—Los ojos de Shen Nianzu se abrieron de par en par al no poder creer lo que acababa de oír. ¿Q-Quién se estaba comiendo a quién? ¿Hablaba en sentido literal o era solo una forma de expresión? No podría haber devorado a alguien, ¿verdad? —Sin embargo, cuando recordó lo defectuosas que eran las papilas gustativas de Jin Jiuchi, de repente ya no estaba tan seguro...
Al ver su adorablemente confundido semblante, Jin Jiuchi estalló en una sonora carcajada.
—¡Jajaja! Nian'er, no me digas... ¿de verdad te lo crees?
—¿Estás mintiendo?! —Irritado, Shen Nianzu se levantó de un salto y tomó su cuello con fuerza. Pero, pensándolo bien, ¿cómo sería posible? Jin Jiuchi estaba bajo el efecto vinculante de la tarjeta de habilidad ahora. Debería dar respuestas honestas a las preguntas que le hiciera Shen Nianzu, a menos que...