```
—No necesitas estar tan preocupado por mí —se lamió los labios mientras hablaba. Un hábito que había desarrollado para calmar su nerviosismo. Damien frunció el ceño, sus ojos se oscurecieron bajo la tenue luz de la luna. ¿Se daba cuenta ella de lo atractiva que se veía cuando se lamía los labios de esa manera?
—He despedido a Daisy por la noche ya que llevaba sobrepasando su horario los últimos días. Y Cotlin me ofreció un abrigo pero no me sentía cómoda aceptándolo. Y Damien, sé que soy débil, pero estoy aprendiendo. Si sigues cuidándome... —se detuvo. Siempre que él la cuidaba, sentía un calor extendiéndose por su cuerpo. Una sensación cálida y agradable que la hacía sentir especial para él sin ninguna razón.