Capítulo 94: Cumplir las Promesas a Uno Mismo
Loreen
—No es tu culpa —enfatizó Edric.
Loreen no pudo evitar que se le llenaran los ojos de lágrimas otra vez ante las palabras de Edric. Sintió un inmenso sentido de alivio al oír esas palabras.
Era como si las dagas que habían sido implantadas en su corazón y espalda finalmente fueran sacadas.
Este era el Edric que ella conocía.
No es de extrañar que se enamorara de él y se concentrara solo en intentar tener hijos con él.
Él era una persona tan cuidadosa y atenta.
—Gracias por esas palabras. Sentí como si inconscientemente hubiera estado esperando que las dijeras. Me siento tan aliviada de oírlas de ti —Loreen sonrió.
Después de todas sus discusiones, finalmente podían hablar con calma de esta manera.
Edric también había estado actuando dulce y gentil con ella otra vez.
Loreen no podía decir que no lo echaba de menos. Más bien, sí lo hacía. Y mucho. Y por eso, había permitido que él la consolara hasta ahora.
