Lilly
—¡Suéltame! —grité con todas mis fuerzas, forcejeando en su agarre mientras sus garras cortaban la piel de mis caderas.
—¡Shhh! —Él me giró para que mi espalda quedara contra su pecho, una mano sujetaba mis muñecas juntas frente a mí mientras yo luchaba y su otra mano cubría mi boca, presionándome contra él mientras yo cerraba los ojos y las lágrimas caían, sus labios presionando contra mi cuello en un beso suave.
—Te dije que te amaba y estarás conmigo Lilly, me cansé de verte intercambiar cartas con mi hermano y verte salir de la casa del árbol con él, su aroma todo sobre ti y eso me volvía loco —bufó, su lengua lamiendo el lado de mi cuello mientras sollozos ahogados escapaban de su agarre cerrado en mi boca.
Mis ojos se abrieron ante lo que acababa de decir: sabía de las cartas y sabía de nuestros encuentros...