Con todos teniendo un día de mierda o a punto de tenerlo, había una persona que flotaba en la nube nueve durante todo el día y esa persona no era otro que Qie Ranzhe. Si uno tuviera que describir su estado de ánimo en este momento sería esa clase de alegría después de marcar el gol ganador en las finales de la Copa Mundial, simplemente extático. Literalmente había pasado todo el día bien siguiendo a Lin Jingxie como un cachorro enamorado o chantajeando emocionalmente a Lin Jingxie para que lo acompañara.
Wen Qinxi nunca había estado tan exhausto desde que entró en el juego. Con el ritmo al que iban las cosas, preferiría ser molestado por Sun Huxian que por Qie Ranzhe. Siempre que sentía ganas de escaparse, Jolie también aparecía susurrando, —El TEPT es algo serio jefe. Necesitas mostrarle más amor para tratarlo.
'Soy yo el que terminará jodidamente con TEPT después de lidiar con este bebote', se quejó Wen Qinxi después de su tercer intento de escape. En su defensa, Qie Ranzhe estaba compensando aquellos tres días que pasaron separados eligiendo pegarse a Lin Jingxie como superpegamento. Wen Qinxi aguantó como un niño forzado por sus padres a quedarse en una cita de juego con su molesto primo.
Conforme el sol dorado se hundía en el horizonte, Wen Qinxi soltó un suspiro de alivio e informó a Qie Ranzhe, a quien había estado enseñando, que necesitaba volver a casa, pero eso era solo un pensamiento ilusorio. Qie Ranzhe colocó el libro que habían estado estudiando de vuelta en la mesa y dijo, —Jin-ge no hemos practicado caligrafía hoy así que aún no puedes irte. Pronto me uniré al gremio y tú mismo dijiste que tengo que perfeccionar mis habilidades de alfabetización antes de entrar, agarrando descaradamente la muñeca de Lin Jingxie.
Wen Qinxi se quedó atónito pensando, 'Este idiota odiaba aprender lo máximo y trataba de esquivarlo por todos los medios necesarios ahora es él quien quiere aprender?' Se encontró sin palabras incapaz de refutar las palabras de Qie Ranzhe. Porque estaba perdido en sus pensamientos no se dio cuenta de cómo la mano de Qie Ranzhe descaradamente permanecía en su muñeca. Qie Ranzhe llegó hasta acariciar la muñeca en su mano con su pulgar de una manera indulgente.
Wen Qinxi quería preguntarle por qué el repentino entusiasmo cuando sintió una sensación cálida y difusa aparecer mágicamente de la nada. Era un sutil placer sensorial pero no podía identificar la fuente. Eso era porque estaba mirando la cara de Qie Ranzhe todo el tiempo y no notó inmediatamente esta acción íntima.
Su mirada pronto cayó sobre su muñeca justo a tiempo para ver el pulgar de Qie Ranzhe frotando su piel con lentas y reconfortantes caricias. Esto explicaba de dónde venía la sensación placentera que lo impulsó a retirar prontamente su mano mientras decía, —Qie Ranzhe me estás jodiendo ¿verdad? Siempre huyes de las clases pero ahora prácticamente me ruegas que te enseñe.
En este momento Wen Qinxi debería haber estado contento de que Qie Ranzhe finalmente estuviera tomando sus estudios seriamente. Pero conociendo algunas de las cosas ridículas que hizo para evitar aprender, Wen Qinxi no pudo evitar sospechar. Qie Ranzhe afirmó tener calambres un par de veces y sus chicos siempre daban fe por él para salirse de las clases. Había usado esa excusa tantas veces que Wen Qinxi comenzó a dudar de su género preguntándole a Qie Ranzhe si estaba teniendo su ciclo menstrual. El resultado de eso fue Qie Ranzhe casi bajándose los pantalones para defender su honor y probar que era hombre.
Bueno, eso detuvo la excusa de los calambres pasando a que sus músculos le dolían por hacer ejercicio, salvar al gato de una anciana de un árbol o que tenía mala visión. Con todas estas excusas se puede entender por qué Wen Qinxi sería escéptico. Con la mano vacía, Qie Ranzhe tragó su decepción y comenzó a moler algo de tinta en la piedra de tinta antes de entregar el pincel con tinta a Lin Jingxie.
