Uno de los hombres enmascarados pensó por un momento y preguntó:
—¿Y si ella no es Huan Yun?
Wu Yang se burló y dijo cruelmente:
—¿No es fácil? Simplemente matarla.
Al escuchar lo que dijo, Wei Huan tembló por completo y pensó en su corazón: «Después de que Wu Yang renació en este mundo, realmente cambió. Me pregunto qué le habrá pasado antes de que conociera al capitán».
Al ver que Wu Yang ya había salido de la sala de reuniones, las otras seis personas hicieron lo mismo. Después de que caminaron por un rato, Wu Yang empujó una puerta alta. Al caminar hacia el espacioso salón, vio a Huan Yun ocupada mirando curiosamente alrededor del salón.
Él resopló y preguntó:
—¿De verdad no puedes quedarte quieta, eh?
Al escuchar este tono molesto y arrogante, Huan Yun giró la cabeza y vio a Wu Yang entrar con otros seis hombres enmascarados. Ella resopló, alzó la barbilla y dijo:
