—Joder, nena. Estás tan apretada que voy a correrme si sigues moviéndote. Levantó mis piernas y las trajo alrededor de su cintura, dándome consuelo mientras el dolor se desvanecía.
Suspirando, me moví dejándole saber que estaba bien y él se deslizó lentamente hacia atrás... casi completamente fuera antes de deslizarse hacia adentro de un solo empujón, grité de placer, sintiéndome tan llena.
—¡Joder! Lilly —gruñó, su ritmo aumentaba al igual que mi jadeo y gemido.
—¡Zain! Mis manos agarraron sus bíceps, apretando los músculos fuertemente antes de recorrer su pecho.
Su ritmo aumentó.. un ritmo constante.. profundo.. llenándome hasta el tope mientras sentía que él se empujaba en mí más profundamente cuando pensaba que ya estaba todo adentro, solo para sentir sus bolas ajustadas contra mi trasero.
—¡Ahh! —grité, arqueando la espalda.
Mis paredes lo apretaban tan fuertemente como si fuera casi doloroso para él.