una mirada acusada.
-Lo siento, lo siento. Es que con todo lo que nos pasó hoy, se me olvidó.
Kira suspir, relajndose un poco.
-Bueno, es cierto que fue un día muy largo. Vamos a pagarle de una vez.
Antes de irse, Jotaro le pidió a Azumi un pequeño saco para guardar las monedas. Ella rebuscó en el mostrador hasta que encontró a uno, y Jotaro guardó el dinero. Cuando Azumi les dijo que tenía que irse porque el jefe del gremio la había llamado unos minutos antes de que llegaran, se despidieron y Azumi se fue.
Jotaro le entregó el saco con las monedas a Kira.
-¿Por qué no lo conservas?-preguntó ella un poco desconcertada.
-¿Parece que tengo un lugar donde guardarlos?-respondió señalando su atuendo.
Kira lo miró de arriba abajo antes de soltar una pequeña risa.
-Es verdad. Esa ropa no tiene bolsillos. ¿Por qué no te cambias de ropa?
Jotaro miró hacia abajo y su tono se volvió melancólico.
-Es el único recuerdo que tengo de mis padres. Me lo regalaron poco antes de morir.
Kira se quedó en silencio por un momento antes de bromear:
-No puedo evitar imaginar lo mal que huele después de todos estos años.
-¡Oye! Lo lavo a menudo, ¿sabes? -dijo Jotaro, visiblemente molesto.
La conversación continuó con un intercambio de cumplidos, pero cuando Jotaro mostró tristeza al ver a Kira reírse del único recuerdo que tenía de sus padres, Kira se disculpó sinceramente, inclinándose con lágrimas en los ojos. Jotaro suspiró y, con una sonrisa nerviosa, le acarició la cabeza.
-No llores más. No estoy triste. Mejor sonríe, ¿vale?
Kira sonrió tímidamente y ambos se dirigieron hacia la posada.
Cuando estaban cerca de la posada, una voz familiar los llamó.
-¡Jotaro! ¡Kira!
They both turned to see Aiko running towards them with a wide smile.
-Aiko! -they exclaimed.
-What are you doing here? -asked Jotaro.
-I was looking for a store to buy mana recovery potions, but I saw you and decided to say hello. And you?
-We're going to an inn to pay our debt," explained Jotaro.
Aiko smiled.
-May I join you?
-Weren't you going to buy potions? -Kira asked.
-That can wait. Besides, it's more fun to walk with company.
Jotaro and Kira exchanged glances before nodding.
-All right, come with us.
When they arrived at the inn, the landlady was sweeping the floor, but upon seeing them enter, she set the broom aside and welcomed them with a smile.
-Ah, it's you! What brings you here?
-We've come to pay our debt," Jotaro replied, as he gestured towards Kira.
Kira took out the bag of coins and counted out 10 bronze coins, handing them to the lady.
The lady took the coins, counted them carefully and nodded in satisfaction.
-Very well, now you don't owe me anything. Come back whenever you want!
When they left the inn, Aiko proposed something unexpected.
-I know a cave that serves delicious food. Do you want to go there?
-Delicious food? That must be expensive," replied Jotaro, skeptical.
-You're wrong! It's cheap compared to other places," Aiko assured.
Jotaro looked at Kira, and asked:
- What do you say, shall we go?
-I don't know about you, but I want to try that food! -said Kira enthusiastically.
-All right, take us," Jotaro finally replied.
The cavern was full of life, with music and people drinking and dancing. They sat down at an empty table, and a waiter handed them menus.
Jotaro, surprised, thought:
-This reminds me of my old world.....
After reviewing the menu, they placed their orders: Aiko ordered white wolf meat, Kira ordered rabbit meat with white wolf liver, and Jotaro, to everyone's surprise, ordered carrot soup.
-Just soup? -asked Kira, incredulous.
-It's important to eat vegetables once in a while," Jotaro answered seriously. If you only eat meat, you won't grow.
Aiko laughed.
-So that's why Kira is so small!
-Hey, I'm not small! -Kira protested, while Jotaro laughed.
-Obviously you're not small, you're super small! -said Jotaro with a smirk.
-I'm not small! -said Kira angrily.
Kira hearing that Jotaro is still calling her small asks Jotaro:
-What about you. you are small too! -said Kira angrily.
