—Al escuchar la solicitud de A Lu Ge, Xu Xiang no pudo evitar reír. Colocó su cuenco en el suelo y dijo —Parece que te gusta mucho beber leche.
—Él le sonrió y dijo —Me gusta la leche que me diste porque sabe diferente a la leche de cabra que suelo tomar.
—Ella le pasó una caja de leche con sabor a chocolate y dijo con una sonrisa —Ya veo.
—A Lu Ge tomó la leche y extendió su pequeña mano. Con una sonrisa feliz en su rostro, dijo generosamente —Vamos, puedes sacar toda la sangre que necesites.
—Al ver la valiente actitud de A Lu Ge, Xu Xiang volvió a reír. Sacó el detector de veneno de su espacio y tomó una gota de sangre de A Lu Ge como muestra. Cuando ya había comenzado la prueba de sangre, sacó un caramelo del espacio y se lo entregó.
—Ella dijo —Esto es para ti. Gracias por tu cooperación.