Nunca en un millón de años Wen Qinxi pensó que estaría atrapado en esta clase de situación. Nunca se le cruzó por la mente que algún día sería secuestrado por una belleza deslumbrante que realmente quería su cabeza y un príncipe desesperado que quería usarlo como ficha de negociación. ¿A qué grado había llegado todo? Intentó minimizar su presencia manteniendo la boca cerrada mientras los dos villanos, que no se ponían de acuerdo sobre qué hacer con él, discutían como una pareja divorciada que pelea sobre cómo criar a su hijo.