Jotaro al escuchar a Kira llamarlo pequeño, aprieta los dientes con ira y responde.
—Nosotros los semidioses no somos pequeños, solo somos un poco más pequeños que la gente normal —dijo Jotaro claramente molesto.
-Entonces dime, ¿cuánto mides ahora?
-1 con 58 centímetros -respondió Jotaro inclinando ligeramente la cabeza.
¿Y qué altura tienen los hombres de 19 años?
-1 con 83 centímetros-respondió Jotaro agachando aún más la cabeza.
-Entonces a quién llamas niñita-dijo Kira molesta.
Jotaro sabía que Kira tenía razón, ya que no era lo suficientemente alto como para llamar a Kira pequeño. Pero justo cuando Jotaro estaba a punto de disculparse con Kira recordó que tenía 15 años, por lo que aún tenía esperanzas de crecer mucho más, por lo que Jotaro levantó la cabeza y miró a Kira y dijo.
-Pero sigo creciendo, así que todavía puedo crecer mucho más!-dijo Jotaro alzando la voz.
-¡Mierda, los semidioses no pueden crecer más de 1,65!-dijo Kira también alzando la voz.
Jotaro y Kira mientras discutían no se dieron cuenta de que Aiko estaba tratando de decirles que el camarero había traído la comida.
-Oye-dijo Aiko con voz tímida.
-¡QUÉ!-gritaron Jotaro y Kira.
-Ya llegó la comida-dijo Aiko aún más tímidamente.
Jotaro y Kira se giraron para ver si era cierto que el camarero ya había traído su comida, y cuando se dieron la vuelta vieron que el camarero estaba de pie junto a su mesa con la comida que habían pedido recientemente.
Jotaro y Kira ven al camarero y dejan de discutir y dejan que el camarero les sirva sus platos. Mientras comen Aiko mira dubitativamente a Jotaro, Jotaro nota la mirada de Aiko pero no dice nada.
Después de unos segundos de comer Aiko decididamente le pregunta a Jotaro:
-Oye, Jotaro, ¿es cierto que eres un semidiós?
La cara de Jotaro cambió drásticamente.
-¿De dónde sacaste eso?
-Tú y Kira lo mencionaron antes- respondió Aiko inocentemente.
Jotaro fulminó con la mirada a Kira, y Kira intentó alejarse del regaño.
-Debes haber escuchado mal-dijo Jotaro, tratando de fingir.
-¿En serio?-preguntó Aiko.
-Pero estoy seguro de haber oído que eres un semidiós.
-Debes haber escuchado mal, deberías limpiarte los oídos-dijo Jotaro nervioso.
Aunque Aiko aceptó la explicación, el ambiente permaneció tenso hasta que terminaron de comer y salieron de la cueva.
Aiko se despidió con una sonrisa.
-Espero verte pronto.
-Estoy seguro de que lo harás-respondió Jotaro.
Cuando Aiko se fue, Jotaro se volvió hacia Kira, claramente molesto.
-Hola Kira.
-¿Sí, Jotaro?-dijo Kira con una sonrisa.
-¿Por qué dijiste que soy un semidiós?
-No sé de qué estás hablando…-dijo Kira, retrocediendo lentamente.
-Y lo peor es que lo dijiste delante de Aiko, ¡Y ella lo escuchó claramente!-gritó Jotaro girándose para mirar a Kira.
Kira al ver su mirada asesina huyó.
-¡A dónde crees que vas!-gritó Jotaro aún más enojado.
-¡Ayuda!
-¡Cállate!-gritó Jotaro.
Kira mientras corría le preguntó a Jotaro.
-¿Por qué estás enojado conmigo?
-¡Porque mencionaste que soy un semidiós delante de Aiko!-gritó Jotaro.
-¡Pero fuiste tú quien lo dijo primero!-gritó Kira mientras corría asustada.
-¡Callate!-gritó Jotaro mientras se acercaba a Kira.
-¡Ayuda! ¡Quieren matarme!-gritó Kira.
-¡Callate que la gente va a pensar mal! -gritó Jotaro persiguiéndola por las calles del reino mientras el día terminaba entre risas, gritos y una amistad que seguía fortaleciéndose a pesar de todo.