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Temprano a la mañana siguiente, Xu Xiang fue despertada por la conmoción afuera. Se incorporó en la cama, se quedó sentada en un aturdimiento durante un rato, y luego se levantó de la cama. Caminó hacia la ventana del dormitorio, abrió las cortinas y miró hacia afuera.
En el momento en que miró hacia afuera, quedó atónita por el paisaje exterior. Cuando caminó a casa la noche anterior, aunque la tierra no estaba tan mal como en otros lugares, solo podía ver algunas hierbas esporádicas al lado del camino. Pero ahora, además de las hierbas verdes que cubrían el camino, había muchas hojas nuevas creciendo en los árboles muertos alrededor de la zona residencial.
