Parte 1
—(¿Ese es el niño).
Kimura Bon, parecía dudar en si debería de terminar con la vida de ese niño que caminaba como si no estuviera a punto de ser asesinado por un hombre corpulento y calvo con un bigote.
Aún que el niño no se encontraba solo, a su lado izquierdo caminaba una mujer alta con el pelo suelto, cayendo como cascada por su espalda, y junto a su yukata morado con triángulos blancos hacia resaltar su figura curvilínea.
En los brazos de la mujer tenía una manta de color blanco, pero solo se usaba para arropar a la bebé que dormía cómodamente.
—(Supongo que esto será más fácil de lo que pensé).
Bon, no vio como una de esas tres personas que caminaban podrían ser una amenaza, parecían tan indefensos que no podia evitar preguntarse el porque quieren muerto al niño.
—(Si los del consejo pusieron precio a su cabeza, entonces es porque ese niño puede ser un peligro para nosotros)—. Bon no era tonto, pero quería tomarse esta misión de alto rango con mucho cuidado
Viendo que la familia de tres personas estaban a una distancia segura como para que Bon, pueda hacer ruido, se asomó por el árbol en el que se encontraba escondido.
Solo había un camino de concreto pequeño, pero era muy ancho, para que no hubiera ningún problema al tener que caminar en grupos, además. Había cientos de árboles a cada lado del camino, y como decoración de parte de los árboles para que esté camino sea más hermoso, dejaban caer sus hojas que eran de un color rosado.
—(¡Está es mi oportunidad!)—. Rápidamente, bon, saco una espada corta que colgaba de su cintura
Antes de salir de los árboles y matar a su objetivo, hizo un símbolo extraño con su mano izquierda, eso ocasionó un fenómeno imposible para un humano normal, todo el cuerpo de Bon se comenzo a desvanecer acompañado con el soplido del viento.
No desapareció, tampoco es que él mismo se pueda borrar de la existencia, en realidad, Bon, se volvió invisible gracias a su habilidad con la magia.
—(Aquí vamos).
Siendo imposible que sea visto por el ojo humano, se acercó a un ritmo seguro por detrás del niño para no ser escuchado, ya que a pesar de ser alguien que no puede ser visto, aún podía ser escuchado. Bon tenía que tener cuidado con el ruido que puede hacer con sus pisadas, su respiración, y no pisar cosas que estén en el suelo.
—¿Eh?.
Bon detuvo su avance hacia al niño, pues su objetivo se detuvo y volteo para atrás para buscar algo. Por un momento, Bon creyó que hizo un ruido que delató su presencia, pero él se aseguro de no pisar las hojas secas del suelo, y no escucho el ruido que hace los pétalos al romperse por estar seco.
—¿Pasa algo, Ryu?.
La mujer que detuvo su caminata al ya no escuchar las pisadas de su hijo, así que se detuvo y solo dió una media vuelta para ver a su hijo mayor.
—Senti algo en el árbol de allá que se comenzó a acercar—. El niño llamado Ryuji, apunto con su dedo hacia uno de los tantos árboles que había en el lado derecho de ellos
—¿Sentiste algo?—. La madre de Ryuji parecía un poco confundida por las palabras de su hijo
—Si.
Kamisato Ryuji, el objetivo que Bon debía matar para obtener su recompensa que sería más de 100 mil millones de dólares, se encontraba viendo solo un lugar en específico, que sería el mismo lugar en dónde estaba, Bon.
—(¡Me puede ver!)—. Bon se alarmó al ver cómo el niño no quitó su vista de su posición. —(¡No! ¡Solo puede sentirme!).
Aún siendo alguien invisible, el hombre movió su atención del niño a la mujer detrás de su objetivo con la bebé aún en sus brazos. Tal vez sea por causa del pánico, pero por un segundo, los ojos morados de la mujer cambiaron a unos dorados que enviaron escalofríos por su espalda.
—(¡Ella sabe que estoy aquí!).
Kamisato Milis, se acercó a su hijo que vestía un traje tradicional japonés de color blanco y negro, incluso traía guantes negros sin dedos y una bufanda negra que combinaba bien con su pelo pelo morado medio negro y sus ojos morados que parecían brillar.
—Tal vez ese "algo" solo es muy pequeño y no lo puedes ver. Seguramente solo es un insecto.
