Mientras el resto del mundo seguía con sus vidas cambiando el mundo, Wen Qinxi estaba atrapado en un juego entregando almuerzos para su ingrato jefe quien aparentemente lo había estado ignorando por tres días seguidos. Todo parte del plan de Qie Ranzhe para permanecer vigilante contra Lin Jingxie con contacto mínimo para reducir el riesgo de apego.
El primer día Wen Qinxi lo tomó como que estaba de mal humor, pero en el segundo día el tipo literalmente pasó por su lado sin decir una palabra, dándole una fría indiferencia. Fue solo después del tercer día que Wen Qinxi decidió ejecutar venganza y así Wen Qinxi añadió algo extra a la porción de Qie Ranzhe antes de desaparecer sin dejar rastro.
Machu recibió la comida de Qie Ranzhe como de costumbre, pero eso fue solo después de que Lin Jingxie probara un poco para comprobar si estaba envenenada. Sí, todavía lo hacían probar primero la comida que él traía antes de empezar a comer. Satisfecho, Machu tomó el tazón de la especialidad del día, que eran fideos wonton cortesía del chef Wen Qinxi, y la entregó a Qie Ranzhe que estaba perezosamente acostado en la choza deteriorada.
Había estado escondiéndose aquí para no tener que sufrir la intensa mirada de Lin Jingxie, que era casi similar a cómo lo miraba antes del incidente de la cascada. Qie Ranzhe no podía evitar preguntarse si el malvado Lin Jingxie finalmente estaba mostrando sus verdaderos colores.
—¿Lo probó? —preguntó un cauteloso Qie Ranzhe revolviendo los fideos con un par de palillos.
—Sí, ¿por qué? ¿Crees que le hizo algo a tu comida? —preguntó un atemorizado Machu mirando la deliciosa comida que no le importaría comer de nuevo.
Qie Ranzhe giraba los fideos en sus palillos mientras decía: "Me ha estado dando miradas sospechosas estos últimos días. No sé cuál sea su pla... ¡Ah, joder!", exclamó fuertemente escupiendo los fideos que acababa de meter en su boca.
—¡Ran-ge! ¡Ran-ge! —gritaba un preocupado Manchu, no sabiendo exactamente qué hacer. Su mejor amigo acababa de ser envenenado y él no sabía cómo reaccionar.
—¡Es tan jodidamente picante, dame agua! Ese mocoso añadió chile —gritó Qie Ranzhe mientras Machu le entregaba una taza de agua, pero en realidad eso hizo las cosas peores—. ¿Estás seguro de que lo probó?
—Sí, lo hizo y un buen bocado —dijo Machu recordando la escena. No pudo evitar preguntarse si era por eso que Lin Jingxie estaba especialmente alegre hoy.
—¿Me ignora por tres días y arma este tipo de travesura? —dijo Qie Ranzhe con labios turgentes y de un brillante rojo—. Bien, ¿quería llamar mi atención? ¡Ahora la tiene!
***
Estaba caminando despreocupadamente por el sendero de regreso a su casa mientras escuchaba unos éxitos que el sistema reproducía en su cabeza. "Achoo... ¿quién tiene los huevos para hablar a mis espaldas?" dijo frotándose la nariz picazón.
«Jaja, ese debería ser Qie Ranzhe, debe haber probado tus fideos especiales. ¡Eso fue épico, jajaja!» dijo el sistema aplaudiendo la mala conducta de Wen Qinxi.
«Por supuesto, a ti te gustaría», respondió Wen Qinxi en su mente mientras salía del bosque.
«A mí me gusta, pero no puedo evitar preocuparme por ti. Si Qie Ranzhe recuerda todas las tonterías que le has hecho en el juego, ¿no te preocupa que podrías perder tu trabajo?» preguntó Jolie imaginando la escena cuando Wen Qinxi recibe su carta de despido. La idea de verlo desplomarse en el suelo hizo que el sistema sonriera de oreja a oreja. No culpes al sistema, es que estaba demasiado aburrido.
«¡Jaja, seré un multimillonario desempleado!», se regocijó Wen Qinxi cuando una loli familiar captó su atención. De los archivos de personajes, Lin Jingxie estaba bien familiarizado con esta pequeña meimei. Si la estúpida carne de cañón no hubiese encontrado su trágico destino, ella habría sido su futura esposa.
«¿A este personaje desgraciado le faltaba algo? Bonita y rica familia, hermosa futura esposa y potencial para convertirse en un futuro erudito trabajando para el emperador, pero justo tenía que meterse con Qie Ranzhe. Tsk, tsk», dijo al sistema en su cabeza.
