—¡Una actitud de disculpa! —Bai Yusha reaccionó al instante. Anteriormente, ella y Huang Yuanyuan habían manipulado a Li Qianfan una vez. Cuando fueron descubiertas, intentaron de todas las formas posibles agradar a Li Qianfan para finalmente resolver el asunto.
Ahora, estaba sucediendo de nuevo.
Con experiencia en esta área, Bai Yusha no estaba para nada nerviosa. Abrazó los muslos de Li Qianfan, lo miró suplicante y dijo:
— ¡¡Papito... hice mal!!
???
—Al oír esto, Ye Qing inmediatamente giró la cabeza para mirar a Bai Yusha, sus ojos llenos de asombro. Nunca imaginó que Bai Yusha realmente llamaría a Li Qianfan "Papito". Era demasiado vergonzoso.
—¿Cómo me llamaste recién? —Li Qianfan extendió la mano y levantó la barbilla de Bai Yusha, preguntando.
Bai Yusha levantó suavemente la cabeza, su rostro era la imagen de la sumisión. Sonrió levemente y dijo:
— ¡¡Papito... perdóname, por favor? Te serviré bien y te haré feliz y satisfecho.
