Después de pensar en eso, Huan Yun levantó la mirada, resopló a Wu Yang y dijo con desprecio —¿Qué? ¿Crees que todos son tan estúpidos como tú?
Al oír lo que ella dijo, Wu Yang sintió que su presión arterial se disparaba instantáneamente. Sintió sus manos muy inquietas y dijo —¡Tú! ¡Repite lo que dijiste si te atreves!
Viendo que los dos estaban a punto de pelear, Wei Huan dijo rápidamente —Está bien, dejen de pelearse.
Al oír esto, Huan Yun y Wu Yang miraron a Wei Huan al mismo tiempo y dijeron —¡No estábamos peleando!
En cuanto salieron esas palabras, los dos se miraron con ira de nuevo. Al ver la escena familiar frente a ellos, los otros seis hombres se rieron juntos. Después de años de buscar por el mundo, finalmente se reunieron hoy.
Mientras Huan Yun charlaba con sus amigos y se ponía al día, en la estación de relevo, Xiao Shao finalmente despertó.
"Uh…"
De pie junto a la cama, Ying Yi escuchó su gemido bajo y se arrodilló rápidamente y preguntó —Maestro, ¿ya despertó?