—¿No estás haciendo lo mismo, pequeña carne de cañón? —preguntó el sistema antes de desaparecer.
La loli vino corriendo hacia él con una sonrisa tan radiante que casi pensó que sonreía a alguien más que no era él. —Jin-ge, te he extrañado, me alegra que estés bien —dijo con una voz tierna y serena que llevó a Wen Qinxi de rodillas.
«Suspiro... si tan solo no fuera un PNJ», pensó sonriendo de vuelta a ella. —Pequeña meimei, estoy bien, gracias por preguntar. ¿Qué haces por aquí? —preguntó Wen Qinxi mientras caminaban lado a lado.
Lee Jienji, la pequeña meimei, tímidamente colocó sus mechones sueltos detrás de su oreja y respondió:
—Escuché que has estado saliendo con Qie Ranzhe y solo me preocupaba por ti. Sé cómo ustedes dos nunca se han llevado bien —con genuina preocupación en sus ojos.
—Hemos resuelto nuestras diferencias, no hay necesidad de que te preocupes —respondió marcando todas las casillas para una perfecta futura esposa. «Bonita, cariñosa y dulce. ¿Qué más puede querer un hombre?», pensó emocionado antes de que el sistema lo interrumpiera.
—Calma tus ánimos jugador, ella es solo un PNJ —dijo Jolie rodando sus ojos, si es que tenía alguno.
—Un PNJ que está loca por mí —respondió en su mente mientras escuchaba a Lee Jienjie.
—Ella está definitivamente más interesada en Qie Ranzhe que en ti —replicó el sistema con una mueca.
—¿No tienes otro lugar donde estar? —preguntó mientras se acercaban a la bulliciosa plaza de la ciudad que parecía más ocupada de lo habitual con una multitud ruidosa reunida en un solo lugar como si estuvieran viendo una actuación.
—Está bien, pero quizás tengas que lidiar con eso —dijo el sistema refiriéndose a la multitud descontrolada—. Wen Qinxi captó la indirecta y decidió echar un vistazo.
—Lee Jienjie, espérame aquí, ya vuelvo —dijo antes de abrirse paso entre la multitud solo para encontrar al chico que Lin Jingxie había intimidado en la cascada, el mismo que Qie Ranzhe salvó. Un magullado Xie Ruen estaba encogiéndose en el centro mientras era atormentado por un grupo de jóvenes maestros ricos que solían correr en los mismos círculos que Lin Jingxie.
—¡Te dije que te alejaras de ella y te advertí claramente que la próxima vez que te atrape, sería el día en que mueras! —gritó el fortachón Sun Huxian de la familia Sun. El motivo de su hostigamiento a Xie Ruen era porque su hermana pequeña pasaba mucho tiempo a su alrededor.
El pobre Xie Ruen había intentado alejarse de la señorita pero por más que lo intentaba, siempre lo encontraba, de ahí el predicamento en el que se encontraba.
Wen Qinxi escaneó alrededor pero Qie Ranzhe no estaba por ningún lado, tenía que hacer algo de lo contrario este chico inocente sería golpeado hasta quedar confinado a una silla de ruedas.
Wen Qinxi agarró el brazo de Xie Ruen arrastrándolo detrás mientras decía:
—Dage, ¿por qué no te metes con alguien de tu tamaño?
El hostil fortachón de repente sonrió diciendo:
—Lin Jingxie el famoso joven maestro que engañó a la muerte. ¿Qué te importa esto? Entrégalo y vete a casa, esto no tiene nada que ver contigo —adelantándose para agarrar a Xie Ruen quien estaba contemplando si correr ya que estaba más aterrorizado de Lin Jingxie que de Sun Huxian.
Wen Qinxi colocó su mano en el pecho de Sun Huxian empujándolo hacia atrás.
—¡No me provoques Huxian si no no me contendré! —dijo Wen Qinxi mientras suplicaba en silencio—, «Por favor no me provoques, solo soy un maldito nerd y la única persona con la que alguna vez peleé fue con mi hermano menor, una pelea que perdí miserablemente».
—Aiyo... ¡así que es verdad! El joven maestro Lin volvió de la muerte y se alió con los matones. ¡Nunca pensé que vería ese día! —vociferó Sun Huxian antes de agarrar su cuello con ojos oscuros—. ¡Me das asco!
Sun Huxian no perdió tiempo lanzando un puñetazo a la cara de Wen Qinxi mientras nuestro nerd inexperto cerraba los ojos con fuerza, anticipando el dolor con antelación, pero el dolor nunca hizo su debut. Qie Ranzhe había aparecido justo a tiempo para agarrar el brazo de Sun Huxian.