Chapter 29 - Capítulo 29: Svarog

[Bip, bip...]

-Cállate.

Luego de reparar el carro minero, nuestro camino se despejó y pudimos seguir avanzando. Acerca de cómo estamos avanzando...

-Ehm... Nadie, ¿enserio seguirás aferrándote a Stelle así?

-Silencio Marzo, ¿no ves que Nadie por fin se calmó? Además, a mí también me gusta esto.

-¿Tú también Stelle? ¿Por qué ahora a todos les gusta mandarme a callar?

Actualmente me encuentro abrazando a Stelle como una coala, ella también me está sujetando con sus brazos para facilitarme el agarre.

Quiero decir, todo es culpa de Herta, fue ella quien volvió mi libido así, antes era un hombre de mente fría. Esa maldita astuto, me convirtió en esto apropósito, todo para que no pudiese vivir sin ella... Como sea, ya caí en la trampa así que no queda de otra.

De camino a la veta de geomédula, varios robots comandados por Svarog se metieron en nuestro camino. Por supuesto, fueron victorias fácil. Entonces, desde la distancia pudimos ver a dos figuras, uno grande y otro pequeño... es Svarog y Clara conversando.

-Esta veta... Por ella están... Mire, señor Svarog, ¡es una veta enorme! Nunca había visto tanta geomédula...

-Calculando... Según la eficiencia media de extracción, esta veta puede proporcionar energía a Belobog durante 231 días, con un margen de error de 7 días. Pero no me llamaste para que viera esta veta. Dime qué piensas realmente, Clara.

-Señor Svarog, quería mostrarle que, debido a ella, muchos vagabundos t mineros resultaron heridos. ¿Puede atudarlos?

-Ya contuve la disputa entre los dos bandos y controlo temporalmente la zona de excavación. Según mis cálculos, si no aparece una variable repentina, no habrá más conflictos armados a gran escala durante los próximos 30 días.

-¡Entiendo su motivación, señor Svarog! Pero creo que no es suficiente. Los mineros y la gente de Wildfire no entienden por qué lo hizo, señor Svarog. Si pudiéramos hacer algo más por ellos...

-Mi misión es proteger el Bajomundo. La confianza de un pequeño número de especímenes resulta redundante en mis cálculos. El comportamiento humano siempre se desvía del cálculo racional, Clara... El hecho de que estén aquí lo demuestra.

Fue entonces que el grupo del protagonistas hace su entrada.

-¡Svarog! ¡Todavía no hemos ajustado las cuentas de la vez anterior!

Seele gritó con voz autoritaria al representar nuestro grupo frente al líder enemigo.

-Seele, de Wildfire... Su resistencia es inútil. El resultado delos cálculos es muy claro: quedarse en el Bajomundo es la mejor estrategia de superviviencia.

Mientras los dos conversaban, Marzo...

-Hey, Nadie, ¿quieres soltar a Stelle ya? Se suponía que haríamos una entrada heroica, pero tu comportamiento lo arruina todo. Esto se siente demasiado anticlimático.

-Silencio Marzo, acá me siento seguro. Los pechos de Stelle son muy cómodos. Si ignoro el olor a tachos de basura, también huele muy bien...

Luego de pensarlo por otro segundo, me separé del abrazo de Stelle y me alejé un poco de ella.

-¿Le permitiste jugar con los tachos de basura? ¿Cuándo sucedió?

Pregunté con el ceño fruncido a Marzo. Cuando Dan Heng escuchó mi pregunta, él también se alejó un poco más de Stelle.

-Sucedió mientras jugábamos al escondite con Hook y sus amigos. Traté de detenerla pero sabes lo fuerte que es Stelle, no hay quien la detenga.

Ante la respuesta de Marzo, Stelle se agarró de las caderas y levantó su pecho con orgullo inexplicable... No, ¿por qué esta chica se ve tan orgullosa de sí misma por apestar a tachos de basura?

-Ya me estaba aburriendo de esos esbirros.. ¡Por fin una pelea de verdad! ¡Ven aquí!

Mientras nosotros estábamos distraído con nuestra conversación, en algún momento Seele y Svarog habían terminado de discutir; este último envió a sus esbirros para así retirarse con Clara. La pelea había comenzado incluso antes de que nos diésemos cuenta.

-¡Espera, ¿ya están peleando?!

La sorpresa de Marzo representó a todo el grupo del Expreso Astral, o sea nosotros, nos sentimos confundidos debido a que nuestra atención se encontraba en el tema de tachos de basura.

