Capítulo 57: El Susurro del Corazón - El Despertar del Sueño
Ryeowook se despertó sobresaltada, el sudor frío le empapaba la piel. La imagen de la fiesta de graduación, la pintura, las risas crueles, todo aún la atormentaba. Su pecho se agitaba con fuerza, y un escalofrío le recorrió la espalda.
Era solo un sueño. Un sueño terrible, pero un sueño al fin y al cabo.
Ryeowook se levantó de la cama y se dirigió a la ventana. La ciudad se extendía ante ella, bañada por la luz del amanecer. Era un nuevo día, una nueva oportunidad.
Pero la imagen de la fiesta de graduación seguía grabada en su mente. La fiesta de graduación, que en realidad nunca había ocurrido.
Ryeowook se había pasado los últimos días en un estado de confusión y desesperación. La búsqueda de su hijo la había llevado a un punto de quiebre, y su mente había comenzado a jugarle malas pasadas.
La fiesta de graduación había sido un sueño terrible, pero también había sido un despertar. Un despertar a la realidad de su situación.
Ryeowook se dio cuenta de que había estado tan centrada en su propio dolor que se había olvidado de su hermano, Ryekook. Él era su hijo, y ella tenía que estar ahí para él.
Ryeowook se dirigió a la cocina y se preparó un café. Necesitaba claridad y fuerza para enfrentar la realidad. La realidad de que su hijo la necesitaba.
Al terminar su café, Ryeowook se dirigió a la puerta y salió a la calle. Tenía que encontrar a Ryekook. Tenía que estar con él.
La ciudad se extendía ante ella, un laberinto de calles y edificios que parecía inabarcable. Pero Ryeowook no se dejó intimidar. Sabía que tenía que encontrar a su hijo. Tenía que estar con él.
Ryeowook caminó por las calles, su corazón lleno de una mezcla de dolor y esperanza. La fiesta de graduación había sido un sueño, pero el amor por su hermano era real. Y ella no se rendiría hasta encontrarlo.
De pronto, Ryeowook se encontró en la fiesta de graduación. La música retumbaba en sus oídos, y la luz de las luces de colores la cegaba. Ryeowook se quedó atónita, sin saber cómo había llegado allí.
En ese momento, todos los estudiantes se volvieron a mirarla. Lisa, Jungkook, Jimin, Rose, Jin, Suga, J-Hope, Taehyung, Namjoon, Jennie y Lily la miraban con una mezcla de burla y desprecio.
Ryeowook se quedó en silencio un momento, procesando la situación. Se dio cuenta de que estaba en el mismo lugar donde había estado en su sueño.
"Ya basta," dijo Ryeowook, su voz temblaba de furia. "Me cansé de ustedes."
Ryeowook se levantó del suelo y se dirigió al centro de la pista de baile. Todos los estudiantes se callaron y la miraron con atención.
"Ustedes me han hecho mucho daño," dijo Ryeowook, su voz era un trueno de indignación. "Me han humillado, me han insultado y me han hecho sentir insignificante. Pero ya no voy a dejar que me traten así."
Ryeowook se volvió hacia Lisa, Jungkook, Jimin, Rose, Jin, Suga, J-Hope, Taehyung, Namjoon, Jennie y Lily. "Ustedes son unos cobardes," dijo Ryeowook, su voz era un rayo de furia. "Se esconden detrás de sus risas crueles y sus palabras venenosas. Pero yo no voy a dejar que me arruinen la vida."
Ryeowook se volvió hacia Jisoo, que estaba de pie en un rincón de la sala, mirando todo con miedo. "Jisoo, no te preocupes," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de consuelo. "Yo estoy aquí para ti."
Ryeowook se volvió hacia los demás estudiantes. "Ustedes me han hecho mucho daño, pero no voy a dejar que me arruinen la vida. Voy a seguir adelante y voy a ser feliz. Y ustedes no van a poder hacer nada para impedirlo."
Ryeowook se volvió hacia la multitud de estudiantes y les dio un discurso poderoso y emotivo. Les había hecho ver el error de sus acciones y les había mostrado que ella no era una víctima. Ella era una mujer fuerte e independiente, y no se dejaría intimidar.
Ryeowook se fue de la fiesta de graduación con la cabeza alta y el corazón lleno de esperanza. Había enfrentado sus miedos y había defendido su dignidad. Y eso era lo que realmente importaba.