Bon sintió la amenaza en las palabras de la mujer, eso confirmaría que ella si sabía que él estaba en el lugar. El hombre sintió que indirectamente le dijo "Eres un cobarde que tiene miedo de mostrar su cara".
—Mm... Creo que tienes razón—. Cómo cualquier niño, Ryuji le creyó a su madre
—Vamonos. Seguramente tienes hambre, ¿Verdad?.
—¡Si!—. Emocionado por comer, Ryuji empezó a caminar un poco más rápido para llegar a casa, ignorando la extraña presencia que no se movía de su lugar
Milis solto una risa al ver a su hijo así de emocionado por comer, pero luego su sonrisa desapareció para mirar nuevamente atrás.
—No te metas con mi familia.
Esas palabras no parecían ser muy amenazante, pero eso no evito que todo el cuerpo de Bon temblara.
Solo pasaron 2 minutos para que la misión fallara, y lo peor...
—(¡Esa mujer!)—. El orgullo de Bon, fue golpeado fuertemente por pocas palabras dichas por una mujer que no tenía un arma con ella, solo a su hija recién nacida en brazos
Está era la primera vez en la que Bon, se sintió tan asustado por una mujer que parecía ser una persona indefensa, como una muñeca de porcelana que se debía cuidar para que no se rompa.
—(¡Kamisato Ryuji!)—. Bon estaba muy frustrado, al ver cómo la familia se alejaba cada vez más, como si él no fuera ninguna amenaza, fue otro golpe a su orgullo de asesino
Bon no podía quitar su vista de su objetivo, el niño estaba jugando con unas mariposas que salían del mismo árbol, mariposas creadas con magia, magia que le pertenecía a su compañero que vino con él para ganar el dinero.
Bon observó con incredulidad cómo Ryuji tocaba una mariposa y esta desaparecía sin dejar rastro. Su mente racional no podía procesar lo que acababa de ver. La habilidad de Ryu era como si fuera una ilusión, pero Bon sabía que no lo era. Era real, y eso lo aterraba.
—(¿Cómo puede hacer eso?)—. Se preguntó Bon, su voz apenas un susurro. Su corazón latía con fuerza en su pecho. La confianza que siempre había tenido en su habilidad para eliminar objetivos se desvaneció en ese instante.
—(En verdad es una anomalía)—. Pensó Bon, repitiendo las palabras que ya había dicho antes, pero ahora con un significado más profundo. Ryuji no era solo un niño con una habilidad extraña, era un enigma que desafiaba las leyes de la naturaleza, o mejor dicho. Desafiaba a las leyes de la magia.
La reacción de Bon fue intensa. Su cuerpo se tensó, listo para huir o luchar, pero su mente estaba paralizada por la incredulidad. No podía creer que alguien tan joven y aparentemente inocente poseyera una habilidad tan peligrosa.
—(¿¡Esa es la razón por la cual el consejo de magos lo quiere muerto!?)—. Bon ni siquiera podía sentir magia en el niño, era como ver a un lobo vestido de cordero
Observar como su compañero fallaba en tan solo segundos, fue suficiente como para que se rindiera y pensará en volver a casa para reflexionar sobre lo que acaba de experimentar.
Parte 2
Kamisato Milis observaba con una sonrisa a su hijo jugando con varias mariposas que habían aparecido sin motivo alguno.
Su bufanda y lo que parecía ser una falda amarrada en su cintura, se movían por los saltos que daba Ryu para alcanzar algunas mariposas que intentaban huir. Era como un ave que volaba con libertad.
—(Es increíble como hace desaparecer las mariposas).
Milis no demostraba físicamente su sorpresa al presenciar nuevamente la "habilidad" de su hijo, pues al momento en la que una mariposa tenia contacto con alguna parte del cuerpo de Ryu, las mariposas desaparecieran al instante.
Para saber si las mariposas son peligrosas, o cuál era la habilidad que tenía el hombre escondido en los árboles, sus ojos cambiaron a dorados.
—(¿Ilusión?)—. Milis no parecía tan sorprendida al saber cuál era la habilidad que tenía el hombre. —(Supongo que no es ninguna amenaza para nosotros)—. Sus ojos volvieron a la normalidad
Ignorando a su hijo que hizo desaparecer a la última mariposa, puso su atención en su segunda hija, una bebé recién nacida. Los labios de Milis, se curvaron, formando una sonrisa.
