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Mientras el Mariscal estaba siendo tendencia en la Red Valim por razones no militares, caminaba hacia la sala de conferencias segura para una reunión con sus generales. Estaba tan sumido en su propio mundillo que no se percató de las miradas que le dirigían sus subordinados. El personal militar se quedó sorprendido por el atuendo del Mariscal. En primer lugar, era la primera vez que lo veían vestido de manera informal y para colmo, las palabras escritas en su camiseta eran suficientemente impactantes como para aniquilar el alma de uno. Esto causó un revuelo en toda la base reduciendo la productividad ya que esa camiseta era demasiado distractora.
Qie Ranzhe obviamente estaba ciego a todo esto por lo que no se percató de su reacción exagerada hasta que entró en la sala de conferencias segura. Estupefacto, Machu escupió un sorbo de agua de su boca salpicando por todas partes en un escupitajo perfecto —¿Qué diablos llevas puesto? —preguntó con una expresión atormentada.
