Capítulo 120: Autoculpa.
—No, eso no es. Es solo que la forma en que usas esas palabras suena como si realmente lo hubieras hecho —aclaró Loreen.
—Tú me conoces, Loreen. Una vez que decido algo, rara vez cambio de opinión —Edric la miró y ella tragó nerviosamente.
Eso era cierto. Siempre había sido así.
Una vez que tomaba una decisión, una vez que decía que haría algo, lo haría.
—¿Ahora tienes miedo de mí?
Los ojos de Edric tenían un toque de tristeza de nuevo.
—No. Solo estoy preocupada. Eso no es algo en lo que deberías pensar en hacer —corrigió Loreen.
No se trataba de temerle.
Simplemente no quería que él fuera un criminal. Especialmente cuando era algo relacionado con ella.
Sabía que él era amable y cariñoso.
También era indulgente y misericordioso.
Para que dijera que mataría a alguien, significaba que había llegado al límite de su paciencia y al alcance del perdón que podía ofrecer.
—No te preocupes.
Nunca maté a nadie.
Tampoco pensé en matar a nadie.
