Capítulo 7: El Susurro del Corazón - La Búsqueda
La huida de Ryeowook y Lily fue un torbellino de emociones. La adrenalina de la libertad, la angustia de la separación, la incertidumbre del futuro, se mezclaban en un cóctel explosivo que los mantenía en constante alerta.
Dejaron atrás la Academia Seúl, un lugar que se había convertido en sinónimo de dolor y opresión. Se refugiaron en un pequeño apartamento, un lugar sencillo y acogedor, donde podían respirar sin miedo, donde podían ser ellos mismos.
Sin embargo, la sombra de Jungkook seguía acechándolos. Sus amenazas, sus promesas, sus susurros amenazantes, resonaban en sus oídos, recordándoles que no estaban a salvo.
Ryeowook, atormentado por la culpa, se sentía responsable del sufrimiento de Lily. La había arrastrado a su propia tragedia, la había expuesto al peligro, la había privado de su libertad.
"Lily, lo siento," dijo Ryeowook, su voz se quebraba. "Te he puesto en peligro."
Lily lo tomó de la mano, su mirada llena de comprensión. "Ryeowook, no es tu culpa. Yo quería ayudarte. Yo quería estar contigo."
Ryeowook se sintió conmovido por las palabras de Lily. Su amistad era un tesoro que no podía perder, un tesoro que lo sostenía en la oscuridad.
Pero la amenaza de Jungkook era real. Ryeowook sabía que no se detendría hasta encontrarlos. Necesitaban un plan, un plan para protegerse, un plan para escapar de su control.
Ryeowook decidió buscar a su madre. Ella era su única esperanza, su única posibilidad de encontrar un lugar seguro, un lugar donde pudieran vivir sin miedo.
"Lily, voy a buscar a mi madre," dijo Ryeowook, su voz llena de determinación. "Ella es nuestra única esperanza."
Lily lo apoyó, aunque su corazón se llenaba de miedo. Sabía que la búsqueda de la madre de Ryeowook era peligrosa, pero confiaba en él, confiaba en que encontrarían la fuerza para superar los obstáculos que se les presentaban.
Ryeowook se puso en contacto con una vieja amiga de su madre, una mujer que vivía en un pequeño pueblo a las afueras de la ciudad. La mujer le dio una dirección, una dirección que lo llenó de esperanza.
"Lily, vamos a ir a buscar a mi madre," dijo Ryeowook, su voz era un susurro de esperanza. "Vamos a encontrarla."
Lily asintió, su mirada llena de determinación. Juntos, se embarcaron en una nueva aventura, una aventura llena de peligros, de incertidumbres, pero también de esperanza.
El susurro del corazón de Ryeowook lo guiaba, lo empujaba hacia adelante. Sabía que la búsqueda de su madre era un viaje difícil, pero también sabía que era el único camino hacia la libertad.
La búsqueda había comenzado, y Ryeowook no se rendiría. Él encontraría a su madre, él encontraría la paz, él encontraría su propia voz.
El susurro del corazón se había convertido en un grito de esperanza, un grito que resonaba en su alma, un grito que lo guiaba hacia un futuro mejor.