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Chapter 12 - Capítulo 12: Ataque de la Legión Antimateria

Paseando por los pasillos de la Estación Espacial Herta, Silver Wolf tiene abrazado mi brazo izquierdo mientras que Kafka abraza mi brazo derecho.

Como pueden ver, estamos paseando cómodamente sin preocuparnos por las miradas extrañas de los científicos.

-Y ese de ahí es la cabina médica. Ayudo mucho en ese sector.

-Como se esperaba de mi hijo, que chico tan responsable~

-Ejeje~ ¿Eso crees? Hm... Ahora que lo piense, ¿no es peligroso para ustedes dos el pasear por la Estación Espacial?

Un poco tarde pero sí, me di cuenta.

-Un poco tarde en darte cuenta, ¿no?

Comentó Silver Wolf con una sonrisa irónica.

-No te preocupes, he hackeado las cámaras de seguridad y nuestra apariencia a los ojos de todos menos a ti, Nadie.

-Cool.

La Edición de Éter increíblemente útil, su gran versatilidad es un cheat de por sí.

-Solo por curiosidad Silvie, ¿cómo los ven todos a ustedes dos?

-¿Kafka y yo? Pues, tú Nadie coqueteando con dos ancianas en cada brazo.

-¡Espera! ¡¿Qué?! ¡Tienes que estar bromando!

-No, hablo enserio.

Comentó Silver Wolf mientras sacaba la lengua. En ese momento, las apariencias de Silver Wolf y Kafka se cambiaron a dos ancianas completamente desconocidas.

Asustado, me solté de sus abrazos y salté hacia atrás por instinto.

-¡¿Pero qué has hecho?! ¡Ahora todos creerán que tengo algún gusto extraño con las ancianas!

-Mala suerte~

Se rio Silver Wolf mientras devolvía su apariencia original pero solo para mi punto de vista.

-No te preocupes Nadie, incluso si tienes algún gusto extraño hacia las ancianas, mami igual te amará.

-¡No, no me gustan las ancianas y nunca lo haré! ¡Por favor deja de crear más malentendidos!

¡Oh dios mío, a este punto mi reputación va ha...! Espera un momento, ¿alguna vez tuve yo una buena reputación...? Playboy, buscapleitos, narcisista, perezoso y mucho más...

-Diablos, ¿cómo ustedes se enamoraron de alguien como yo?

-¿Quién sabe? A veces me pregunto lo mismo.

Silver Wolf se mostró desinteresada ante el tema y Kafka tampoco dijo nada.

El tour siguió y la hora pasó volando desde nuestro punto de vista. En algún momento, decidimos regresar a mi habitación. Pasamos algo más de tiempo jugando videojuegos y...

-Ya casi es hora.

Seguido de las palabras de Silver Wolf...

*¡Boooooooom!*

-Hora del sistema: 23:44:59, las vibraciones de la explosión provocan una gran avería en el sistema de mando principal.

-¿Lo hiciste tú?

Preguntó Kafka a Silver Wolf mientras acariciaba mi cabeza que estaba acostado en su almohada de regazo.

-No, lo hizo la Legión Antimateria. Yo nunca dejé de jugar con Nadie, incluso ahora. Invadieron la Estación Espacial al completo hace dos horas del sistema.

-*Silbido~*. ¿Así que tenemos que pelear contra la Legión?

-No lo sé. Elio no dijo nada al respecto, así que no es importante.

-Entiendo. Entonces, de ahora en adelante yo estaré al mando de esta operación.

-Recibido. ¿Esta vez me dejarás divertirme un poco? Las últimas operaciones fueron bastante aburridas.

-Lo siento, me temo que no puedo hacer mucho por ti. Esta vez nuestra tarea es simplemente colocar el objetivo en su lugar. Nadie, ¿vienes con nosotros?

Apagué la consola de videojuegos online y Silver Wolf hizo lo mismo, giré mi cabeza sin abandonar la almohada de regazo de Kafka y contesté.

-Cuenta conmigo.

Saliendo de mi habitación, enemigos de la Legión Antimateria nos esperaban.

-Bien, que comience el tutorial~

-¿Tutorial? ¿No es un poco tarde para eso?

-Nunca me entenderías Silvie, es cosa mía y de mi universo.

Antes de que pudiese hacer algo, Kafka dio un paso adelante y acabó con todos los enemigos en menos de un parpadeo.

-Diablos, eso fue rápido. Kafka, ¿cómo hiciste para entrar en velocidad x2 antes de lo permitido?

-¿x2? Nadie querido, estás diciendo demasiadas cosas extrañas.

-Como dije, es cosa mía y de mi universo.

Seguimos nuestro camino mientras eliminábamos a todo enemigo que se nos cruzaban.

-¿Cuándo se debilitó tanto la Legión Antimateria?

Es entendible la pregunta de Kafka, tratar con estos tipos fue tan fácil como no hacer nada.

-Solo pude atraer a estos soldados. ¿Realmente querías que viniera toda la Legión?

-Este grupo no podrá frenar a la tripulación del Expreso Astral.

-Relájate. También vino una Bestia del Juicio Final.

El comentario de Silver Wolf me hizo recordar el primer jefe del juego, la Bestia del Juicio Final. Si me enfrentase a él ahora, podría vencerlo en pocos segundos a cambio de drenar toda mi energía.

-Por cierto Nadie, cuando te unas al Expreso Astral, recuerdas lo que te pidió Elio, ¿verdad?

-Si, que no interviniese a menos que fuese absolutamente necesario. Solo así los miembros del Expreso Astral podrán fortalecerse apropiadamente. No te preocupes, lo tengo controlado.

