Capítulo 100: El Susurro del Corazón - La Canción de la Victoria
La guarida se había convertido en un campo de batalla. Puños y patadas se estrellaban en el aire, gritos de furia y de dolor resonaban en el ambiente. Stray Kids y Baby Monster, con sus rostros llenos de odio, se lanzaban sobre los estudiantes, determinados a recuperar el control.
Ryeowook, con Ryekook en sus brazos, se escondía detrás de Jungkook, su corazón latía con fuerza. El miedo la atormentaba, pero la determinación la impulsaba a proteger a su hijo.
"No vamos a ceder", susurró Ryeowook, su voz temblaba ligeramente. "Vamos a luchar por nuestra libertad."
Jungkook, con una mirada de furia, se lanzó sobre Bang Chan, el líder de Stray Kids. Sus puños se movían con rapidez y fuerza, golpeando a Bang Chan una y otra vez.
"No te atrevas a tocar a mi familia", gritó Jungkook, su voz era un rugido de furia.
Namjoon, con una sonrisa de determinación, se lanzó sobre Ah Hyun, la líder de Baby Monster. Sus patadas eran rápidas y precisas, golpeando a Ah Hyun sin darle tregua.
"No vamos a dejar que nos domines más", gritó Namjoon, su voz era un susurro de rebeldía.
Los estudiantes, con sus corazones llenos de esperanza, se lanzaron sobre Stray Kids y Baby Monster, sus puños se movían con rapidez y fuerza.
"No vamos a permitir que nos roben la libertad que hemos conquistado", gritaron los estudiantes, sus voces eran un susurro de determinación.
La batalla se intensificó. Los estudiantes, unidos en su propósito, se mostraron más fuertes que nunca. Sus ataques eran rápidos y precisos, dejando a Stray Kids y Baby Monster desorientados y débiles.
"No vamos a dejar que nos venzan", gritó Jisoo, su voz era un susurro de esperanza.
"Vamos a ganar esta guerra", gritó Rose, su voz era un susurro de determinación.
De repente, un grito de victoria resonó en la guarida. Bang Chan y Ah Hyun, derrotados y heridos, se quedaron tendidos en el suelo.
Los estudiantes, exultantes, se reunieron alrededor de Ryeowook y Ryekook, sus rostros llenos de alegría.
"Lo hicimos", dijo Ryeowook, su voz era un susurro de felicidad. "Ganamos."
"Sí, lo hicimos", dijo Jungkook, su voz era un susurro de orgullo. "Somos libres."
La guarida se llenó de aplausos y de gritos de alegría. Los estudiantes se abrazaron y se besaron, celebrando su victoria.
En ese momento, una canción de victoria resonó en el aire. Una canción de esperanza, de libertad y de amor. Una canción que celebraba la unidad que los había llevado a la victoria.