Lilly
Entonces lo escuché...
—Lo siento, estoy tan confundido y no sé hacia dónde se dirige mi vida —escuché una voz que más tarde reconocí como la de Zain, su voz suave y dolorosa.
—Lo sé y lo siento porque todo es mi culpa y sé que no quieres estar conmigo. Realmente lo sé, pero por el bien de nuestros cachorros, deberíamos intentarlo. Lilly no te quiere, tú mismo lo dijiste —otra voz habló tratando de convencerlo, esa sería Grace.
Me levanté de mi posición agachada, mis ojos se abrieron y se entrecerraron de ira.
Mi lobo emergió ligeramente, sus garras se clavaban en mi palma mientras salía de mi barrera oculta para presenciar cómo ambos se inclinaban, los labios de Zain rozando ligeramente los de ella en un casto beso y mi corazón destrozado temblaba haciendo que mi lobo aullara al suyo.
¡Cómo se atreve a traerla aquí a mi lugar!
¡Nuestro lugar!
Mío, suyo y de Dan como cachorros, yo encontré este lugar.