Mientras avanzábamos, repentinamente me detuve.

-¿Qué pasa Nadie? Te dejaremos atrás si te quedas quieto.

-Dame un segundo.

Escaneando toda la Estación Espacial mediante el Ojo del Cazador, visualicé a los enemigos que están a punto de atacar a los científicos y cargué una flecha con Arco Divino, y disparé. Las flechas de energía se dividieron en cientos y empezaron a zigzaguear entre los pasillos, golpeando a cada uno de mis objetivos sin excepción.

-*Silbido~* Tu puntería mejoró mucho.

-En realidad es gracias a uno de mis talentos.

Analítico, el talento adquirido gracias al acceso a la Vía de la Erudición, ahora puedo realizar cálculos complejos en cuestiones de segundos al concentrarme lo suficiente. Básicamente, puedo volverme inteligente cuando quiera a cambio de estresarme un poco el cerebro.

Aunque esté a favor de seguir con el trama original, no puedo simplemente ignorar a los científicos en peligro. Especialmente cierto científico con afro, su hija...

-Bien, sigamos.

De esta forma, llegamos sin inconvenientes a la sala que conecta la habitación donde se guarda el Estelaron.

-¿Aquí está el Estelaron? No lo veo por ninguna parte.

-Eso es porque aún no llegamos al lugar correcto, Kafka. Mira, es por aquí.

Llevo a las dos hacia las pantallas del fondo de la sala y lo atravesamos sin resistencia alguno, demostrando ser hologramas; así llegando frente al Estelaron.

-Que truco tan sencillo.

Solo puedo decir que concuerdo con Kafka, es un truco demasiado sencillo pero...

-El método más sencillo es el más difícil de detectar, ¿no es ese nuestro lema?

Justamente lo que dijo Silver Wolf. A veces complicar demasiado las cosas solo trae problemas innecesarios, y a veces muchos resultados imprevistos.

-Que interesante, no es de extrañar que sea miembro del Círculo de Genios. Un Estelaron con forma no física... Sin duda es algo extraordinario.

-Esta Estación Espacial está llena de objetos extraordinarios. No me extrañaría que uno de ellos pudiera hacer que eso ocurriera.

Comentó Silver Wolf mientras hackea el sistema de seguridad que protege al Estelaron.

-Entonces Nadie, ¿qué prefieres? ¿Chico o chica?

La repentina pregunta de Kafka me hizo levantar una ceja con interés.

-¿No debería ser esa una decisión tuya?

-Si, por eso lo consulto con mi querido hijo.

-Pues que sea chica, así tendré más paciencia con el mapache.

-¿Mapache?

Aunque me agrada el Trazacaminos, ya puedo imaginarme los problemas que causará. Al menos si es Stelle, no la golpearé tan fuerte si me cabrea.

Sin dificultad alguna, Kafka toma el Estelaron con una mano e introduce el nombre.

-Así esta bien.

Silver Wolf materializa el cuerpo físico de Stelle y Kafka se acerca a ella.

-¿Cuánto recuerda?

-Se acordará de ti.

Mientras las escuchaba a los dos hablar, un pensamiento se me vino a la mente. Yo nunca conocí al Trazacaminos antes del canon, ¿me pregunto cómo habrá sido su primer yo?

Expectante, quería ver el mítico nacimiento del Trazacaminos, a Kafka introduciéndole el Estelaron por el pecho a Stelle, pero eso no sucedió... En cambio, Kafka sacó algo extraño de su bolcillo y se lo introdujo al Estelaron.

¿Por qué tengo un mal presentimiento...?

Cuando Kafka por fin estaba apunto de introducir el Estelaron en el cuerpo del Trazacaminos, yo inmediatamente la detuve agarrándole de la muñeca.

-Alto ahí, Kafka.

-¿Qué sucede cariño?

-¿Qué fue eso que le pusiste al Estelaron?

-No sé de qué hablas.

-Oh, yo sí sé de qué hablo. ¡Dame ese Estelaron ahora!

-Escúchame, no te muevas.

-¡Hey! ¡Eso es hacer trampa! ¡Silvie, ¿qué fue la cosa que le puso Kafka al Estelaron?!

-Un chip.

-¿Un chip?

Pregunté dudando de la respuesta de Silver Wolf, a lo que ella confirmó.

-Un chip con un terabyte lleno de videos porno contigo como protagonista.

-¡Kafka! ¡No te atrevas a poner esa cosa dentro de Stelle! ¡¿Estás loca?!

-¿Quizás? ¿Quién sabe? Bueno, por ti admito que sí un poco.

-¡¿Un poco?! ¡¿Llamas a eso un poco?! ¡Silver Wolf, detenla! ¡No puedo mover mi cuerpo!

¡Demonios, la habilidad Encantadora de Espíritus es demasiado injusto!

-¿Quieres que yo detenga a Kafka? ¿Estás loco? ¿Sabes el quilombo que hizo cuando descubrió que tú también llamas mami a Jade? Ella casi lanza un ataque terrorista al Pier Point. Si no fuese porque todos la detuvimos en conjunto, nos habría matado a nosotras también. No, espera, Blade sí murió varias veces...

¡La dejó traumatizada! ¡Demonios Kafka, ¿qué mierda te sucedió mientras yo no estaba?!

-Es hora de levantarse.

-¡¡¡Noooooooooooooo!!! ¡No te atrevas!

Mi resistencia fue inútil, Kafka introdujo el Estelaron junto al chip dentro del cuerpo de Stelle con éxito. Caí de rodillas con las lágrimas brotando de mis ojos.

-Mi dignidad... se acabó...

-¿Tenías?

Silver Wolf solo me miró con una ceja levanta.

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