—Aquí profesor, anote los caracteres que le gustaría que practique —dijo Qie Ranzhe con una sonrisa peligrosamente encantadora que hizo latir el frágil corazón de Wen Qinxi.
—Está-está bien entonces te enseñaré —dijo Wen Qinxi con las puntas de sus orejas rojizas rosadas. Esa sonrisa rápidamente derribó sus defensas en ruinas. Desafortunadamente para Wen Qinxi, no era inmune a ella. Tomó el pincel con tinta y comenzó a escribir de una manera tan elegante como pétalos de rosa cayendo grácilmente. Centrándose en su tarea, llamó a la puerta del sistema preguntando, "Jolie, ¿no te parece que Qie Ranzhe se está comportando raro?"
El sistema no respondió de inmediato y Wen Qinxi casi pensó que estaba siendo ignorado pero eventualmente habló preguntando —¿De qué manera? Jolie conocía muy bien a Wen Qinxi, era como un pájaro mascota resistente al tacto humano. Tendrías que persuadirlo si alguna vez quieres acurrucarte de lo contrario simplemente volará si lo presionas. El sistema tenía que blanquear la situación de lo contrario Wen Qinxi podría reaccionar exageradamente.
—No sé, algo simplemente parece r- —se detuvo cuando descubrió a Qie Ranzhe sentado tan cerca de él con su cara inclinándose más como si estuviera estudiando seriamente lo que estaba escribiendo. Estaban tan cerca que Wen Qinxi podía ver claramente las pestañas titilantes de Qie Ranzhe en su visión periférica. El latido del corazón de Wen Qinxi de repente se aceleró por alguna extraña razón. Fuera lo que fuera, hizo que los músculos de Wen Qinxi se tensaran hasta el punto de casi cometer un error mientras gritaba en su mente. "¡Así! ¡De ese tipo de raro estoy hablando!—le dijo a Jolie sutilmente desplazando su cuerpo más lejos para crear algo de distancia entre él y Qie Ranzhe.
—Tú eres el que lo hace raro, a menos que... ejem... estés empezando a tener sentimientos por nuestro guapo CEO. Está bien, puedes admitirlo conmigo. Prometo que no le diré a nadie. Soy un sistema súper discreto. Me desayuno la discreción —dijo el sistema deseando tener una cara para mostrar su sonrisa mientras aplaudía su inteligente selección de la guerra psicológica.
Wen Qinxi se quedó helado antes de maldecir al sistema —¡Vete a la mierda! Colocó el pincel con tinta en la mano de Qie Ranzhe diciendo —Cópialo cinco veces —antes de levantarse para calmar su corazón inquieto. Qie Ranzhe observaba cada acción de Lin Jingxie mientras lo observaba boquiabierto como si estuviera mirando un retrato hechizante. Wen Qinxi, que había estado sirviéndose una taza de agua de repente sintió un calor abrasador taladrando su piel como un taladro. Curiosamente se dio la vuelta solo para ver a Qie Ranzhe no escribiendo sino mirándolo con una expresión vacía. Su corazón, que había comenzado a desacelerarse, aceleró incitándolo a reprenderse internamente, "¿Qué cojones me pasa hoy?"
—¿Todavía no estás escribiendo? —preguntó Wen Qinxi trayendo instantáneamente a Qie Ranzhe de vuelta a la realidad pero su cerebro pareció un poco tarde al dar una respuesta poco inteligente.
—¿Eh? —preguntó un Qie Ranzhe sin cerebro.
Wen Qinxi no fue indulgente con él diciendo —Me voy a ir si no terminas en cinco minutos —con un tono amenazante de maestro de escuela que haría a cualquier estudiante obediente. Qie Ranzhe agachó la cabeza concentrándose en escribir. Terminó en tres minutos entregando su trabajo a Lin Jingxie con una sonrisa pícara casi imperceptible.
El ceño de Tutor Wen Qinxi se profundizó mientras observaba el trabajo a mano de Qie Ranzhe preguntándose si esto era resultado de la falta de tiempo de Qie Ranzhe o de la práctica. La escritura de Qie Ranzhe parecía haberse desplomado directamente en el océano pacífico. La mayoría parecía ser garabatos hechos por un gallo drogado con drogas psicodélicas y no cualquier tipo de droga psicodélica sino LSD. Era tan horrible que Wen Qinxi no pudo evitar maldecir —¿Qué tipo de mierda es esta? ¿Me estás jodiendo ahora mismo?