-¡¿Qué tal si dejan de charlar sobre tachos de basura y me dan una mano?!

Seele se quejó al vernos aún perdiendo el tiempo, ya que ella y Bronya eran las únicas peleando contra el Oso Autómata llamado Mills.

Inmediatamente el trío del Expreso Astral se unió a la pelea.

El Oso Autómata es conocido por su alta defensa, capacidad de provocar e invocar Arañas Autómatas. En conclusión, presa fácil.

-Uf, nada mal. ¿Cuántos más como este tiene Svarog?

Preguntó Marzo exhausta luego de que el grupo venciese al Oso Autómata con algo de esfuerzo, a lo que Seele contesta.

-Muchos... por eso Wildfire nunca ha conseguido vencer a Svarog. Sus fuerzas son demasiado poderosas y nosotros solos no podemos con él.

Mientras Seele nos explicaba con mayor detalle quién es Svarog y la niña Clara que lo acompañaba, Oleg y su grupo llegan.

-Bien hecho, Seele. Un grupo de robots que salieron de quién sabe dónde nos atacaron de repente desde dos lados y pensamos que sería una batalla muy larga, ja, ja, ja.

-¡Jefe! ¿Están todos bien? ¿Hay algún herido?

Seele inmediatamente preguntó por el bienestar de todos, exagerando con su reacción a mi parecer.

-Nosotros nos acabamos de encontrar con una situación mucho peor, estuvimos a punto de enfrentarnos a un jefe intermedio. En cambio ellos solo se enfrentaron a esbirros normales, qué exagerada.

-Nadie, no debería de decir eso. Dejarás mal al líder de Wildfire.

-¿Pero estoy mintiendo Marzo?

-Hm. Pues en realidad no.

Como estábamos conversando en voz alta, Oleg y los demás por supuesto escucharon nuestra conversación, provocando que este riese a carcajadas.

-¡Ja, ja, ja! ¡Que jóvenes tan arrogantes! Tú eres Nadie, ¿verdad? Natasha ya me informó de tu oferta y estoy dispuesto a apostar por ustedes, forasteros.

-Prefiero que te refieras a nosotros como los Anónimos, así nos llaman a los tripulantes del Expreso Astral.

-Ya veo, conque Anónimos. 

Para que Seele y Bronya también, todos estén informados y no hayan cabos sueltos, volví a explicar detalladamente la situación en que nos encontramos. El por qué nos volvimos criminales buscados por la Guardia Crinargenta, la existencia del Estelaron y Cocolia siendo manipulado por este.

-Ya veo, eso explica por qué la Guardiana Suprema engañó al Bajomundo con bonitas palabras y no le importa en absoluto nuestra supervivencia.

Oleg comentó con pesar.

-¡Ya basta! ¡No permitiré que insultes a la Guardiana Suprema en mi presencia! ¡La Guardiana Suprema nunca se dejaría manipular por el tal Estelaron! ¡Dejen de decir cosas sin sentido!

Al final, Bronya fue incapaz de ingerir mis palabras. Esta respuesta, Oleg la suprimió con verdades contundentes.

-Señorita del Supramundo, sea verdad o no la existencia del tal Estelaron, es una verdad que las condiciones de vida en el Bajomundo es un desastre. Puede que mis palabras sean hirientes, pero son totalmente ciertas. Puedes preguntar a la gente de los asentamientos mineros cuánto han sufrido estos años.

-...

Bronya fue incapaz de contestar nada.

-La lista de agravios que ustedes infligieron al Bajomundo es larguísima, jovencita. Pero respeto tu petición y no diré nada más por ahora.

Volviendo su atención a nosotros, Oleg prosiguió.

-Volviendo al tema que nos ocupa, para realizar un Golpe de Estado exitoso, no nos queda más opción que reclutar a Svarog de nuestro lado. La Guardia Crinargenta nos superan tanto en números como en armas, no hay forma de que Wildfire solo podamos hacerles frente.

Mientras Oleg daba su opinión respecto a mi plan, me acerqué a Dan Heng para también pedirle su opinión.

-¿Qué piensas, Dan Heng? ¿Es mi plan factible?

-Si los sueños de Stelle son ciertos, entonces Cocolia tiene acceso al poder del Estelaron. Ciertamente es muy riesgoso pelear solos. No nos queda más opción que idear un ataque a gran escala. Tu plan de Golpe de Estado, yo estoy a favor.

-Entonces está decidido.

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