—¡Dejad al PNJ atrás y vámonos! —ordenó Shen Nianzu en voz baja al escuchar las palabras de Gu Luoxin.
El trío corrió por el pasillo. Justo cuando doblaron una esquina, dos personas aparecieron desde el extremo opuesto. Shen Nianzu solo tuvo tiempo de captar su silueta: uno alto y robusto y el otro pequeño y delgado, antes de que su vista fuese cortada por la pared. La voz de una mujer llegó débilmente a sus oídos, sonando divertida e intrigada, —Eh, ¿había alguien aquí?
Los ojos de Shen Nianzu se oscurecieron. Tan pronto escuchó esa voz, supo que su conjetura anterior era correcta.
Tomaron un desvío hacia la escalera. Después de asegurarse de que nadie estaba al alcance del oído, Shen Nianzu susurró a los otros dos, —Vamos directo a las áreas de la tripulación.
Gu Luoxin se sorprendió, —¿No deberíamos verificar el balcón de donde lanzaron el cuerpo?