—(Te ves tan adorable durmiendo, Rumi).
La bebé era una nueva integrante de la familia Kamisato, ya que nació justamente hoy, así que solo tiene horas de haber nacido.
Milis desconoce cuál será la habilidad que su hija heredará, la de ella o el de su padre. Ella recibirá su respuesta cuando pase el tiempo y Rumi tenga la edad suficiente como para mostrar su habilidad o magia.
Aún qué, Milis, no quería que su hija naciera con algo que la hiciera diferente a la de un ser humano "normal", o sea, una niña sin poderes. Todas las personas que nacen con algún poder como la magia o una habilidad heredará, viven ocultados de los humanos que desconocen de lo que está más allá de la imaginación, y Milis, no desea que sus hijos tuvieran la vida que ella tuvo.
Una en dónde siempre se tiene que esconder, tener secretos que pueden afectar a tus amigos que no saben nada de lo sobrenatural, y peor es cuando consigues una pareja, nadie sabe que pasará si su pareja se entera de lo que ocultas.
Si tienes enemigos, cuida bien a las personas que siempre están cerca de tí.
—(No quiero que vivan con miedo).
Y hablando de lo que se oculta en la oscuridad para el mundo...
Milis levanto su mirada, y sus ojos cambiaron por tercera vez en el día, está vez su objetivo de sus ojos fue su propio hijo, que caminaba delante de ella.
—(Nada ha cambiado)—. Está no era la primera vez en la que Milis, usaba su habilidad para inspeccionar el funcionamiento de la extraña habilidad con la que nació su hijo
Solo podía ver su figura caminando, no veía ningún aura que demuestre su afinidad a la magia, tampoco otro tipo de energía como el Ki o el Touki.
Eso era lo que hacía aterrador a Ryuji, si alguien que depende de sentir las energías de las personas, Ryuji será alguien que no "existe" o puede ser visto al no poder ser sentido, el niño era alguien "invisible".
—Mamá—. Ryuji se posicionó al lado derecho de su madre, llamando su atención con una simple palabra. —¿Por qué siempre siento algo?, como lo que pasó ahí atrás.
Ver esos ojos llenos de curiosidad como la de cualquier niño, Milis no quería mentirle a su propio hijo, pero tampoco quiere que se involucre en este duro mundo en dónde había más probabilidades de morir que vivir como un ser humano "normal", y más que Ryuji, es un niño con una mente infantil, no le puede decir que había dos hombres que querían matarlo.
—Ryu, tu naciste siendo alguien "especial"... Pero, "eso" es lo que "ellos" quieren eliminar por su seguridad y miedo—. A Milis no le gustaba decir que su hijo es "especial", ya que eso le recordaba que su habilidad era el motivo por el cual quieren muerto a su hijo
Ryuji no comprendió nada de lo que su madre le dijo, su respuesta fue algo que un niño de su edad no puede entender, y eso era lo que Milis buscaba, que su hijo no se involucrara en todo esto.
Solo ella y su esposo, sabían de la habilidad que tiene Ryuji, que sería negar, anular, cancelar, borrar y eliminar todo tipo de poder sobrenatural, eso lo hace un arma perfecta en contra de personas que tienen algún poder y lo usan con malas intenciones.
Esos dos hombres que querían matar a Ryuji, solo dos de los tantos que lo intentaron antes, incluso el día del nacimiento de Ryuji, su cabeza ya tenía precio.
Pero, todo eso terminaría hoy, aún que posiblemente Ryu salga dañado mentalmente por el loco plan que ella y su esposo tenían en mente, plan que su esposo ya estaba haciendo los preparativos para comenzar está noche.
—¿Crees que soy alguien especial?.
La pregunta de Ryuji, hizo que Milis saliera de sus pensamientos.
—Si—. La mujer agarro a su hija con su brazo izquierdo, mientras usaba su mano derecha para acariciar la cabeza de su hijo
Milis no sabía si la habilidad de su hijo es una "bendición o maldición", eso solo será algo que Ryuji podrá saber, ya que él es quien porta la habilidad.
—Volvamos a casa—. Dijo Milis para mirar al frente
La familia Kamisato solo pudo seguir por el camino empedrado, rodeado de árboles con hojas rosadas. La brisa suave y el canto de los pájaros creaban una atmósfera pacífica.