—Estaba aquí para hacer un trato con tu padre —dijo entre dientes cuando sus ojos se volvieron más fríos.
—Oh —¡ja! ¡Jajajaja! —El hombre al que había salvado como una loca no había venido a verla después del accidente. Pero estaba aquí para cerrar un trato con su padre, el padre que la había golpeado como si ni siquiera fuera humana.
Había caído en este estado por su culpa y ni siquiera le importaba. Y aquí, había encontrado a una persona real. Siempre había sentido que los nobles eran falsos. Pero este hombre...
—Dado que no estás aquí por mí, no te haré perder el tiempo —su voz era tan gélida que era como un fragmento que le perforaba el pecho.
Pero lo soportó. Había sido frío con ella a propósito. No quería que cometiera el error de volver a salvarlo. ¿Acaso no veía que no valía la pena que lo salvara? El último favor que podía hacerle a cambio de todo lo que ella había hecho por él era... Mantenerla alejada y darle la oportunidad de vivir su vida.
