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Chapter 21 - Primer Mundo: Actuación Secreta

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El teatro callejero de Qi estaba oficialmente abierto, entreteniendo a multitudes de lejos y cerca y cuando digo de lejos y cerca, me refiero a dentro de los confines de la ciudad.

Todos los días, Wen Qinxi dejaba la comida de Qie Ranzhe y salía corriendo para mostrar su talento. Los actos principales incluían clásicos como Caperucita Roja, una extraña versión de Romeo y Julieta y Mulan entre muchos otros.

Sorprendentemente, la audiencia parecía generosa mientras la historia fuera divertida o tuviera algo de drama impactante. El elenco era reducido, pero Wen Qinxi lo hacía funcionar con su hermano y un puñado de sirvientes.

Los roles de protagonista femenina aparentemente terminaban en su regazo porque el padre de Lee Jienjie no la dejaba. También era un extraño contexto histórico en el juego que no permitía a las mujeres ser intérpretes, aunque Wen Qinxi tenía la fuerte sospecha de que Jolie tenía algo que ver en ello.

Como de costumbre, Wen Qinxi se preparaba en la tienda que amablemente había proporcionado el Maestro Lin. Aunque no estaba de acuerdo con que Lin Jingxie y Lin Mingxu actuaran para una audiencia, ya les había pedido que ganaran dinero y no podía retractarse de su palabra. Cuando le contaron cómo planeaban hacer dinero, intencionadamente redujo el costo total antes de mostrárselo para que su hijo no tuviera que hacer esto durante mucho tiempo.

—Jin-ge, el personaje de hoy es más romántico de lo habitual, tenemos que ponerte mucho maquillaje para que te veas más femenino —dijo Lee Jienjie, quien se había autonominado artista del maquillaje con manos inquietas, aplicando en exceso y convirtiéndolo en un fantasma.

La obra de hoy estaba adaptada de Mulan, con uno de los sirvientes actuando como el General. Wen Qinxi estaba extremadamente emocionado por interpretar este personaje, una de las grandes mujeres de la historia. —No, ¿no te dije que menos es más? No quiero parecer una drag queen —reprendió a una entusiasta Lee Jienjie.

—No, estaba equivocado, las drag queens en realidad se ven hermosas, tú solo quieres convertirme en la fantasma de La Maldición —dijo Wen Qinxi apoderándose del polvo de maquillaje de sus manos.

—¿Qué son las drag queens? —preguntó Lee Jienjie, perdiéndose completamente el punto.

—Son bellas reinas, eso es lo que son —dijo él mismo maquillándose. Una vez había diseñado un juego de vestir para adolescentes cuando estaba en la universidad y aprendió algunos trucos de maquillaje de chicas universitarias para mejorar la experiencia de juego. Aunque no era profesional, todavía era mejor que lo que Lee Jienjie planeaba hacer con su rostro.

Con un hermoso vestido, Wen Qinxi subió al escenario para interpretar lo que él llamaba una obra maestra.

***

Al otro lado de la ciudad, dentro de los límites del bosque, Qie Ranzhe acababa de completar su entrenamiento del día. El chico había estado trabajando extra duro ya que planeaba unirse a la recién establecida sucursal del Gremio de Platino que tenía vínculos con el emperador. El gremio era prestigioso y pagaba bien, lo que significaba que podría cuidar a los chicos y mejorar su estatus.

Por alguna razón, sentía el deseo de estar en el mismo plano que Lin Jingxie. ¿Quizás era porque no quería que Lin Jingxie lo despreciara o ser digno de ser su amigo? Sea cual sea la razón, Qie Ranzhe se esforzaba mucho practicando mucho más como si se entrenara para las Olimpiadas.

Llegó al campamento pero el ambiente parecía distinto, de hecho, le había parecido distinto durante cuatro días ahora. Los chicos parecían ocupados con algo, eso es todos, excepto Machu y Xie Ruen.

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Cuando volvía a media tarde, el campamento estaría completamente vacío y cuando regresaban, charlaban silenciosamente en grupos como si discutieran un secreto. La única vez que intentó sentarse junto a ellos, dejaron de susurrar y empezaron a hablar en voz alta cambiando el tema que estaban discutiendo.

