Aurora conduce hacia su casa, con la mente perdida en sus pensamientos. No podía dejar de pensar en Julián. Aurora se encontraba en medio de una batalla interna. Por un lado, se sentía irremediablemente atraída por Julián, el joven que había conocido desde que él tan solo era un niño. Sin embargo, por otro lado, la razón la atormentaba. La diferencia de edad era considerable, y Aurora no podía evitar preguntarse si era correcto sentir atracción por alguien tan joven. Lo había visto crecer y ahora lo veía como un hombre irresistible. Los recuerdos de su infancia inundaban su mente: la imagen de Julián como un niño juguetón contrastaba fuertemente con la del hombre atractivo y seguro que la miraba con deseo. El corazón de Aurora latía con fuerza en su pecho mientras cruzaba el umbral de su hogar. La imagen de Julián, el enigmático hombre. No se apartaba de su mente. Su presencia había despertado en ella una atracción inesperada e inexplicable, una llama ardiente que amenazaba con consumirla. Aurora sabía que esta atracción era peligrosa. Su matrimonio había sido destrozado por la infidelidad de su esposo, y ella había buscado refugio en su pueblo, buscando reconstruir su vida y encontrar la paz interior. Sin embargo, la presencia de Julián la hacía cuestionar todo. Se sentía vulnerable, expuesta a emociones que no comprendía del todo. La mirada penetrante de Julián, sus palabras llenas de misterio y la intensidad de su conexión la turbaban Temía que esta atracción la llevara por un camino de dolor y destrucción. Con un nudo en la garganta y una determinación nacida del miedo, Aurora tomó una decisión. Mantendría a Julián lejos de su vida. Debía protegerse, debía sanar las heridas del pasado antes de permitirse sentir de nuevo y menos con un hombre que no era para ella, la decisión era la correcta. Su futuro dependía de ello, de recuperar el control de su vida y caminar hacia la luz de la esperanza. La atracción hacia Julián era solo una sombra pasajera, no podía eclipsar el deseo de una vida plena y feliz.Aurora piensa cómo haré para poner en funcionamiento la granja y reparar la casa. Iré al pueblo a buscar a alguien que pueda ayudarme, porque a Julián no le puedo pedir ayuda. Tengo que mantener la distancia debido a lo que me hace sentir. No estoy para amoríos, quiero vivir sola sin tanto problema y Julián tiene un letrero imaginario que dice peligro.Pasa la tarde leyendo en Internet todo sobre cómo llevar una granja. Se prepara un sándwich, ahora que está sola no tiene a quién preparar una comida muy elaborada.Por primera vez en muchos años, no debe estar pendiente de complacer a otra persona.Tocan la puerta. Aurora se pregunta quién estará tocando la puerta.
Al abrirla, se encuentra a Julián parado allí (qué hombre tan varonil piensa Aurora).Ella no sabe qué decir, este hombre la descontrola, su manera de mirarla la paraliza.Por fin emite palabra.Aurora: ¿Cómo estás, Julián? ¿Qué deseas?Julián: ¿No recuerdas que me invitaste a venir?Aurora: ¿Yo cuándo?Julián: En el establo me fuiste a buscar para hablar y aquí estoy.Aurora: No quiso ser descortés y tampoco quedar como una loca, así que lo invitó apasar. Pasa Julián.Julián entra y se detiene en el recibidor, se gira y se queda frente a frente con ella,quien se queda inmóvil. Julián la observa, le parece la mujer más bella del mundo,siempre le gustó desde que era niño, no puede creer que la tiene frente a él.Julián no pudo contenerse y extendió una mano para acariciarle el rostro. Ella estaba nerviosa, pero no se apartó. Él se acercaba peligrosamente, ambos estaban hipnotizados, había una conexión magnética que ninguno de los dos podía controlar.Aurora su mente se nublaba, sus pensamientos se desvanecían, y lo único que podía sentir era la intensidad de las emociones que la inundaban. La presencia de Julián, tan cercana y tan enigmática, despertaba en ella una fuerza arrolladora que la descontrolaba por completo.Era como si su corazón quisiera escapar de su pecho, latir con libertad y expresar con vehemencia todo lo que sentía en ese instante. Ansiaba sentir el contacto de Julián,sentir la calidez de su piel, perderse en la intensidad de su mirada.Y entonces, sin previo aviso, Julián la tomó por la cintura y la besó. Un beso ardiente,apasionado, lleno de anhelos y deseos reprimidos. Era la forma más pura y visceral de expresar lo que sus corazones sentían en ese momento, sin importar las consecuencias o las barreras que pudieran existir entre ellos.En ese beso, el mundo se desvaneció. Solo existían ellos dos, unidos por una fuerza invisible que los atraía con una intensidad irresistible. Era como si sus almas se conectaran en un plano más profundo, más allá de las palabras o las acciones.El beso se prolongó por un tiempo que pareció una eternidad, cargado de emociones y sentimientos que no podían ser expresados de otra manera. Cuando finalmente se separaron, sus respiraciones entre cortadas sus ojos brillaban con una intensidad que lo decía todo.En ese instante, Aurora supo que había cruzado un punto de no retorno. Lo que sentía por Julián era demasiado poderosa, demasiado real, para ignorarla.Aurora finalmente toma conciencia y se separa de Julián.
Aurora: ¿Qué hemos hecho? ¿Qué locura es esta?Julián: No es una locura, Aurora. Desde que te volví a ver, mi corazón supo que eres la mujer de mi vida.Aurora: ¿Qué dices? No me digas esas cosas.Julián: No podemos negar lo que sentimos, ese beso expresó nuestros sentimientos.Aurora: ¿De qué sentimientos hablas? Nos hemos visto solo un par de veces.Julián: Te conozco desde siempre y me pareces la mujer más hermosa e inteligente que conozco. Además, cuando te vi de nuevo me enamoré al instante.Aurora: Eso fue porque me idealizaste desde niño, es una fantasía que siempre hastenido.Julián: Aurora, no me trates como a un niño. Ese niño ya no existe, soy un hombre de 30 años, no de 10 años. Soy un hombre que sabe lo que quiere, tuve que madurar antes de tiempo, crecí sin mis padres y me hice cargo de la granja. Te digo esto porque quiero que entiendas que no soy un hombre que no se toma las cosas en serio.Aurora: En mi caso, acabo de separarme de mi esposo. Me fue infiel después de 20 años de matrimonio. Por ahora, quiero sanar. No estoy lista para lo que está pasando.Julián: Aurora, podemos ir poco a poco, pero no puedes negar que lo que acaba de pasar entre nosotros fue intenso.Aurora: Además, Julián, eres...Julián: No creo que la diferencia de edad sea importante, eso no importa. Solo importa lo que sentimos.Aurora: Claro que sí importa. Las personas nos van a señalar.Julián: No vivas por los demás, vive por ti, por lo que te hace feliz a ti.Aurora: se queda pensativa con lo que Julián le dice. Ella nunca hace lo que siente su corazón, solo hace lo que los demás quieren que ella haga, como cuando estaba con Jonathan solo se cumplen los deseos de su esposo, lo que ella siente no importa.