PdV de Kat
Tras la primera caza de mamuts, dimos por concluido el día mientras empacábamos todo y montábamos el campamento, con la Sacerdotisa Liana revisando las diversas partes del gran animal y tomando nota de cada una.
Valaka salió de la caza con unos kilos de carne y un par de huesos, lo que parecía emocionarla bastante.
En cuanto a mí, los Arese decidieron que, puesto que había participado en la caza, también tenía derecho a recibir una recompensa, consiguiéndome unos kilos de carne y un gran trozo de la peluda piel.
Guardando algo de carne, le di el resto a Eyoli, sorprendiéndola con el generoso regalo.
Dejé claro que lo hacía para que pudiera llevar más a los gemelos, lo que hizo que la gran guerrera sonriera tontamente mientras asentía, tomando las mercancías de mi mano.
Con la carne que guardé, me asenté y preparé comida para mí, Valaka y Eyoli, sorprendiendo una vez más a los Arese.