Capítulo 36: El Susurro del Corazón - El Eco del Futuro
El tiempo se deslizaba como un río tranquilo, llevando a la familia a través de nuevas aventuras y desafíos. Kim Ryekook, un niño travieso y lleno de vida, crecía a pasos agigantados, llenando la mansión de risas y alegría.
Ryeowook, con su cuerpo recuperado y su corazón desbordante de amor, se dedicaba a cuidar de su hijo con una ternura y una devoción inquebrantables. Jungkook, por su parte, se convirtió en un padre amoroso y protector.
Un día, Ryeowook se sentó en el jardín de la mansión, con Kim Ryekook en sus brazos. El pequeño niño miraba con curiosidad a los pájaros que volaban en el cielo.
"Papá," dijo Kim Ryekook, su voz era un susurro de inocencia. "¿Por qué los pájaros vuelan?"
Ryeowook sonrió y le dijo: "Los pájaros vuelan porque tienen alas. Y las alas les permiten volar alto y libre."
Kim Ryekook asintió con la cabeza, sus ojos llenos de admiración.
"Papá," dijo Kim Ryekook, su voz era un susurro de curiosidad. "¿Y tú por qué me amas?"
Ryeowook se quedó en silencio un momento, sus ojos llenos de amor.
"Yo te amo, mi hijo," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de amor. "Porque tú eres la parte más hermosa de mi corazón. Tú eres el eco de nuestro amor, el futuro que hemos creado juntos."
Jungkook se acercó a Ryeowook y le besó la frente.
"Y yo te amo a ti, Ryeowook," dijo Jungkook, su voz era un susurro de amor. "Y te amo a ti, Kim Ryekook. Juntos, somos una familia."
La familia se quedó en silencio un momento, disfrutando de la calma y la felicidad que los rodeaba. El susurro del corazón de Ryeowook se había convertido en un grito de amor, un grito que resonaba en el alma de todos, un grito que cambiaría su destino para siempre.