Lo dejó pasar y nunca preguntó; los chicos merecían tener sus propios secretos, a menos que involucrase algo que pudiera ponerlos en peligro. Si no le decían nada sobre ello, significaba que no era una emergencia, así que Qie Ranzhe no indagó más. Después de bañarse en el río cerca del campamento, volvió a un campamento ahora completamente desierto, incluso Xie Ruen había desaparecido.

Aunque no era un entrometido, la curiosidad finalmente se apoderó de él, lo que lo llevó a preguntar a la única persona que quedaba en el campamento —¿Dónde están todos? —preguntó Qie Ranzhe poniéndose un conjunto limpio de ropa.

Machu, que acababa de entrar, se detuvo en seco con un tazón de tallarines con carne de res recalentados entregados por Lin Jingxie. Aunque ocupado, Wen Qinxi aún encontraba tiempo para entregar la comida a Qie Ranzhe, de lo contrario podrían terminar teniendo otro amistoso escarceo que Wen Qi no esperaba con ansias.

Machu parecía dudar en decir la verdad y por tanto lo hizo a medias como todo un profesional —Se fueron a ver una obra aburrida. Ahem... aquí, come mientras está caliente —dijo con ojos evasivos sentándose a su lado.

—Ah —respondió Qie Ranzhe mientras revolvía los fideos preparándose para comer. Tenía que admitir que después de un largo día de entrenamiento, lo único que esperaba con ansias era la cocina de Lin Jingxie. Para él, se sentía tan reconfortante como debería sentirse una comida casera.

Cuando sus pensamientos se desviaban en esta dirección, siempre tenía ganas de secuestrar a Lin Jingxie y hacer que cocinase solo para él. Era un pensamiento terrible, pero de alguna manera no podía deshacerse de él, ya que se intensificaba con cada comida.

—Por cierto, ¿has notado que Lin Jingxie ha estado actuando de manera extraña estos días? —preguntó haciendo que Machu se atragantase con un panecillo al vapor que estaba comiendo.

Él tosió violentamente calmándose solo después de beber montones de agua.

—Come tu comida despacio la próxima vez —dijo Qie Ranzhe dándole palmaditas en la espalda mientras le pasaba otra taza de agua.

—No realmente, solo está más feliz supongo, *tose, *tose, probablemente eso sea todo —respondió un Machu apenas recuperado esperando que Qie Ranzhe dejara de hacerle preguntas.

Qie Ranzhe dejó de darle palmaditas mirando como si acabara de ser golpeado por un rayo. Los adolescentes solo tienen algunas cosas que los hacen tan felices y la causa más probable eran las chicas.

—¡Mierda! ¿Consiguió una novia? —preguntó Qie Ranzhe con el corazón latiendo tan rápido como un coche en una pista de carreras.

Machu hizo una pausa en sus acciones, reflexionando sobre si decir sí o no, pero juzgando por la reacción exagerada de Qie Ranzhe, decidió decir la verdad.

—No, él es el intérprete en la obra a la que han estado yendo los chicos. Dijo que era para un proyecto importante, así que ha estado actuando y la gente dona dinero —explicó Machu cruzando los dedos para que cambiaran de tema y hablaran de otra cosa.

Qie Ranzhe frunció el ceño mirando a Manchu, podía decir que el tipo estaba ocultando información, lo que lo hizo sentir ansioso.

—Dilo antes de que te haga decirlo —dijo con una voz tranquila pero increíblemente aterradora.

—Él, um... ha estado... ¿cómo puedo decir esto? Él está actuando como la protagonista femenina en todas las obras. Con vestido y todo —dijo un nervioso Machu. Había oído que Lin Jingxie se veía muy bien en vestido y maquillaje, pero no lo había visto él mismo. Xie Ruen tampoco había ido porque todavía le tenía miedo a Lin Jingxie, solo fue hoy porque los demás literalmente lo arrastraron allí.

—¿Qué diablos dijiste? —preguntó Qie Ranzhe con toda la sangre drenada de su rostro. No esperó respuesta de Machu y salió de la habitación a grandes pasos hacia la plaza de la ciudad.

Machu corrió tras él gritando, —Ran-ge por favor cálmate. No es para tanto —encendiendo en secreto una vela por Lin Jingxie. Sus inútiles palabras cayeron en oídos sordos, ya que Qie Ranzhe estaba demasiado abrumado por cualquier emoción que lo controlaba.