—No... —Gabi tiró de los archivos con suficiente fuerza como para que Diana tambaleara en sus tacones. Miró a su madre con un ceño fruncido y luego miró los archivos. ¿Por qué se comportaba su madre de manera tan extraña?
—¿Por qué tienes este archivo contigo y qué estás haciendo con él? —Diana recordaba este archivo. Lo había revisado por la mañana y lo había entregado a Evangelina. Sus ojos se entrecerraron al ver el rostro sudoroso de su madre.
—Diana, sal de la habitación en este instante. Hablaremos después —empujó a su hija lejos y escondió los archivos tras ella—. Prometo que te ayudaré. Pero por ahora, vete —su voz autoritaria aturdió a Diana. Su madre nunca se comportaba tan estrictamente a menos que el asunto fuera de suma importancia. Pero solo estaba sosteniendo un archivo con detalles de gastos diarios. ¿Qué podría tener de tan importante?