Xu Xiang y Huan Yun se miraron sin palabras por un momento, antes de que Xu Xiang tomara la Patineta Anti-Gravedad de Huan Yun y la guardara en su espacio.
Al encender la Patineta Anti-Gravedad, Xu Xiang se subió a la patineta, extendió su mano hacia Huan Yun y dijo—Súbete.
Huan Yun le tomó la mano y Xu Xiang la ayudó a subir. La miró y le dijo—Endereza la espalda, baja tu centro de gravedad y luego estabiliza tu cuerpo.
Xu Xiang miró las piernas temblorosas de Huan Yun y dijo impotente—Deja de temblar. Así no podrás mantenerte en pie correctamente.
Cuando Huan Yun escuchó las palabras de Xu Xiang, quiso llorar, pero no salieron lágrimas. Miró sus propias piernas temblorosas y dijo con agravio—No puedo controlarlo.
Xu Xiang suspiró, se volvió hacia Huan Yun, sostuvo su brazo y dijo—Yo te apoyo. Baja tu centro de gravedad y párate firme.
—Está bien —dijo Huan Yun, con un rastro de lágrimas en su tono.
